Brauni, baipás, jáquer: la RAE adopta palabras extranjeras, mientras sigue la batalla por “sólo”
En el Congreso Internacional de la Lengua Española, en Cádiz, se presentó el Diccionario Panhispánico de Dudas, un volumen destinado a resolver dudas como estas
Daniel Gigena
¿Brownie o brauni? La RAE dice que ambas son correctas
“Le pedí al mozo que te trajera un brauni”, “Mi tío se hizo un baipás”, “Pobre, la engañó un jáquer”. Según los representantes de la Real Academia Española (RAE) reunidos en Cádiz para celebrar el IX Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) esas frases son totalmente válidas. La RAE y la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale) presentaron la segunda edición del Diccionario panhispánico de dudas (DPD), obra de consulta compuesta de más de siete mil entradas y en la que se responden los interrogantes habituales que plantea el uso del español, fonográficos (pronunciación, acentuación, puntuación), morfológicos (plurales, femeninos, formas de la conjugación), sintácticos (problemas de construcción y régimen, concordancia, leísmo, dequeísmo) y lexicosemánticos (impropiedades léxicas, calcos semánticos inapropiados, neologismos y extranjerismos, gentilicios de grafía dudosa).
Como el español no es idéntico en todos los lugares donde se habla, las veintidós academias de la lengua española participan en la preparación del DPD, con el objetivo de respetar las variantes de uso y, a la vez, preservar la unidad del español. La primera edición data de 2005, y es la que actualmente se puede consultar en la versión electrónica.
Tras destacar que un diccionario de dudas no es un diccionario de la lengua y contar el trabajo del Departamento de Español al Día, su director, Salvador Gutiérrez Ordóñez, anunció recomendaciones en las grafías (es decir, en el modo de escribir) de palabras que provienen de otras lenguas o extranjerismos. Con el aval del DPD y las academias de la lengua española, se podría escribir “jol” en lugar de hall, “jáquer” en vez de hacker, “trascenio” en vez de backstage, “brauni” en lugar de brownie, “wiski” por whisky, “báner” en vez de banner y “baipás” en lugar del anglicismo by-pass (de baipás derivaría incluso el verbo “baipasear”).
“Si triunfan, bien, y si no, no pasa nada”, señaló Gutiérrez Ordoñéz, cuya instructiva y simpática ponencia se puede ver en el canal de YouTube de la RAE. “Balé” por ballet no fue aceptado aún por la Asale. “Les pareció arriesgado hacer esta propuesta”, dijo el académico.
Antes de proponer una adaptación gráfica de los extranjerismos, la RAE recomienda usar una equivalencia de una palabra existente en español, como “pasatiempo” en vez hobby, “acosar o acoso” por bullying y “matón” en lugar de bully. Con instinto maternal, la RAE ha adoptado palabras extranjeras: “blog”, “emoji”, “coltán” y “bótox”.
También se consignan palabras con doble acentuación, como “órtesis u ortesis” (en referencia a un aparato ortopédico; ambas formas son invariables en plural), “Ilíada o Iliada” (para designar la epopeya homérica; además, se señaló que el artículo “la” no forma parte del título), “deixis o deíxis” (facultad de algunas palabras de referirse al contexto situacional o textual, como los pronombres personales o adverbios de lugar y tiempo) y “aspérger o ásperger” (aunque no se debe usar tilde en el apellido del psiquiatra austriaco Hans Asperger al escribir “síndrome de Asperger”).
Se introdujeron palabras como “matrón y matrona” (persona que asiste a parturientas), “sambernardo” (para designar a los encantadores perros) o “aviar y aviario” (relativo a las aves), y se sugirieron formas simplificadas de otras, como “contratacar y contrataque” (en vez de “contraatacar y contraataque”), “prestreno” (por “preestreno”) y “rembolso” (”reembolso”, pero la doble r se mantiene en “contrarrembolso”).
Sólo/solo, la vedette del encuentro
Por supuesto, la vedette de la presentación de la nueva edición del DPD fue la tilde en el adverbio “solo” que sirve para distinguirlo del adjetivo “solo”. Tradicionalmente se tildaba en la primera sílaba: “sólo”, pero como la RAE consideró que ese uso de la tilde no estaba justificado (dado que ambas son palabras tónicas), decidió que el uso de la tilde en el adverbio no fuera obligatorio sino potestativo, para ser usada solamente en casos de ambigüedad: ”¿Estaré solo un día?” o “¿Estaré sólo un día?”. “Sería ideal no escribir ‘solo’ con tilde”, se ilusionó el director del DPD. Por ahora, entonces, es obligatorio escribirlo sin tilde cuando no entrañe riesgo de ambigüedad y tildarlo cuando, a juicio del que escribe, entrañe algún riesgo de confusión. Parafraseando a Karina Jelinek, la tilde de “sólo” queda a su criterio.
“El Diccionario panhispánico de dudas no es normativo como el Diccionario de la lengua española; responde las dudas de los hablantes”, recordó el académico. También se presentaron en Cádiz el Corpus del español del siglo XXI, el Glosario de términos gramaticales y los avances en el Diccionario de la lengua española, cuya nueva edición está prevista para 2026.
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