OPERATIVO CLAMOR KKK........

Cristina quiere que el “operativo clamor” para sí misma se multiplique en el interior
Mañana se repetirá en Chaco el acto que se hizo en Avellaneda; lo organiza Larroque y tendrá al gobernador en el cierre; Máximo Kirchner y Wado de Pedro no asistirían
Maia JastreblanskyCapitanich y Larroque, entre otros, con la consigna de mañana
“¡Hasta [Oscar] Parrilli, que siempre se queja de todo, estaba encantado!”. Cristina Kirchner envió días atrás, a través de Andrés “Cuervo” Larroque, un mensaje al núcleo de dirigentes ultrakirchneristas que están embarcados en el operativo clamor para que ella sea candidata. La vicepresidenta les transmitió que recibió excelentes comentarios del plenario de la militancia que se hizo en Avellaneda hace veinte días y deslizó un chascarrillo sobre quien fue su sombra durante sus presidencias y ahora, en el Senado.
“Parrilli tiene fama de quisquilloso. Y ella estaba muy conforme con lo que pasó en Avellaneda sobre la base de cosas que le dijeron, porque no lo vio en vivo”, comentó un colaborador al tanto de los pormenores de la campaña “Cristina 2023”. La vice, además, transmitió una instrucción: que el operativo clamor en torno a su figura continúe en el interior del país y que las siguientes paradas sean Chaco y La Rioja.
Su pedido comenzará a materializarse mañana, con un nuevo plenario militante en Resistencia, cuya figura central será Jorge Capitanich, uno de los gobernadores que aspiran a ser candidatos a presidente. “Democracia sin proscripción: nordeste con Cristina” es la consigna del evento, que tendrá lugar en el centro de convenciones Gala.
Los detalles del evento se ajustaron el martes, en la sede de la CTA, en una reunión a la que asistió Capitanich, además de sindicalistas como Hugo Yasky; Roberto Baradel; el intendente de Ensenada, Mario Secco; el titular de la AFIP, Carlos Castagneto, y la senadora bonaerense María Teresa García.
El plenario de Chaco tendrá el mismo formato que el encuentro de Avellaneda, aunque se espera menos de la mitad de los asistentes: habrá primero una instancia de debate en comisiones para luego dar paso a un acto de cierre con un grupo de dirigentes regionales (referentes de Formosa, Misiones y Corrientes). El discurso final estaría a cargo de Capitanich. El principal organizador del evento es Larroque, que en público y en privado dice que hasta la inscripción de listas, el 24 de junio, hará hasta lo imposible para que la vicepresidenta revise su decisión de no ser candidata “a nada”
La gran diferencia con Avellaneda es que dos de las figuras centrales de La Cámpora, en principio, no estarán. Puede haber más cambios, pero, hasta ahora, ni Máximo Kirchner ni Eduardo “Wado” de Pedro serían de la partida. El diputado alegó ante los organizadores que tenía un compromiso personal. Es quien dice en público y privado que a su madre no se le puede “pedir más” en términos electorales y puja para que sea la gran armadora del espacio.
El ministro del Interior, en tanto, viene teniendo un rol de reparto en la cruzada para subir a Cristina Kirchner a la boleta. En Avellaneda estuvo en el escenario, pero no tomó el micrófono. Y en la última semana trabajó intensamente para elevar su perfil, con una serie de entrevistas y el estreno de su canal de Tik Tok. Cuando en ese raid público le consultaron si cree que la vicepresidenta se anotará como candidata, De Pedro respondió: “Cristina es una de las pocas dirigentes que dicen lo que piensan y hacen lo que dicen”.
Está claro que no comparte la cruzada de Larroque, pero De Pedro no se mueve con esa actitud de forma autónoma. El martes, por caso, estuvo en el Senado reunido con Cristina Kirchner. Todos los pasos políticos que da los hace autorizado por la vicepresidenta, que es experta en ofrecer señales confusas en la previa al armado electoral.
En ese contexto, la presencia de De Pedro en el escenario que tendrá a Capitanich como anfitrión resultaría peculiar. El gobernador de Chaco reactivó su plan presidencial con la presentación de un libro con el que ya recorre el país.
La siguiente cita de la gira “contra la proscripción” será La Rioja. Aunque en esa provincia el kirchnerismo no tiene el mismo peso que en Chaco, la vicepresidenta quiere revitalizar su vínculo con el gobernador Ricardo Quintela.
La pregunta que sobrevuela es si Cristina Kirchner efectivamente puede subirse nuevamente a la boleta. No son pocos los que creen que la decisión está tomada y que el objetivo real de la puesta en escena es que el kirchnerismo muestre músculo dentro de la interna del PJ.

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Viaje al sur y reuniones lejos de la Casa Rosada
Cristina Kirchner mantuvo la costumbre de no firmar decretos durante la ausencia de Fernández

Maia Jastreblansky
Como hizo siempre, incluso en épocas en que los ánimos estaban más tranquilos en la coalición de gobierno, Cristina Kirchner se mantuvo al margen de la Casa Rosada durante los últimos seis días, en los que Alberto Fernández estuvo fuera del país y ella quedó al frente del Poder Ejecutivo.
La vicepresidenta estuvo en El Calafate durante el fin de semana largo y en Buenos Aires a partir del lunes. Recién el miércoles asistió a su despacho del Senado, donde mantuvo “reuniones políticas” con “agenda variada pero no pública”, dijeron cerca de la exmandataria. Pero no firmó ningún decreto y mucho menos se involucró en la gestión diaria. “Nunca lo hizo”, resaltan cerca de la vicepresidenta.
Por la peculiar relación entre Cristina Kirchner y Alberto Fernández, hay un sentido común, tanto en el Senado como en la Casa Rosada: la vicepresidenta no firma decretos en la ausencia del Presidente, y en Balcarce 50 tampoco la exponen a esa situación y esperan al jefe del Estado para rubricar normas con ese estatus. Al principio de la gestión, Cristina quería evitar cualquier escena que la exhibiera con el “control remoto” del Poder Ejecutivo. Ahora, además, se suma la interna a cielo abierto con Fernández.
Durante el viaje de Fernández, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, y su vicejefe, Juan Manuel Olmos, se quedaron con el tablero de control diario. El último es prácticamente el único en el círculo presidencial que mantiene contactos con la cúpula kirchnerista, además de estar encima de la ingeniería electoral del PJ nacional y porteño.
La vicepresidenta, en tanto, mantuvo encuentros con dirigentes de su máxima confianza en el Senado. Entre otros, Eduardo de Pedro, que se reunió con ella el martes. El ministro del Interior se mueve con traje de precandidato presidencial con el aval de la vice, aun cuando no está confirmado qué lugar le asignará en la boleta. Trabaja intensamente para subir el perfil, con encuestas que todavía le arrojan un bajo nivel de conocimiento.
De todos modos, Cristina Kirchner no tuvo apariciones públicas en los últimos seis días, pese al intento opositor de ayer de lograr imponer su temario en la Cámara alta, que fue sofocado con una discusión reglamentaria (ver aparte).
Hacia afuera, Cristina Kirchner envió un solo mensaje en Twitter en el que aseguró que desde los Estados Unidos buscan proscribirla, luego de que un senador republicano, Ted Cruz, pidió que fuera sancionada a raíz de las causas de corrupción por las que se la investiga. El tuit salió del Senado mientras Fernández estaba en camino a la Casa Blanca para su reunión bilateral con Joe Biden.
“Tal cual lo dije: ¡proscripción! Y para que nadie tenga dudas, del norte les llegan refuerzos al Partido Judicial y a Comodoro Py”, escribió la vicepresidenta en Twitter.
Según dicen quienes dialogaron en el último tiempo con Cristina Kirchner, ella está “convencida” de que si se anota en una candidatura terminará siendo funcional a obstruir la boleta del peronismo. Eso pese que al fallo de primera instancia que la inhabilita a ejercer cargos públicos no está firme.

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