El Senado, paralizado: no sesiona desde diciembre
El Frente de Todos intentó forzar una votación a contramano del reglamento; los bloques de Juntos por el Cambio y Unidad Federal la rechazaron; la sesión se cayó por falta de quorum
Gustavo YbarraLos senadores de la oposición, ayer en pleno debate, antes de retirarse del recinto de la Cámara alta
Una maniobra política del kirchnerismo frustró ayer la sesión especial del Senado y estiró una parálisis de esa cámara que ya lleva más de cuatro meses. Ayer se iban a votar, entre otras leyes, los nombramientos de jueces del fuero criminal federal de Rosario, que estaban cajoneados por el oficialismo pese a la escalada del narcotráfico en esa ciudad. La oposición (foto) se retiró del recinto y la sesión quedó sin quorum.
Con ardides reglamentarios, el oficialismo logró evitarle a Cristina Kirchner la dura derrota que hubiese implicado que una mayoría opositora circunstancial se hiciera con el control de la Cámara alta y lograra aprobar el nombramiento de tres jueces del fuero criminal federal con asiento en la ciudad de Rosario, pliegos que el Frente de Todos mantenía cajoneados desde septiembre del año pasado.
Ante la estratégica ausencia de la vicepresidenta, la maniobra fue ejecutada desde la conducción de la Cámara alta por la presidenta provisional Claudia Ledesma (Santiago del Estero), quien exigió una mayoría calificada de dos tercios para votar la alteración del orden de tratamiento de los temas que había pedido la oposición. Esta interpretación fue rechazada por los bloques de Juntos por el Cambio (JxC) y de los peronistas disidentes de Unidad Federal, que, tras insistir con su postura y no poder vencer la intransigencia de la titular del cuerpo y luego de algunos cabildeos, decidieron abandonar el recinto.
Con la partida de 37 senadores, la sesión se cayó por falta de quorum. La salida de los legisladores fue acompañada por los gritos de los familiares de víctimas de accidentes de tránsito, que el oficialismo se había preocupado por que ocuparan los palcos del recinto y que manifestaban su malestar porque el proyecto de alcohol cero al volante, que podía convertirse en ley, iba a quedar postergado dos semanas.
Los familiares de víctimas de tránsito no fueron los únicos “invitados” por el oficialismo que hicieron oír sus quejas. También lo hicieron asociaciones de sordomu“Nos dos y parientes de enfermos cardiológicos que pedían el tratamiento de reconocimiento de la lengua de señas argentina y del programa nacional de cardiopatías congénitas. Como la sesión se cayó y no tuvieron la oportunidad de manifestarse desde los palcos del recinto, la señal Senado TV, que responde a Cristina Kirchner, se encargó de darles aire para que se quejaran a sus anchas contra la oposición.
Estrategia oficialista
Que se trató de un plan orquestado por el kirchnerismo lo dejó en claro la riojana Clara Vega en pleno recinto, cuando reconoció que fueron los legisladores oficialistas quienes les habían “dado los horarios para que vengan a la sesión”. A esa altura, el oficialismo ya había quedado en soledad y logrado su cometido de que la sesión fracasara por culpa de la oposición.
Nos llenaron los palcos con familiares de víctimas de accidente de tránsito a propósito, para presionarnos”, denunció el presidente del interbloque de Juntos por el Cambio, Alfredo Cornejo (UCRMendoza).
En los hechos, la sesión terminó fracasando por una discusión reglamentaria. Para evitar discutir los proyectos que el kirchnerismo intentó imponer a último momento, los bloques de JxC y los peronistas disidentes de Unidad Federal se pusieron de acuerdo para alterar el orden del temario, ubicando los que ellos habían pedido tratar hace dos semanas en primer término y postergando los dispuestos por la presidencia del cuerpo para otra sesión a convocarse para después de Semana Santa, el 13 de abril próximo.
La propuesta fue rechazada por el oficialismo, que insistió en que se discutiera todo el plan de labor y en el orden que había establecido la presidencia del Senado. Apenas unos minutos antes, el kirchnerista Marcelo Lewandowsky (Santa Fe) había pedido, además, tratar sobre tablas la reforma de la Justicia Federal de Santa Fe que había votado el martes la Cámara de Diputados. “Es un caradura, cuando presentamos el mismo proyecto en el Senado no quiso firmar y ahora viene a pedir el tratamiento urgente”, acusó la radical Carolina Losada (Santa Fe) a su comprovinciano peronista.
La oposición cerró filas y pidió que se votara su moción. Fue entonces cuando intervino Claudia Ledesma desde la presidencia y exigió el voto de los tercios para modificar el orden de la sesión, una mayoría agravada que no contempla el reglamento para ese tipo de pedidos. La interpretación fue rechazada por JxC. Pero la santiagueña oficialista y esposa del gobernador Gerardo Zamora se mantuvo en sus trece y ordenó el inicio de lo votación.
Fue el detonante que el kirchnerismo había buscado desde el inicio mismo de la sesión. Los senadores de JxC se levantaron de sus bancas y comenzaron abandonar el recinto. El paso de baile se vio interrumpido ante la quietud de los miembros de Unidad Federal, que seguían sentados. Tras algunos cabildeos entre el exoficialista Guillermo Snopek (Jujuy), jefe de la bancada de peronistas disidentes, con sus pares de la UCR y Pro, alcanzaron un acuerdo y todos salieron del hemiciclo.
La puja política no terminó ahí, sino que se trasladó a los salones y pasillos del Senado, con acusaciones cruzadas entre el oficialismo y la oposición, responsabilizándose mutuamente por el fracaso de la sesión. La Cámara alta no debatía en el recinto desde hacía cuatro meses. “No aceptan que perdieron la mayoría; pero vamos a forzar una nueva sesión especial”, dijo Cornejo. “Lamentamos que por imposición antirreglamentaria de la presidenta del cuerpo se haya visto impedido el desarrollo de la sesión”, denunció la bancada presidida por Snopek.
Duras acusaciones
Tras la partida de la oposición, los senadores del Frente de Todos se quedaron en el recinto con una serie de expresiones en minoría en las que se escucharon duras acusaciones contra JxC, al que responsabilizaron por frustrar el tratamiento de proyectos con costado social.
“Lamentamos esta actitud”, se quejó el jefe de la bancada oficialista, José Mayans (Formosa), quien se preocupó por desligar a Cristina Kirchner de la parálisis del Senado. “Nunca la vicepresidenta dio una señal para paralizar el Senado; eso es de una falsedad absoluta y esto lo demuestra”, afirmó el presidente del bloque del Frente de Todos.
“Están empachados de soberbia”, se sumó la vicepresidenta del interbloque oficialista, la mendocina Anabel Fernández Sagasti (Mendoza). “Hicieron un gran papelón pero al fin se cayó el velo porque les mentían a las organizaciones cuando decían que iban a dar quorum”, agregó la legisladora, rodeada de periodistas
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