sábado, 29 de septiembre de 2018
LECTURA RECOMENDADA,
Cameron, de Hernán Ronsino
El sonido y la furia de una memoria
Dice Hernán Ronsino (Chivilcoy, 1975) en Notas de campo, una colección de artículos, que escribir es desenredar una madeja. Es lo que hace el narrador deCameron. Se sabe poco del hombre con una pierna ortopédica que vive apegado a las rutinas de su vejez en una ciudad con nieve, un lago y un club de jazz. Pero los detalles del mundo apacible que lo rodea se vuelven signos inquietantes de su pasado.
Como si Cameron intentara borrar las huellas del enigma a medida que resurgen en su presente, las escenas insinúan lo que ocurre con la ambigüedad de la verdad a medias. Toda referencia se vuelve incierta y la intriga acerca de los sucesos va en aumento. Algo similar ocurre con temas trascendentales como la dictadura militar o la justicia; no se mencionan pero aparecen como un sonido de fondo imposible de ignorar.
Ya no es Chivilcoy el escenario, como sucedía en las anteriores novelas del autor -La descomposición, Glaxo y Lumbre- sino un pueblo que podría asociarse al paisaje de la Patagonia. Sin embargo, algo de su estilo reaparece en la multiplicidad de historias mínimas que forman una constelación alrededor del protagonista.
"Descubrir una idea, cristalizada o sostenida por un buen ritmo, me despierta el deseo furioso de contar", piensa Cameron. La narración fluye con un fraseo preciso, de respiración saereana, que impulsa a seguir en busca de ese sentido que se insinúa en los recuerdos fragmentarios. Son las imágenes las que terminan conformando la materia de esa memoria enterrada que hacia el final de Cameron da un giro inesperado.
Cameron
Por Hernán Ronsino
Eterna Cadencia. 79 páginas$ 290
V. B.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.