De un amigo del Face que reside en la otra orilla del Río de la Plata:
No llores por mi, Argentina…yo estoy llorando por ti.
¡Estoy caliente con los hermanos argentinos! Muy caliente! Les juro, y perdónenme, me tienen tremendamente decepcionado! Y con toda la modestia de un ser humano de un país hermano, me permito llamarlos a una gran reflexión, sobre el papel -tanto de los políticos -como de los medios de comunicación argentinos. Alguna vez me enojé con las declaraciones de nuestro expresidente Jorge Batlle, tratándolos de corruptos y no se cuántas cosas más, no muy bonitas. Aquello me pareció, en su momento, un destrato entre hermanos; y sin embargo parecería que a muchos de ustedes les gustó, o por lo menos, lo aplaudieron.
Entonces no se van a ofender con mis palabras. Ni podrán acusarme internacionalmente de injerencia en sus asuntos internos y en sus decisiones, ni en ofender su soberanía. Estamos demasiado cerca, somos demasiado hermanos! ¿Cuántos de los nuestros hay allí, y cuántos de los de ustedes están aquí..? Yo veo casi todas las noches, luego de los no muy enriquecedores informativos de nuestra televisión nacional, dos o tres canales argentinos (“América24”, “La Nación”, “TN”, y algún otro) y así como reconozco el profesionalismo de algunos conductores, me preocupa enormemente el mediocre contenido temático y de invitados opinando permanente y casi únicamente, sobre la posibilidad de la vuelta de la señora Cristina Kirchner al gobierno, y su amenaza para la reelección del presidente Macri…!
Hace como setenta años que se vienen tomando el país en joda..! ¡Ojo; lo reconocen ustedes mismos, todas las noches, en esos programas de opinólogos y opinadores buscando su protagonismo. Y que casi siempre son los mismos. Es como un arreglo convenido de tú me ayudas a llenar el espacio y yo te doy protagonismo y cartel, alimentando tus vanidades. Y pienso amigos mío, que ustedes le están haciendo la campaña gratuita más favorable y formidable, deliberadamente o no, a esa señora, y a ese estilo de gobernanza que ha avergonzado y empobrecido económica y culturalmente a la Argentina por tantos y tantos años..! Recapaciten, por favor: yo sé que el gran negocio para ustedes y para los medios de prensa es el sensacionalismo y el chisme, y que ellos les dan muy buenos resultados -de rating y de ingresos empresariales y personales -pero por favor, el compromiso con la nación Argentina es algo mucho más serio, más grande, más sagrado, más enriquecedor para todos los argentinos, que unos programas de chismes mediáticos! Y ya no puede esperar..!
Por favor; la Argentina necesita otra cosa..! Necesita el compromiso y el involucramiento de todos los argentinos para apoyar el primer intento serio de proyectar al país al mundo para posibilitar los beneficios que creo, aún sin conocerlo personalmente, está haciendo este actual presidente. Yo veo, y también leo, el anuncio de la concreción de obras públicas de enorme significación para la calidad de vida de los argentinos; algunas de ellas reclamadas históricamente por la sociedad argentina y nunca encaradas con seriedad y responsabilidad. Obras públicas del más alto interés social, que se inician y se terminan, sin dejar saldos pendientes de promesas incumplidas y enriquecimientos indebidos..!
Obras públicas de primer nivel que se muestran, pese a que nadie -ni siquiera esos cómplices y cobardes empresarios e inversionistas siempre temerosos, y nunca dispuestos a jugarse por un país mejor, las valoran, y que como aves de rapiña sólo esperan el momento de poder arrancarle un dólar más o un pedazo más de lo que quede de sus riquezas a la nación! Cuando deberían estar felices ante la posibilidad de contar con un país serio para desarrollar sus actividades sin pagar peajes extraños, ni avergonzarse ante el resto del mundo, por sus ejemplos de corrupción descarados y vergonzantes.
Vi en estos últimos días la transformación en la hermosísima Estación Constitución, y como alguien dijo: digna de un país europeo! Y yo le dije, No; digna de esa Argentina que siempre quiso ser y pocas veces la dejaron. De esa Argentina de los teatros hermosos, y el arte y el espectáculo deslumbrante de primer mundo. Y no la Argentina del vergonzoso accidente de la Estación Retiro (estando yo de visita en Buenos Aires) y las desgarradoras imágenes de los 53 argentinos que testimoniaron con sus muerte el abandono, la complicidad, y la corrupción en uno de los países más bellos del mundo! ¡Y como si nada; un poco de alboroto y chisme, y ya!
Y he visto también con satisfacción la modernización de puertos, indispensables y vitales para la economía argentina. Y como soy curioso y me gusta informarme, visité la página oficial de Presidencia, y constaté al fin la ejecución de obras vitales para la calidad de vida de los argentinos, como las destinadas a contener las tan comunes y destructivas inundaciones. Y al fín, un plan de cloacas para beneficio de más de 2 millones de argentinos; mejoramiento en el servicio de agua potable; mejoramiento del vital sistema de metrobuses; de trenes, de rutas, de calles asfaltadas, de autopistas de puentes.. Una lucha frontal, como nunca antes, y con las más grandes incautaciones de drogas y narcos de la historia! (Qué inmensos tus ovarios, María Eugenia…!)
Aún recuerdo mi indignación cuando, no hace muchos años atrás, veía por televisión la desesperación, la rabia y la impotencia de miles de ciudadanos en plena ciudad bajando por las escaleras desde pisos altos, muchas veces con sus ancianos mayores y sus bebés a cuestas, para dar testimonio de los cortes de energía que duraban hasta una semana, y tirando los alimentos descompuestos de sus neveras también descompuestas! Mi Dios, ¿cómo pudiste llegar a ésto Argentina? Que le pase a Venezuela, en manos de unos ineptos que han vendido su patria, puedo entenderlo; pero a ti no, Argentina, a ti no te pueden convertir en tercer mundo, ni venderte por migajas..!
Amigos argentinos, los que conocen la historia, las vivencias, los triunfos y los fracasos de su país y de su sociedad, son ustedes, mejor que nadie! Pero les juro que su realidad me duele! Creo que Argentina está llegando, finalmente, a un punto de quiebre inexorable, y su vez insoslayable. Ese punto de quiebre necesario -por suerte aún en democracia y por el voto popular -para decidir si realmente se quiere emprender el largo camino de un país distinto y venturoso hacia el futuro, o si simplemente se abandona el esfuerzo y se cae nuevamente en el populismo y el empobrecimiento de ayer.
La decisión de los argentinos en este próximo período electoral, puede significar, o volver a atrasar al país por varias décadas más, o la continuidad y la consolidación de un sacrificio doloroso y coyuntural compartido, pero necesario para encarar un futuro cada vez más exigente, más incierto y más amenazante. Si Argentina no pone sus mejores hombres y mujeres en el poder, yo no me atrevo a apostar por su futuro!
Que Dios los ilumine; pero favor, ustedes hagan sus esfuerzo priorizando y destacando lo que puede enriquecerlos como nación. Dejen el chisme y el protagonismo mediático, y colaboren difundiendo aquellos mejores esfuerzos, que están saliendo de ustedes mismos.. de los buenos argentinos!
Alberto Rodríguez Genta argentaster@gmail.com
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