PARQUE CHAS....DATE UNA VUELTITA

Parque Chas
Un barrio de diseño enigmático y rutina apacible

Buenos Aires atesora en su interior un sitio cuyo mapa asemeja una huella digital: Parque Chas. Reconocido oficialmente como barrio en 2005, su diseño de calles curvas responde a la tendencia urbanística de década del 20´, que pretendió innovar respecto a los dameros geométricos entonces considerados aburridos. Este singular diseño hace que su travesía resulte una enigmática aventura. La calle Berlín, por ejemplo, nace en el cruce con Gándara y ya en el comienzo ofrece su primera sorpresa: desde el punto de partida puede recorrerse hacia el norte o sur indistintamente. Como en el infinito, el espacio no reconoce rumbos. Hacia adelante sólo se distinguen unos pocos metros a causa del trazado curvo de la calle, única totalmente redonda en la ciudad.
Tres cuadras más adelante aparece otra irrealidad: estamos nuevamente en el cruce de Gándara y Berlín, pero la esquina es otra. Antes de continuar el fantástico viaje vale la pena detenerse, cerrar los ojos y embriagarse de poesía. En ese ámbito tranquilo de casas bajas y verdores escondidos, las fragancias fluyen desde ocultas glorietas y pletóricos jardines. El jazmín prevalece en primavera y cede en verano ante la dama de noche; el otoño, en cambio, huele a viento y a lluvia, mientras el silencio aturde en la soledad del invierno. 

Tres cuadras después, un segundo anuncio de irrealidad nos coloca nuevamente en Gándara y Berlín, pero esta vez reconocemos el paisaje: es el sitio de partida, aunque en ningún momento hayamos desandado el camino. La travesía de seis cuadras nos ha permitido avanzar hacia el pasado, confirmando que la vida, finalmente, es una cuenta regresiva. Verdadero laberinto urbano, Parque Chas constituye una expresión vial de la eternidad circular. Sin duda, un barrio típicamente borgeano.