Hazaña arqueológica en Israel
Los fragmentos de pergaminos, de enorme valor histórico, son los primeros descubiertos en el Desierto de Judea en 60 años
Isabel Kershner THE NEW YORK TIMESFotos de Menahen Kahana/afp.....Los arqueólogos rastrillaron las cuevas a lo largo del Mar Muerto
JERUSALÉN.– Los investigadores israelíes revelaron el martes el reciente hallazgo de varias decenas de fragmentos de los Rollos del Mar Muerto que contienen textos bíblicos de casi 2000 años de antigüedad, piezas que se agregarán al cuerpo de artefactos arqueológicos que permiten reconstruir la historia del judaísmo y el cristianismo primitivo. Los fragmentos de pergaminoson los primeros descubierto sen los últimos 60 años de excavaciones arqueológicas en el Desierto de Judea. Fueron encontrados en el contexto de un proyecto nacional de cuatro años con el que Israel aspira a frenar el saqueó de antigüedades de las remotas cuevas y hendeduras del desierto al este y sureste de Jerusalén, que abarca el límite entre Israel y la Cisjordania ocupada.
El proyecto también reportó el hallazgo de muchas otras rarezas históricas, como una gran canasta tejida con tapa de más de 10.000 años, que podría ser la canasta intacta más antigua que se conserve en el mundo.
Los arqueólogos también encontraron el esqueleto de un niño parcialmente momificado de 6000 años, enterrado en posición fetal y envuelto en tela.
Los Rollos del Mar Muerto, descubiertos mayormente durante el siglo pasado, constituyen las primeras copias conocidas departes de casi todos los libros de la biblia hebrea, además del Libro de Ester, escritas en pergamino y papiro. Datados aproximadamente entre el siglo III a.c. y el siglo I d.c., los textos bíblicos y apócrifos son considerados uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes del siglo XX y siguen siendo objeto de acalorados debates académicos en todo el mundo. Las áridas condiciones del desierto de Judea propiciaron un entorno único para la preservación natural de artefactos y materiales orgánicos que no habrían resistido el paso del tiempo.
Los fragmentos ahora revelados provienen de un rollo descubierto en la así llamada cueva del horror, al sur de Ein Gedi, en territorio israelí. Escrito en griego por dos escribas, el rollo data del período de la revuelta de Bar Kokhba, hace casi 1900 años, cuando los rebeldes judíos huyeron con sus familias a las cuevas para esconderse de los romanos. Los romanos descubrieron y sitiaron a los refugiados en la Cueva del Horror hasta matarlos de hambre. Los primeros arqueólogos que llegaron, durante el siglo XX, encontraron sus cráneos y huesos colocados en cestas en el interior de la caverna.
Los nuevos fragmentos contienen versículos de Zacarías 8: 16-17, incluida parte del nombre de Dios escrito en hebreo antiguo, y versículos de Nahum 1: 5-6, ambos del libro bíblico de los Doce Profetas Menores. Los expertos lograron reconstruir 11 líneas de texto de Zacarías, incluidos los versos, “Estas son las cosas que deben hacer: decirse la verdad unos a otros, hacer justicia verdadera y perfecta en sus puertas. Y no tramar el mal unos contra otros, y no amar el perjurio, porque todas esas son cosas que aborrezco, dice el Señor”.
Oren Ableman, miembro del equipo de la Autoridad de Antigüedades, que conservó y estudió los nuevos fragmentos, describió los artefactos como “otra pequeña pieza del rompecabezas del pasado”. Desde los laboratorios del Museo de Israel en Jerusalén –donde los fragmentos fueron exhibidos a la prensa–, Ableman señala que el concepto de justicia igualitaria presentado en estos versos “sigue teniendo la misma relevancia y significación en nuestros días”.
El primero de los antiguos pergaminos fue encontrado por un pastor beduino en 1947. Décadas después, sin embargo, al Desierto de Judea todavía le quedaban secretos que revelar.
Ante los indicios de que los ladrones seguían buscando y traficando artefactos robados de la zona, las autoridades israelíes decidieron llevar a cabo un estudio exhaustivo y metódico de los acantilados, gargantas y cuevas, que arrancó en 2017.
“Los arqueólogos siempre llegan tarde ”, dijo amir ganor, quien dirige la unidad de prevención de robos de la Autoridad de Antigüedades. “Nos pareció que era hora de adelantarnos a los ladrones”.
Los Rollos del Mar Muerto, descubiertos mayormente durante el siglo pasado, constituyen las primeras copias conocidas departes de casi todos los libros de la biblia hebrea, además del Libro de Ester, escritas en pergamino y papiro. Datados aproximadamente entre el siglo III a.c. y el siglo I d.c., los textos bíblicos y apócrifos son considerados uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes del siglo XX y siguen siendo objeto de acalorados debates académicos en todo el mundo. Las áridas condiciones del desierto de Judea propiciaron un entorno único para la preservación natural de artefactos y materiales orgánicos que no habrían resistido el paso del tiempo.
Los fragmentos ahora revelados provienen de un rollo descubierto en la así llamada cueva del horror, al sur de Ein Gedi, en territorio israelí. Escrito en griego por dos escribas, el rollo data del período de la revuelta de Bar Kokhba, hace casi 1900 años, cuando los rebeldes judíos huyeron con sus familias a las cuevas para esconderse de los romanos. Los romanos descubrieron y sitiaron a los refugiados en la Cueva del Horror hasta matarlos de hambre. Los primeros arqueólogos que llegaron, durante el siglo XX, encontraron sus cráneos y huesos colocados en cestas en el interior de la caverna.
Los nuevos fragmentos contienen versículos de Zacarías 8: 16-17, incluida parte del nombre de Dios escrito en hebreo antiguo, y versículos de Nahum 1: 5-6, ambos del libro bíblico de los Doce Profetas Menores. Los expertos lograron reconstruir 11 líneas de texto de Zacarías, incluidos los versos, “Estas son las cosas que deben hacer: decirse la verdad unos a otros, hacer justicia verdadera y perfecta en sus puertas. Y no tramar el mal unos contra otros, y no amar el perjurio, porque todas esas son cosas que aborrezco, dice el Señor”.
Oren Ableman, miembro del equipo de la Autoridad de Antigüedades, que conservó y estudió los nuevos fragmentos, describió los artefactos como “otra pequeña pieza del rompecabezas del pasado”. Desde los laboratorios del Museo de Israel en Jerusalén –donde los fragmentos fueron exhibidos a la prensa–, Ableman señala que el concepto de justicia igualitaria presentado en estos versos “sigue teniendo la misma relevancia y significación en nuestros días”.
El primero de los antiguos pergaminos fue encontrado por un pastor beduino en 1947. Décadas después, sin embargo, al Desierto de Judea todavía le quedaban secretos que revelar.
Ante los indicios de que los ladrones seguían buscando y traficando artefactos robados de la zona, las autoridades israelíes decidieron llevar a cabo un estudio exhaustivo y metódico de los acantilados, gargantas y cuevas, que arrancó en 2017.
“Los arqueólogos siempre llegan tarde ”, dijo amir ganor, quien dirige la unidad de prevención de robos de la Autoridad de Antigüedades. “Nos pareció que era hora de adelantarnos a los ladrones”.
Con la ayuda de herramientas modernas, como drones capaces de escudriñar todos los rincones y grietas, tres equipos de cuatro personas cada uno trazaron un mapa y rastrillaron más de 80 kilómetros de acantilado sal o largo del Mar Muerto.
En la Antigüedad, el acceso a algunas de las cuevas habría sido más fácil, y la gente sabía usar los senderos de los animales, dice Ganor: en vez de hacer rappel, para las cavernas más remotas habrían usado escaleras de cuerda. Pero en 2000 años el terreno sufrió derrumbes y se abrieron desfiladeros estrechos y profundos.
En las cuevas del barranco de Wadi Murabba’at, actual Cisjordania, los arqueólogos descubrieron un tesoro de artefactos, como la canasta y un escondite con monedas raras de los días de la revuelta de Bar Kokhba, acuñadas con símbolos judíos, como un arpa y palmeras.
En la Antigüedad, el acceso a algunas de las cuevas habría sido más fácil, y la gente sabía usar los senderos de los animales, dice Ganor: en vez de hacer rappel, para las cavernas más remotas habrían usado escaleras de cuerda. Pero en 2000 años el terreno sufrió derrumbes y se abrieron desfiladeros estrechos y profundos.
En las cuevas del barranco de Wadi Murabba’at, actual Cisjordania, los arqueólogos descubrieron un tesoro de artefactos, como la canasta y un escondite con monedas raras de los días de la revuelta de Bar Kokhba, acuñadas con símbolos judíos, como un arpa y palmeras.
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