lunes, 4 de octubre de 2021

LAS PENSADORAS, MARAVILLOSAS LECTURAS


Filósofas en una era tormentosa
Después de su notable Tiempo de magos, Wolfram Eilenberger entrecruza en El fuego de la libertad los desafíos intelectuales que enfrentaron entre 1933 y 1943 cuatro pensadoras que no cedían ante ningún obstáculo
G. S. 

Filósofas en una era tormentosa

Hay libros que son imposibles de cerrar hasta haberlos concluido. Todo lector ha pasado alguna vez en su vida por esa experiencia. Lo que no es frecuente es que algo así suceda con un texto de divulgación filosófica. Y, menos, con dos. Eso es lo que Wolfram Eilenberger (Friburgo, 1972) logra con Tiempo de magos. La gran década de la filosofía 1919-1929 y El fuego de la libertad. Refugio de la filosofía en tiempos sombríos 1933-1943. El primero de ellos, de 2018 y que se conoció en español al año siguiente, recorre una década en la vida y la producción intelectual de Walter Benjamin, Ludwig Wittgenstein, Ernst Cassirer y Martin Heidegger. Los años elegidos por el autor son, en este caso, los que van desde 1919 a 1929, en los que Wittgenstein, tras regresar de la Primera Guerra Mundial, donde combatió en el frente y fue hecho prisionero, renuncia a la herencia paterna, se aleja de la filosofía, y se gana el sustento como maestro en una escuela rural; Benjamin escribe textos periodísticos, mientras va elaborando destellos de sus pensamientos filosóficos; Cassirer ve cómo poco a poco logra consolidar su lugar dentro de la filosofía académica, y Heidegger irrumpe en el ambiente intelectual con su obra capital, Ser y tiempo.
Los años en cuestión son ahora los que van de 1933 a 1943; las protagonistas: Simone Weil, Hannah Arendt, Ayn Rand y Simone de Beauvoir
Luego del éxito alcanzado con Tiempo de magos, era esperable que Eilenberger preparara una nueva entrega. El desafío era que estuviera a la altura del libro anterior. Y no solo lo consigue, sino que con el flamante El fuego de la libertad va incluso más allá. Por un lado, porque la estructura funciona aquí de un modo mucho más ajustado. Nuevamente se trata de una década, nuevamente, de cuatro protagonistas. Pero los desarrollos de las historias, que avanzan año a año, como piezas de un juego de mesa, no son solo paralelos, sino que además en varios momentos del texto se producen cruces transversales generados por encuentros reales o por comparaciones establecidas por el autor. Por otro lado, por la propia potencia de la década elegida y de sus protagonistas. Los años en cuestión son ahora los que van de 1933 a 1943; las protagonistas: Simone Weil, Hannah Arendt, Ayn Rand y Simone de Beauvoir. Cuatro mujeres jóvenes (en 1933 Weil tenía 24 años; Arendt, 27; Rand, 28 y De Beauvoir, 25) que comenzaban a luchar por ganarse un lugar en el terreno de la filosofía, en un mundo que parecía estar a punto de estallar –literalmente– a cada momento. Cuatro mujeres que, más allá de sus enormes diferencias –que justamente mantienen en tensión la lectura de cada capítulo del libro– tienen algo en común: van a fondo en todo lo que hacen. Cada obstáculo es, en ellas, un nuevo desafío.
Ayn Rand (San Petersburgo, 1905; Nueva York, 1982), la autora de La rebelión de Atlas, probablemente sea la menos conocida en términos filosóficos de las cuatro protagonistas. Su adolescencia estuvo marcada por los cambios producidos tras la caída del Imperio ruso y el advenimiento de la Unión Soviética. Estudió filosofía y cine en su país, del que emigró hacia Estados Unidos en 1926, país en el que se radicaría definitivamente. La década abordada en El fuego de la libertad la muestra batallando por hacerse un nombre en el mundo intelectual y político norteamericano. A ese mismo país llegará Arendt (Hannover, 1906; Nueva York 1975), pero recién en 1941. Los años anteriores son los de su exilio en Francia, su amistad con Walter Benjamin, la vivencia de una condición judía de la que hasta entonces no tenía conciencia cabal. Ya en Estados Unidos serán tiempos de disputas con otros exiliados, como Theodor Adorno y Max Horkheimer, de una vasta producción de artículos periodísticos que la enfrenta con grupos sionistas, y del comienzo de sus investigaciones acerca del totalitarismo. Simone de Beauvoir (París, 1908; París, 1986), por su parte, está en plena búsqueda de una voz propia, tanto en la literatura como en la filosofía, al tiempo que vive su intensa relación amorosa e intelectual con Jean-Paul Sartre. El momento crucial, en esta década, es la ocupación alemana de París. Con Sartre movilizado al ejército, la joven profesora se entrega a la lectura de Hegel y Heidegger, aprende a andar en bicicleta y, sobre todo, escribe.
También escribe, en esos años, frenéticamente, Simone Weil (París, 1909; Ashford, 1943). También ella es, durante un tiempo, profesora, conferencista. Pero su sensibilidad la lleva a ir más allá de las palabras. En su diario escribe: “No podrías desear nacer en un momento mejor que este en el que todo se ha perdido”. Su defensa de la dignidad humana, su “solidaridad activa” la lleva a querer estar allí donde se sufren el hambre, la guerra, el desamparo. Siendo profesora, vive en una pensión de camioneros en la que cada mes, luego de sacar de tomar lo mínimo indispensable para vivir, coloca su sueldo en una mesa, para que cada cual se sirva lo que necesite; más adelante, trabaja en una fábrica, luego en una granja en la que aspira a “transformar el cansancio de mi cuerpo y de mi alma en patatas para unas gentes que pasaban hambre”. Eilenberger cita un texto en el que De Beauvoir narra un encuentro con Weil: “Me explicó en un tono cortante que una sola cosa contaba hoy en toda la Tierra: una revolución que diera de comer a todo el mundo. De manera no menos perentoria le objeté que el problema no es hacer felices a los hombres, sino encontrar un sentido a su existencia. Ella me miró fijamente: ‘Cómo se nota que usted nunca ha pasado hambre’. Este fue el final de nuestras relaciones”.
Como ya había hecho en el Tiempo de magos, Eilenberger decide comenzar también aquí por el final, situando el primer capítulo en 1943. Como si con ello quisiera restarle vértigo al texto, advirtiéndonos que no hay un télos, un fin, hacia el cual se dirijan las cuatro historias que se presentan de modo entrelazado. No se trata de ver cómo llegaron al final de esa década, sino de apreciar la intensidad con que la vivieron.


El fuego de la libertad

Por Wolfram Eilenberger

Taurus. Trad.: Joaquín Chamorro Mielke

384 páginas, $ 2399



Tiempo de magos

Por Wolfram Eilenberger

Taurus Trad.: Joaquín Chamorro Mielke

384 páginas / $ 1499

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.