Homero Manzi, la música y la política
Un musical tanguero sobre la vida del gran compositor fallecido en 1951
La de 1946 fue una Navidad amarga para Homero Manzi. Vivía un gran momento de su carrera artística, tenía mucho éxito y prestigio, pero fue entonces cuando se enteró de que padecía cáncer, una enfermedad con la que tuvo que lidiar hasta mayo del 51, cuando se produjo su muerte.
Decidió entonces viajar de inmediato a Lincoln, la ciudad donde había nacido uno de sus grandes amigos y compañero también de luchas políticas, Arturo Jauretche. Los dos habían estado estrechamente vinculados a la fundación de Forja, agrupación de sesgo nacionalista que se opuso al colonialismo que se desarrolló el país durante la Década Infame, iniciada con el golpe que derrocó en 1930 a Hipólito Yrigoyen. Ese conflictivo período histórico y el del primer peronismo son los que aborda el musical Homero. El color de la sudestada, que se ofrece, a las 20, en la sala Caras y Caretas, Sarmiento 2037.
Protagonizado por el Chino Laborde, Roxana Fontán y Claudio Garcés y dirigido Leonardo Nápoli, el espectáculo tendrá funciones todos los domingos de septiembre y octubre.
Tiempos convulsionados
"Es una mirada muy política sobre Manzi -explica Nápoli-. Retratamos el momento en el que participa en la fundación de Forja, sus vínculos con Jauretche y Raúl Scalabrini Ortiz y el debate interno de la UCR cuando el peronismo irrumpió en la escena política argentina. Manzi nunca dejó de ser radical, pero efectivamente simpatizó con el primer gobierno de Perón".
Si bien manda la música original compuesta por José Luis Castiñeira de Dios (las letras son de Fernando Musante), aparecen en Homero. El color de la sudestada fragmentos de algunos de los temas más famosos que compuso Manzi -"Betinotti", "Ninguna", "Fuimos", "De barrio", "Milonga del 900" y "Malena"- interpretados por Claudio Garcés.
"Buscamos tres actores y cantantes que provengan del tango porque es un homenaje que hacemos desde esa perspectiva. Son intérpretes jóvenes, pero con prestigio internacional -asegura Nápoli-. Y su mirada sobre la obra de Manzi es la que tienen las nuevas generaciones tangueras".
Para el director, que ha dirigido varios espectáculos tangueros, entre ellos uno dedicado a Astor Piazzolla, la obra que se estrena hoy "es un diálogo permanente entre lo nacional y lo foráneo, entre la cultura nacional, con las propuestas estéticas y éticas que proponen los paradigmas nacionales, y el abordaje extranjero. Nos preguntamos qué es ser argentino".
A. L.
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