jueves, 13 de diciembre de 2018
HISTORIAS TENEBROSAS,
El castillo de Dracula: la morada del vampiro
¿Has escuchado acerca del famoso Conde Drácula? ¿El monstruo chupa sangre de Transilvania? ¡Pues aquí está el castillo en el que Stocker se inspiró un poco al crear su novela y la leyenda de este auténtico monstruo de la literatura! ¡Vamos a descubrirlo!
El Castillo de Bran
En Rumanía se encuentra uno de los castillos más famosos y mejor conservados del mundo: el Castillo de Bran, mejor conocido por los turistas como “El Castillo de Drácula” Situado cerca de Braşov en Transilvania, este terrorífico castillo se ha convertido en un importante monumento nacional y un punto clave para el turismo rumano, pese a que el vinculo con Drácula es ficticio.
Vlad Draculea
Bran Stocker, asoció a Vlad III o Vlad Tepes, nacido como Vlad Draculea, con su terrible vampiro. Eso se debe a que este personaje histórico adquirió su fama por la forma tan sanguinaria que tenía para castigar a sus enemigos: los empalaba, los atravesaba con un tubo de madera por todo el cuerpo, y se deleitaba con su sufrimiento. Las víctimas podían llegar a agonizar hasta dos días mientras se retorcían de dolor.
Vlad no vivió en el castillo; al menos no hay evidencias de ello, pues él residía en el Castillo de Poenari. Solo se dice que pasó dos días en el Castillo de Bran, cuando fue capturado por sus enemigos. Aún así, pese a no existir una relación demasiado cercana, se dice que el interior del castillo y su arquitectura inspiraron a Bran a recrear su historia.
Bran Stocker nunca visitó el castillo, pero entonces, ¿como pudo inspirarse en él? Esto fue gracias a historias que le fueron contadas, y gracias a los libros. Se puede conocer leyendo, y este escritor lo demostró muy bien. ¡Qué imaginación!
Conociendo el Castillo
Antes de convertirse en un castillo, suceso que ocurrió en 1377, por órdenes de Luis I de Hungría, una fortaleza ocupaba su lugar. De arquitectura única, fue construida por los caballeros de la Orden Teutónica en 1212. El castillo se convirtió en un destino turístico tras la restauración de los 80, y la Revolución rumana que ocurrió en 1989.
Se dice que la fortaleza medieval está valorada en unos 140 millones de dólares, pero los propietarios actuales quieren acabar con el mito de Drácula y el castillo, pues no quieren que sea explotado por esta razón. Ciertamente esto le quitaría parte de su atractivo, pero aunque eso llegue a pasar, los turistas podrán seguir pensando en el vampiro chupa sangre mientras recorren las misteriosas salas del castillo. Ya sea mito o realidad, el castillo pertenece, en cierta medida, al dueño de la noche
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