Buscan proteger el 30% de la superficie terrestre para preservar la biodiversidad
Una organización suiza donará US$1000 millones para alcanzar el objetivo en 2030; las zonas son cruciales para mitigar la crisis climática y como reservorios de agua dulce
Un yaguareté en el Parque Nacional Iberá, una de las cuatro áreas protegidas que se crearon en 2018
Un millón de especies de animales y plantas se encuentran en peligro de extinción y muchas podrían desaparecer en tan solo décadas si no se adoptan medidas urgentes. Así lo estableció un informe de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (Ipbes). A su vez, la tasa global de extinción ya es de diez a 100 veces mayor que el promedio en los últimos 10 millones de años y el 75% de los ecosistemas terrestres y el 66% del entorno marino están gravemente alterados por el ser humano.
Greg Zimmerman, director de Comunicación de Wyss Campaign for Nature, un proyecto del filántropo suizo Hanjsjörg Wyss que contempla la donación de US$1000 millones para proteger por lo menos el 30% del planeta para 2030 y evitar la aceleración de la pérdida de biodiversidad, demostró en un informe que las cifras alarmantes publicadas por científicos aumentaron la demanda por áreas protegidas y esto permitió impulsar varios logros en materia de conservación.
En la última década más de tres millones de m2 de tierra, un área equivalente al tamaño de la India, recibieron protección permanente. Y a casi 22 millones de m2 del océano se les otorgó el estatus de área protegida. Hoy el porcentaje de tierra del planeta protegido ascendió a 15%, y el de los océanos alcanza casi el 8%.
El análisis que hizo Zimmerman usó datos de encuestas de siete países que son, en parte, responsables por el reciente pico de expansión de áreas protegidas en el mundo: la Argentina, Australia, Bélgica, Canadá, Francia, Alemania y Reino Unido. Allí, sus ciudadanos expresaron un enorme deseo de contar con medidas más fuertes para proteger la naturaleza.
Según el informe, la conexión entre el apoyo público para la conservación de la tierra y los océanos y las acciones de los funcionarios elegidos resulta evidente. Tan solo el año pasado, en la Argentina se crearon cuatro parques nacionales y dos áreas marinas. A la par, una encuesta de Elypsis, encargada por The Conservation Land Trust (CLT), reveló en marzo pasado que el 91% de los argentinos quieren que sus líderes elegidos promuevan nuevas áreas protegidas.
“El apoyo popular tomó relevancia ahora, porque la gente comenzó a experimentar en carne propia los impactos de la modernidad. La gente tomó conciencia de que la degradación de la tierra y del agua es perjudicial para sus vidas y pone en riesgo el futuro de la humanidad”, explicó Zimmerman.
El caso de la Argentina no es el único. En 2015 menos del 1% del territorio marino de Canadá gozaba de protección permanente. Actualmente, casi el 14% de los océanos nacionales están protegidos. A su vez, el año pasado el país anunció una inversión de 1350 millones de dólares canadienses para la conservación de la naturaleza.
“Si bien los parques nacionales no resolverán todo, son la herramienta clave y más económica para mitigar el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad. La gente se está empezando a dar cuenta de esto y los gobiernos comenzaron a actuar”, señaló Zimmerman.
Durante la Cumbre sobre la Acción Climática, que se celebró el mes pasado en Nueva York, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, indicó el rol activo de la sociedad en el cuidado del medio ambiente: “Tarde o temprano todos los gobiernos caen en la influencia de la opinión pública. Necesito que la sociedad se comprometa en la acción climática”.
Sin embargo, el reporte también alerta sobre dos países en particular donde los funcionarios elegidos no responden al apoyo generalizado de mayor protección ambiental. Este es el caso de Brasil, donde un sondeo de agosto pasado demostró que un 95% de los votantes están de acuerdo en que la Amazonia es “imprescindible para el orgullo nacional y la salud ambiental del país”. No obstante, la deforestación allí se duplicó entre enero y agosto, y en lo que va del año ya hubo en la selva 78.383 incendios forestales, un 85% más que en el mismo período del año pasado. Además, el presidente Jair Bolsonaro en la ONU incluso sostuvo que “decir que el Amazonas es el pulmón del mundo no tiene sentido”.
Algo similar ocurre en los Estados Unidos, donde, según el reporte, los legisladores a nivel federal “han intentado eliminar las protecciones de las zonas naturales a lo largo de los últimos tres años”.
Pese a eso, Zimmerman manifestó que el próximo año será “absolutamente crítico” porque más de 190 países se reunirán en China durante la Convención sobre la Diversidad Biológica para adoptar medidas conjuntas y así alcanzar por lo menos el 30% del planeta protegido. “También se evaluará aumentar el financiamiento del manejo de las áreas ya reconocidas para que no sean solo parques de papeles”, dijo. Y resaltó el triunfo de la semana pasada durante la Pre COP en Costa Rica, cuando varios países (entre ellos Francia, Finlandia y el Reino Unido) lanzaron la High Ambition Coalition for Nature, una iniciativa para comprometerse con la meta de conservación del 30%.
B. P.
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