Entrenamiento. Poné los genes a tu favor
Es fácil creer que la base de todo está en nuestros genes. Es un pensamiento que permite liberarnos de muchas culpas, "porque total ya nací así". Es, en muchos casos, una gran excusa. Y aunque puede suceder que los genes nos predispongan para ciertas condiciones o enfermedades, siempre hay forma de tomar las riendas en el asunto. Una de ellas, con la que me interioricé en el último tiempo gracias a la licenciada Gisela Brunetti, nutricionista, es la nutrigenética.
Estoy hablando de modular nuestros genes para lograr un rendimiento deportivo óptimo. "Si bien la información de nuestros genes la heredamos y es única, hoy sabemos que el modo de vida que llevamos, el ambiente y la nutrición pueden condicionarla y modificarla para potenciar nuestra salud. Es lo que conocemos como epigenética", ilustra la profesional, especialista en esta disciplina. Nos permite identificar el efecto de los genes en los procesos biológicos clave, a fin de realizar una intervención nutricional para que la genética se exprese al máximo y de forma ideal: sacar el mejor provecho de que aquello que nos fue dado al nacer.
Hace rato que sabemos que el binomio actividad física más nutrición es la llave a una mejor calidad de vida y a un mejor rendimiento, ya que muchos nutrientes juegan un rol trascendental en nuestra mejora. "Las vitaminas del complejo B están involucradas en el metabolismo de macronutrientes: por ejemplo, la vitamina B6 es necesaria para convertir los carbohidratos en glucosa y así obtener energía para el organismo", detalla Brunetti. Niveles óptimos de vitamina D también son claves para regular niveles de calcio y fósforo en la reabsorción del calcio renal y en la formación y mineralización ósea. Y la vitamina C, además de ser un poderoso antioxidante, está involucrada en la hidroxilación de la prolina y lisina, que forman el colágeno -componente esencial de huesos, articulaciones, ligamentos, tendones y vasos sanguíneos.
El rendimiento deportivo está influenciado por una parte genética y una ambiental. En esta última hay variaciones que pueden condicionarlo. "Conocer la información genética puede ser útil al elegir un deporte o actividad, porque nos permite saber para cuál estar más capacitados y así potenciar aptitudes, además de conocer aspectos de la gestión de nutrientes para alcanzar esos objetivos", detalla. Lo que busca la nutrigenética es recomendar sobre riesgos y beneficios de la interacción de genes y nutrientes, y así tomar decisiones nutricionales más inteligentes y acordes a cada perfil. Esta dedicación asegura una mayor adhesión al plan de alimentación y una planificación de entrenamiento. "Venimos con un manual de instrucciones de fábrica, pero puede ser convertido en el mejor libro de vida a través de estrategias nutricionales y de actividad personalizada", apunta Brunetti. ¡Difícil pedir algo más!
Cuatro libros
Para mantener la mente en forma
Mañanas milagrosas, Hal Elrod
Soltar para ser feliz, Mario Massaccesi y Patricia Daleiro
Soy coach y ahora qué, Rocardo Melo
Reinventarse, Inés Olivero
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