viernes, 3 de febrero de 2023

DUDAS SOBRE EL CENSO 2022


Censo 2022: los expertos cuestionan la baja calidad de los datos
relevamiento. Les llama la atención el tiempo que necesitó el Indec para brindar solo información provisional; advierten que no se pueden desarrollar políticas públicas
Evangelina HimitianRecoleta, el barrio porteño que menos creció en 10 años
Llamó la atención la escasez de datos. A casi nueve meses de realizarse el Censo 2022, la presentación de datos provisorios que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) es apenas un archivo de 82 páginas, en la mitad de las cuales se explican aspectos metodológicos, mientras otras ocho reproducen los formularios de la encuesta.
Los datos concretos van de la página 11 a la 52 y permiten determinar cuántos habitantes hay, cuántas viviendas, cuántas personas se autoperciben no binarias, aunque no es concluyente ni siquiera sobre exactamente cuántas mujeres y cuántos hombres viven en el territorio nacional, ya que por alguna razón no se contabilizó en ese número a quienes residen en viviendas colectivas, como hogares, institutos o cárceles, entre otras.
El escaso nivel de profundidad y de desagregación de los datos que se presentaron en el censo resultó llamativo para quienes trabajan con estadísticas y estaban esperando con interés sus resultados. Razones no faltan: tener una buena base de datos es la clave para adoptar en los próximos tiempos políticas públicas acordes con la realidad de la población. Tomar decisiones sobre la base de números viejos o sobre proyecciones sería desaprovechar la oportunidad histórica que brinda un censo y dejar pasar los años en los que los números y la realidad de los hogares se parecen.
“Es muy llamativo. No me sorprende, porque lo habían anticipado. Lo que se presentó no va al fondo de los temas en políticas públicas. Algo pasó. Ya deberían estar la totalidad de los datos procesados. Se viene demorando todo y no sabemos qué pasó y qué tenemos que esperar”, apunta Rafael Rofman, economista, especialista en demografía social de la Universidad de Berkeley y consultor del Banco Mundial.
“El censo nacional es una herramienta fundamental de políticas públicas y, en este caso, era muy importante porque veníamos de censos problemáticos: el anterior, que se hizo el día de la muerte de Néstor Kirchner, y el de 2001, en plena crisis, donde tuvimos censistas negándose a censar. Esta era la oportunidad de resetear el sistema con información de calidad. Ayer [por anteayer], los datos fueron muy magros. No aportan mucha información. Cuanto más rápido los tengamos, más importante va a ser en términos de toma de decisiones. Cuanto más tiempo pasa, más se diluye”, explica Rofman.
“Los datos fueron escasos y poco profundos. La información no es amplia ni precisa. Este nivel de desagregación en censos anteriores estaba disponible a los 30 o 40 días, no a casi nueve meses. No tenemos más información que la que se difundió. Pero es evidente que algún problema están teniendo, porque este era el censo tecnológico, los datos se suponía iban a estar antes”, afirma José Donati, director general de Estadística y Censos de la ciudad de Buenos Aires. “Era esperable que se diera un nivel de información con mayor profundidad sobre franjas etarias y grupos poblacionales. Nada de esa información está disponible. En términos de políticas públicas, es una información que no sirve para tomar decisiones”, agrega.
Juan Camisassa es coordinador de Protección Social del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), una organización que realiza recomendaciones en materia de políticas públicas al Gobierno sobre la base de estadísticas y proyecciones.
“Es una información clave para cualquier gobierno que quiera tomar decisiones sobre la base de la evidencia. Permite un nivel de desagregación tal que es la mejor forma de alcanzar al total de la población. Por ejemplo, en infancia, nos permitiría saber cuántos chicos no están siendo alcanzados por los programas de protección y tomar decisiones. Esos datos no se presentaron. El tema con los censos es que aportan información vital, pero que en un determinado momento se desactualiza. Los primeros años poscenso son los más importantes. Si no estamos trabajando con números sobre la base de proyecciones, porque los datos del censo anterior están desactualizados”, explica Camisassa.
Caída de nacimientos
“No tenemos datos desagregados por edad. Por ejemplo, un dato que estamos esperando es la caída en los nacimientos, que se viene profundizando en los últimos cincos años. De eso no sabemos nada. Podríamos saber en qué hogares bajó la natalidad. Todo esto trae un cambio demográfico, no hay que demorar en definirlo. Significa que, a este ritmo de envejecimiento de la población, el bono demográfico se va a profundizar, pero va a ser más breve”, apunta Rofman.
El bono demográfico es una ventana de oportunidad, dicen los especialistas, que se produce cuando la población activa es mayor que la población dependiente: niños y adultos mayores. “Si nacieron 34% menos de niños en los últimos cinco años, significa que en los próximos años va a haber 34% menos de chicos en las escuelas, que necesitarán menos pediatras, etcétera. Mejoran las oportunidades económicas de una sociedad, pero dura poco tiempo, apenas hasta que esos niños llegan a la vida adulta”, explica Rofman. “Hay que aprovechar ese tiempo para invertir en esa generación por ejemplo con educación de mayor calidad, para cuando sean adultos y se acabe el bono y tengan que sostener económicamente a mayor cantidad de población dependiente”, explica.
Camisassa agrega: “A través de la Dirección de Estadísticas de la Nación, vimos una caída muy grande en la tasa de natalidad entre 2014 y 2020: un 34%; es la más grande. Además, la fecundidad adolescente bajó 55%. Esto afecta las proyecciones poblacionales. Puede haber una diferencia entre lo que se calculaba y la realidad”. Las causas son varias y aún son hipótesis: los cambios sociales y culturales motorizados por el avance del feminismo, la decisión de retrasar la maternidad y el mayor acceso a métodos anticonceptivos hicieron que bajaran los embarazos no intencionales, se explica.
“Si la población infantil no creciera por el tema migratorio, estaríamos teniendo menos niños que los que creíamos en las proyecciones. Es una buena noticia. El embarazo en la adolescencia es una de las principales razones de abandono escolar. Este dato permitirá fortalecer trayectorias escolares. Sin embargo, en términos de mediano y largo plazo, esto estará acompañado de un envejecimiento. Ahí el bono demográfico se acaba y va a haber una mayor tasa de dependencia, al aumentar la relación entre personas en edades de trabajar y personas dependientes”, dice Camisassa

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.