CUANDO LA MENTIRA ES LA VERDAD ¿O NO?

Sir Paul, el caballero que se ríe del tiempo

El 9 de noviembre de 1966 Paul McCartney murió en un accidente automovilístico, a los 24 años, cuando estaba en el apogeo de su carrera. El cantante y bajista de los Beatles falleció en el acto cuando se estrelló su Austin Healey en un camino de Londres tras haber abandonado los estudios de Abbey Road. Afortunadamente para sus millones de fans, interesado en que la banda continuara activa, el MI5 -el servicio de inteligencia británico- lo reemplazó rápidamente con William Campbell, ganador poco antes del concurso "El doble de Paul McCartney". Desde entonces, el Paul que vemos y escuchamos en los escenarios es tan sólo una copia, más fiel en lo físico que en el talento del original.

Está insólita versión es una de las más disparatadas, pero a la vez más difundidas teorías conspirativas que pueden encontrarse en la web. Algunas, como esta misma, son anteriores a la invención de Internet, pero la red de redes ha ayudado a la proliferación de las leyendas urbanas y de innumerables foros donde imaginativos internautas aportan "evidencias" que alimentan el mito. Una de estas últimas "pruebas" fue un supuesto informe de Scotland Yard confirmando el deceso, que habría sido filtrado por Wikileaks. El sitio a cargo del atribulado Julian Assange, que ha revelado miles de cables oficiales, debió desmentir la autenticidad del reporte, pero eso es sólo un detalle para los seguidores de estas teorías, que con las desmentidas sólo confirman la "conspiración".

Mientras tanto, Paul McCartney, que públicamente se ha referido, sin perder el humor, a los rumores sobre su propia muerte ("Creo que lo peor fue que pude ver a gente mirándome un poco más de cerca como diciendo: ¿siempre fueron así sus orejas?") continúa, medio siglo después, a los 73 años, deleitando a sus fanáticos de varias generaciones alrededor del mundo, como lo hizo esta semana en la Argentina.
La vigencia de sus clásicos -Yesterday goza ya de increíblemente jóvenes 51 años- es la confirmación de su vigencia como figura en el mundo de la música, donde sólo los Rolling Stones mantienen como él una actividad que les permite, escenario tras escenario, continuar sumando fanáticos sin distinción de edades.

Es probable que Sir Paul no vuelva a pisar nuestras tierras -
difícilmente la inminente visita a Buenos Aires de Yoko Ono sea consuelo para los fans-, pero está claro que él se ríe del tiempo, como de los falsos rumores. Y si alguien insiste en creer en extrañas leyendas y teorías conspirativas, al menos debe admitir que William Campbell lleva medio siglo cumpliendo muy bien su papel.
J. N.