La inmigración Polaca a la Argentina desde el tiempo de la Revolución de Mayo 1810
Los primeros polacos en arribar a territorio argentino provenían de las filas militares. Un gran grupo llegado a estas playas eran soldados de Napoleón que lucharían luego por la independencia del país.
Polonia, históricamente limitada por distintos reinos y estados y confesionalmente católica, sufrió distintas invasiones y desmembramientos territoriales hasta lograr sus límites actuales. Este particular derrotero histórico, sumado a factores socio-económicos originó distintas "diásporas" de las cuales la Argentina ha sido parte
Un poco de historia...
Los primeros polacos en arribar a territorio argentino provenían de las filas militares. Un gran grupo llegado a estas playas eran soldados de Napoleón que lucharían luego por la independencia del país [ ].Durante el siglo XIX fueron contratados polacos por el gobierno argentino para realizar tareas de cartografía o para que se dedicaran a la enseñanza, la medicina, etnografía y geología.
Polonia, históricamente limitada por distintos reinos y estados y confesionalmente católica, sufrió distintas invasiones y desmembramientos territoriales hasta lograr sus límites actuales. Este particular derrotero histórico, sumado a factores socio-económicos originó distintas "diásporas" de las cuales la Argentina ha sido parte
Un poco de historia...
Los primeros polacos en arribar a territorio argentino provenían de las filas militares. Un gran grupo llegado a estas playas eran soldados de Napoleón que lucharían luego por la independencia del país [ ].Durante el siglo XIX fueron contratados polacos por el gobierno argentino para realizar tareas de cartografía o para que se dedicaran a la enseñanza, la medicina, etnografía y geología.
Como la inmigración en aquellos tiempos no fue perfectamente controlada no se cuenta con los registros suficientes, sin embargo podemos decir que la primera inmigración polaca organizada data de julio de 1897, si bien no se caracterizó por ser justamente demasiado organizada. En realidad el destino original del barco que transportaba a este importante grupo de inmigrantes era a América del Norte.
Cuenta la historia que cuando el barco zarpó del puerto, algunos de sus pasajeros no cumplían los requisitos para entrar por lo que la empresa marítima sugirió que se los trasladase a Argentina, donde había mucha tierra que trabajar. La gran mayoría provenía de Galitzia Oriental (Polonia bajo Austria).
Al llegar a Buenos Aires, la Dirección de Inmigración no logró ubicar a todos los polacos ya que ninguna de las personas que allí trabajaban lograban entender el idioma. Aquí es donde interviene Don Miguel Szelagowski, que fue uno de los responsables de que este grupo de inmigrantes polacos se quedara en Argentina además de colaborar con muchos flujos migratorios provenientes de Polonia.
Esta ola de inmigrantes tuvo una influencia decisiva en el crecimiento social y económico de Misiones. Fueron los polacos quienes protagonizaron el primer proyecto de colonización agrícola en tierra misionera.
Hasta 1919 los inmigrantes polacos eran registrados como rusos, alemanes o austríacos. Pero a partir de ese año y hasta 1945, los polacos ocuparon el cuarto lugar entre las colectividades de inmigrantes. Fueron muchos los inmigrantes que arribaron a estas tierras especialmente en el período entre las dos guerras mundiales (1918-1939).
La inmigración producida a partir de la primera posguerra fue la que aportó el mayor flujo de polacos a la Argentina. Comodoro Rivadavia, ciudad de inmigrantes fue el destino de algunos que se dedicaron principalmente en la actividad petrolera, pero también de un segundo grupo durante la Segunda Guerra Mundial. Muchos de ellos contaron desde los inicios de la década del 20 con la ayuda de la Asociación polaca que perdura hasta hoy. La primera oleada, a partir de la década del 20, se asentó mayoritariamente en la zona petrolera pero también unos pocos decidieron poblar la zona rural de la provincia de Chubut. La segunda oleada desde los inicios de la Segunda Guerra Mundial hasta la década del 50 aproximadamente, fue netamente urbana y estuvo integrada por los llamados "nuevos polacos." Estos flujos fueron parte de la inmigración polaca atlántica, de aquellos 350.000 polacos, que entre 1864 y 1938, llegaron a América Latina. Marcin Kula, menciona que la mayoría se dirigió a Brasil o Argentina, y más de 200.000 lo hicieron en el período de entre guerras, coincidiendo con el momento de organización del segundo estado polaco.
El último gran grupo que llegó a la Argentina lo hizo entre 1946 y 1950. Refugiados de guerra, en su mayoría ex soldados, conformaron esta última e importante ola inmigratoria (entre los que se encontraban 16.020 ex soldados polacos). Este grupo organizado que llegó al país estuvo compuesto por los “dipis”, hombres y mujeres que luego de luchar por su Patria en la Segunda Guerra Mundial no tuvieron lugar en la Polonia comunista.
Con la llegada de los dipis las diferencias al interior de la colectividad en Buenos Aires se multiplicaron y aparecieron nuevas agrupaciones.
Esta inmigración es diferente a todas las anteriores, ya que eligieron la vida de la ciudad diferenciándose de grupos anteriores que se asentaron en el interior del país en áreas rurales.
Este último grupo de inmigrantes estuvo compuesto mayormente por intelectuales que rechazaban los cambios que se llevaron a cabo en Polonia.
Se establecieron sobre todo en Buenos Aires donde se incorporaron activamente en la labor organizativa y cultural de la colectividad, creando varias organizaciones de profesionales y de ex combatientes según las diferentes tropas del ejército polaco que combatió junto a los Aliados.
¿Quiénes llegaron?
Se pueden diferenciar distintos grupos de inmigrantes polacos según su religión. Los polacos cristianos católicos (25%), los rutenos cristianos ortodoxos (45-50%) y los polacos judíos (25-30%).
Otro aspecto interesante de la inmigración polaca después de la 2ª Gran Guerra es la de los nobles que perdieron todo a manos de los nazis y los soviéticos. Familias terratenientes de antiguos vínculos con la realeza europea pasaron de tener todo a empezar con nada en Argentina.
Entre otros tantos estaban los príncipes Carlos y León Radziwill, Andrés Grabia Jabrzykowski, el conde Henryk Sobañski y también los condes Zoltowski. Muchos de ellos eran intelectuales que influyeron enormemente para mantener y difundir la tradición polaca en la Argentina.
Si bien se estima que los flujos migratorios de origen polaco fueron importantes, no es fácil determinar la cantidad de polacos que inmigraron a la Argentina.
Hasta 1919 los mismos eran registrados como rusos, alemanes o austriacos.
En 2004, la embajada de Polonia en Argentina consideraba que la comunidad polaca era la tercera entre las colectividades de descendientes de inmigrantes, detrás de la italiana y la española, estimándola en unas 500.000 personas,[ ]resultando así la sexta congregación de polacos fuera de Polonia.
Vida institucional
Nasz Balet, de la Unión de los polacos en la RA. Día del Inmigrante, Museo Nacional de la Inmigración Buenos Aires, 4 de septiembre de 2008 Fuente: colectividades argentinas.blog.arnet.com.ar Foto tomada por María González Rouco.
Unión de los Polacos
Hacia 1930 en nuestro país, la colectividad polaca comenzó a desarrollar una vida cultural importante.
Especialmente en la localidad de Berisso, donde se estableció gran parte de la colectividad, tras la formación de la Unión Polaca en Berisso, comenzaron a surgir grupos teatrales en idioma polaco, el equipo de fútbol llamado “Gydnia”, el grupo de boy scouts y también el Coro que actualmente continúa sus actividades en la Unión Polaca en la República Argentina, que tiene sede en el barrio de Palermo, sobre la calle Borges al 2076.
Esta institución, fundada formalmente en 1940, desarrolla todo tipo de actividades culturales, incluso organiza actividades deportivas para su juventud polaca, en campos de deporte situados en Burzaco donde también se han establecido muchos polacos.
Dentro de la misma también se encuentra la Casa Polaca, un restaurante de comida polaca típica que hace 18 años ofrece la mejor comida polaca en Argentina. El restaurante está abierto de martes a sábados de 20 a 0.30 hrs.
Ognisko Polskie
El 18 de octubre de 1930, la comunidad polaca en la Argentina decidió crear un centro social que aglutinara y cobijara a sus compatriotas. Lo bautizaron con un nombre muy familiar en el idioma polaco, “Ognisko Polskie” que de alguna manera se puede traducir como el “Fogón Polaco”, el “Hogar Polaco”.
Indudablemente todo el trabajo realizado por los hombres y mujeres de siete décadas es honrado con más trabajo y más esfuerzo. De este homenaje se sentirían muy felices el entonces Delegado de la República de Polonia, el Ministro Wladyslaw Mazurkiewicz, quien colocó los primeros ladrillos del edificio que hoy alberga a la sede de Ognisko; también lo estarían los padres Wadyslaw Zakrzewski y Aleksander Michalik, quienes brindaron su apoyo material y moral.
Los diferentes presidentes de Ognisko junto a muchísimos colaboradores han buscado, con éxito, seguir el camino trazado por sus fundadores y por el primer presidente de Ognisko, José Janicki. Los seguidores de estas primeras personas, que tanto han soñado en esos años difíciles para Buenos Aires y para el mundo, hoy mantienen muy en alto el estandarte de Ognisko con la imagen de la Virgen de Czestochowa y la antorcha que los fundadores han encendido hace 77 años.
Ognisko siempre estuvo presente cuando Polonia necesitó su ayuda, así se tratara de reunir fondos para ayudar a las víctimas de la II Guerra Mundial o de enviar voluntarios. También fue un refugio para los combatientes, quienes a su llegada a Buenos Aires encontraron un lugar apacible donde reunirse. Esta nueva inmigración se reunió aquí hasta que pudo tener su propia casa.
Y así se podría seguir hablando de todo cuanto hacen día a día, sin olvidar que son las señoras del Círculo de Damas de María Sklodowska Curie quienes se encargan del cuidado del monumento a Juan Pablo II que está emplazado en los jardines de la Biblioteca Nacional.
Biblioteca Ignacio Domeyko
La Biblioteca Ignacio Domeyko, ubicada en la Casa Polaca (J.L.Borges 2076) fue fundada por iniciativa de la colectividad polaca radicada en la Argentina. La idea de su creación surgió en el año 1960, para constituirse en un monumento de homenaje a los 1000 años del nacimiento de Polonia. La misma también tendría la misión de funcionar como centro de difusión de la cultura polaca para la Argentina y Latinoamérica.
Los socios fundadores lograron reunir los fondos necesarios y el día 4 de junio de1960 tuvo lugar la primera asamblea constitutiva que dio origen a la Asociación Biblioteca Polaca Ignacio Domeyko.
El patrimonio inicial de la biblioteca se fue formando gracias a donaciones realizadas por bibliotecas existentes en otros países y al aporte de coleccionistas particulares. También se establecieron contactos con instituciones y editoriales de Polonia y de otros países, entre ellos Francia, Inglaterra y Estados Unidos, las que pronto comenzaron a enviar sus publicaciones. En el año 1964, se decidió que la biblioteca debía contar con un local propio, el mismo fue construido en el predio de la Unión de los Polacos en la República Argentina en el tradicional barrio de Palermo.
Periodista entrevistando a una mujer polaca. Buenos Aires Celebre el Día del Inmigrante, septiembre 2009. Foto tomada por Alan J. Steinberg
Centro de Recordación de los Héroes Polacos
Inicialmente creado como un sitio trilingüe de Internet, el Centro de Recordación de los Héroes Polacos, fundado por el Dr. Marcos Resnizky, se dedica fundamentalmente a conectar a los polacos, permitiéndoles compartir información, investigaciones, datos. Tiene como objetivo inicial, luchar contra la discriminación y la intolerancia de cualquier tipo, promoviendo la tolerancia y el respeto a la diversidad como código primero.
Una de sus principales actividades es la muestra fotográfica itinerante “Instantáneas de un Genocidio”, preparada para ser exhibida en toda Latinoamérica a modo educativo. La muestra es auspiciada por le Embajada de la República de Polonia.
La muestra consiste en 30 fotografías del periodista e historiados polaco Tomasz Wisniewski, quien trabajó duramente muchos años en la recopilación de documentos históricos, postales y fotografías de la comunidad judía en Polonia.
Prensa Polaca
Así como las demás colectividades, la colectividad polaca ha publicado numerosos periódicos desde su establecimiento en Buenos Aires tanto en idioma castellano como en polaco. Algunos periódicos recordados son: Echo Polskie, Gazeta Polska, Glos Polski, Kurjer Polski, La Mosca, La Nueva Polonia, Lud, Nowy Kurier, Ogniwo, Oredownik, Osa, Osadnik, Pobudka, Polonia Liberada, Primer Semanario Polones, Przyjaciel Ludu, Slowo Polskie, Syd og Nord y Tygodnik Polskie, entre otros.
La Hora de Polonia
La comunidad polaca también se encuentra en su espacio radial. Los domingos a las 8 am, por Radio Gama (1400 AM), “Odzina Polska” (La hora de Polonia) se hace su lugar brindándole a la comunidad lo mejor de la música tradicional polaca, información y actualidad de la colectividad local y el país de origen.
En el año 2006, la Embajada de Polonia en Argentina ha galardonado al programa por su aporte a la colectividad y su difusión de la cultura polaca.
Aportes a la cultura porteña
Artistas Reconocidos
Don León Untroib, maestro de fileteadores, nació el 25 de diciembre de 1911 en Ostrow, Polonia. A sus doce años arribó a Buenos Aires junto a su familia. Su padre, quien se había dedicado siempre a la decoración de arcones, comenzó a delegarle tareas del oficio hasta que su habilidad lo convirtió en una figura del filete, característica porteña que embellece carros, camiones y colectivos.
Basia Kuperman nació en Varsovia, Polonia, y llegó a Buenos Aires a sus ocho años a pesar de lo cual adoptó la nacionalidad recién en 1967. Su obra puede encontrarse en numerosos murales de edificios privados y escuelas públicas de la Capital. En 1963 fundó el Instituto Vocacional de Artes Plásticas Uruti para niños y adultos, reconocido tanto a nivel nacional como internacional.
Personalidades destacadas
José Ber Gelbard
Este particular inmigrante polaco fue un importante empresario y activista político de la Argentina que llegó a ser Ministro de Economía durante la tercera presidencia de Juan Domingo Perón. De origen judío polaco llegó a la Argentina en 1930, donde castellanizó su nombre como José. Fue vendedor ambulante en las provincias de Tucumán y Catamarca y con el tiempo tomó forma como jefe de los empresarios nacionales.
Fundó la Confederación General Económica (CGE), que agrupaba a pequeños y medianos comerciantes, industriales y productores agropecuarios. Estuvo aliado a las políticas económicas desarrollistas de Arturo Frondizi, de generales nacionalistas pero sin embargo fue seguidor incondicional de Juan Domingo Perón.
En 1973 asumió como ministro de economía de Héctor Cámpora y continuó en su cargo con el regreso de Juan Domingo Perón. Ber Gelbard puso en marcha un plan económico que consideraba central para el bienestar de los argentinos, contemplando el crecimiento del mercado interno, con sueldos altos y desarrollo de la producción industrial y agropecuaria para abastecer el consumo. Gelbard también fue ideólogo del denominado plan 0, el cual implicaba que la inflación se mantuviese estable, lo logró durante ciertos períodos manteniendo más de 300 productos de la canasta básica a precios estables y también acordando la estabilidad en los sueldos de miles de trabajadores; mientras duró el plan parecía ambicioso, pero por diversas razones no perduró y el país ya entraba en una etapa de inestabilidad socio-política Su plan no pudo llevarse acabo como él lo había pensado. Fue perseguido durante la dictadura militar en 1976, se le quitó la nacionalidad argentina y tuvo que exiliarse en los Estados Unidos, donde finalmente falleció. Recuperó póstumamente su ciudadanía en 1987.
Jordán Wysocky
Wysocky nació en 1839 en Piñczow, Polonia, bajo el imperio del Zar de Rusia. Con una familia bien posicionada económicamente que le brindaba la posibilidad de estudiar, se recibió de Ingeniero e inmediatamente comenzó a trabajar en el tendido de líneas férreas polacas. En el año 1867, a raíz de las contiendas sucedidas en Europa y convocado por su compatriota el Gral Czet, Jordán decidió abandonar Francia y arribó a la Argentina, con su esposa e hija. Su primera labor en este país fue como delineante topógrafo. Durante años trabajó en la construcción de ferrocarriles, uniendo diversas ciudades de nuestro país. En 1874, el Presidente Sarmiento le ordenó el diseño del Parque Tres de Febrero, actualmente conocido como los “Bosques de Palermo”.
En 1881 realizó uno de sus trabajos mas reconocidos, el edificio del Departamento de Agricultura, que aún existe en el Jardín Botánico. En 1882 Wysocky proyectó que el Cuartel de Artillería del Retiro podía pasar a ser provisoriamente el Colegio Militar y ya a partir de 1883 se encargó de los materiales para la construcción del Cuartel de Artillería de Palermo. Ese mismo año, habiéndose hecho un lugar muy valorado, Wysocky falleció pasando a la memoria como una personalidad influyente de la colectividad polaca.
El 19 de julio del año 2006, en la Plaza Coronel Jordán Wysocki, ubicada en Av. Figueroa Alcorta esquina Intendente Pinedo, se realizó un acto de conmemoración y colocación de una placa en homenaje al Coronel.
Barrios, calles, plazas y monumentos
Buenos Aires recuerda a Polonia a través de la nominación de diversas calles y plazoletas con referentes de este país europeo. Entre las calles figura la calle Copérnico, recordando al brillante astrónomo; la Avenida Curie María, en honor a la científica premio Nobel; la calle Polonia recordando a esta tierra de valerosos inmigrantes, al igual que la calle Varsovia, capital de Polonia.
La plaza Jordán Czeslaw Wysocky recuerda al militar e ingeniero de origen polaco que emigró a nuestro país y la plazoleta Mariscal Pilsudski, en alusión al presidente polaco, quien contribuyó a la proclamación de la nueva constitución.
María Skolodowska de Curie, renombrada científica polaca quien obtuvo en dos oportunidad el premio Nóbel, también es homenajeada por un monumento en el Parque Centenario de la Ciudad de Buenos Aires. El mismo es un busto de mármol obra de Santiago Parodi y fue una donación del Instituto Cultural Polaco a la Ciudad.
Curiosidades
¿Quién hubiera imaginado que un nieto de Napoleón de origen polaco estaría enterrado en la Recoleta?
Ver fuentes consultadas
Memorias de Inmigrantes I, Dirección General de Relaciones Institucionales, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Monumentos y Obras de Arte en el Espacio Público. Colección cuadernos educativos, Buenos Aires,
Comisión de Preservación del Patrimonio Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, 2001.
Nogués, Germinal, Buenos Aires, ciudad secreta, Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 2003.
Piñeiro, Alberto Gabriel, Las calles de Buenos Aires. Sus nombres desde la fundación hasta nuestros días, Buenos Aires,
Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, Secretaría de Cultura, Gobierno de Buenos Aires, 2005.
Piñeiro, Alberto Gabriel, Barrios, calles y plazas de la Ciudad de Buenos Aires. Origen y razón de sus nombres, Buenos Aires, Patrimonio e Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, Secretaria de Cultura, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, s/f.
“Todo es Historia, En la Escuela”, Suplemento de Ciencias Sociales para docentes de EGB y Polimodal. Suplemento Nº4, abril del 2000. Museo Roca, Proyecto “Las Huellas Polacas en la República Argentina” sitio web www.elaguilablanca.com.ar/
Centro de Recordación de los Héroes Polacos, sitio web www.polish-heroes.org Embajada de Polonia en Argentina
LIC. DANIEL MASTRANGELO
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