miércoles, 4 de diciembre de 2019

IDENTIDAD CULTURAL,


Los libros escolares de antaño y el amor por el campo
A los niños se les explicaba el ordeñe
Los textos escolares de antaño eran muy instructivos y amenos. A través de sus lecturas los alumnos aprendían sobre las tareas rurales: la siembra del trigo, la cosecha, los pájaros, los vientos, la vaca o el tambo. Se les enseñaba a respetar a la patria, a las instituciones. El maestro colaboraba en esa dirección. Reconocidos escritores acompañaban las ediciones que iban forjando la verdadera identidad de los niños argentinos. Es bueno comentar algunos textos

Frente a la Vida, libro de Rogelio F. Outón, (1924), para 3°grado, contaba una visita al campo y la atención se concentró en la vaca y el ternero. Se la maneó para facilitar el ordeñe. El balde fue el repositorio de los primeros chorros de leche que los alumnos bebieron en el desayuno. Luego recorrieron un campo alfalfado, sembrados de maíz y avena para el alimento de las aves y los cerdos. En otras páginas se explicaba como se preparaba el surco, como se emparvaba. En otras páginas se leía la poesía La calandria de Marcos Sastre.
Sé bueno de Juan Jáuregui, 3°grado, explicaba cómo eran una casa rural, los alambrados, el potrero y los chacareros. Narraba un artículo de Florentino Ameghino. Se amenizaba con el poema El chingolo de Leopoldo Lugones.
El libro Plenitud, 6° grado, (1933), de P. Franco y Cesáreo Rodríguez tenía textos de Edmundo Wernicke, Manuel Belgrano, Ricardo Güiraldes, Fray Mocho, Acevedo Díaz y Alberto Gerchunoff, entre otros.
Armonía de José Forgione, 4° grado, proponía lecturas sobre la vacunación, el indio alfarero. En la chacra, ..."un suelo generoso, donde el hombre lo cultiva con dedicación y cariño...la semilla pequeñita se une al surco y transforma en una espiga o en un árbol frondoso". Están contempladas poesías gauchescas como La madrugada en el campo de Hilario Ascasubi, los consejos de Martín Fierro a sus hijos de José Hernández, el viento Pampero de G. Daireaux. Las ilustraciones eran de Arístides Rechain.
Manual, La República Argentina (1928) de Eduardo Acevedo Díaz. El capítulo de la agricultura y la ganadería trataba sobre las plantas alimenticias, frutales y forestales. Las condiciones económicas de la cría del ganado, características del suelo, el ensilaje, la importancia histórica del caballo, el progreso de la mestización, las razas, industrias afines. Avicultura y apicultura, a portes de la huerta, producción de aves y huevos.

Los textos Marta y Jorge de 1927 y 1933, por Constancio Vigil, 3° grado, tenían temas atractivos y para pensar..."hay un beso para cada uno de ustedes en cada página". Recreaba las actividades campestres como la semilla de cardo, el buey, el gallinero, la vaca, el ñandú, el terutero, el caballo o el gorrión. Se ponía de relieve que la actividad en el campo estaba consagrada al trabajo.
Las tareas rurales se mostraban en los libros infantiles
Páginas amarillas de Néstor Guerra, 4° grado, (1942), con ilustraciones de Juan Fumo. Su lectura provoca reflexiones sobre los buenos modales donde un niño ayudaba a cruzar la calle a un anciano, a saludar, buenos días, buenas tardes. Abarcaba temas como El Rastreador, de Domingo Faustino Sarmiento; El primer huevo de Alfonsina Storni. Poemas,: El Ombú, de Pedro Inchauspe, La Carreta Criolla de Luis Arena, El río Paraná de Marcos Sastre, La Patria de Alfredo Bufano, Los Granaderos de Belisario Roldán, y la fábula La rosa y la culebra, de Joaquín V. González.
Nuestra Tierra , de Ernestina L de Nelson, 4° grado, aportaba lecturas sobre las poblaciones rurales con ilustraciones de las faenas de estancia: bañando ovejas, tareas de ordeñe, vacunando y marcando hacienda. Nuestros gauchos, el gran conocedor de la pampa y del manejo del lazo y el caballo. Contenía En los toldos tehuelches y el poema La Pampa de Luis Domínguez.

En la enciclopedia Aurora del saber (1955). En la tercera unidad se refería al trabajo agropecuario, la chacra, el viñedo y la huerta, las zonas de producción, los cereales, plagas, plantas forrajeras, textiles, evolución de los métodos de producción, la ganadería, su origen, la estancia criolla moderna, etc.

Atalaya de C. Azlor y M. Conde Montero (1956), 6° grado, contenía lecturas de autores como Retrato de José Pedroni; El libro y su lectura , de Nicolás Avellaneda; Nuestro campo , de Eduardo Mallea; El baquiano , de Martiniano Leguizamón; El caballo del gaucho , de Bartolomé Mitre y otros autores como Azorín, Miguel Cané, Martín Coronado, Guillermo Hudson, Amado Nervo, Roberto J. Payró, León Tolstoi, Leopoldo Lugones, Jacinto Benavente, etc.
Había más libros escolares en los que siempre estaba presente el campo. Hoy es un regocijo leerlos por la calidad de sus enseñanzas y por sus valiosos contenidos que no han perdido vigencia

S. B.

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