lunes, 9 de diciembre de 2019

LA PÁGINA DEL DR. JUAN CARLOS DE PABLO,


La herencia, según los que llegan y los que se van del gobierno

Juan Carlos de Pablo
Preguntas a George Jaszi, economista

1915-1992
En 1942, este economista ingresó al Departamento de Comercio de EE.UU, donde trabajó en lo que fue la Oficina de Análisis Económico (con foco en los Ingresos Nacionales) y fue su director entre 1963 y 1986
Ante el inminente cambio de autoridades, los argentinos recibiremos dos versiones de la situación económica existente al 10 de diciembre de 2019. Sin haber tenido acceso a los borradores de ninguna de ellas, me atrevo a pronosticar que habrá grandes diferencias entre ambas. Las autoridades salientes pondrán el acento en la herencia que recibieron el 10 de diciembre de 2015, enfatizando los indicadores que desde entonces mostraron mejoras, en tanto que las autoridades entrantes les prestarán particular atención a los indicadores que muestran deterioro a lo largo de los últimos cuatro años. ¿Qué importancia tiene esta discrepancia, sobre la política económica que pondrá en práctica el próximo gobierno?
Al respecto hablé con el húngaro George Jaszi (1915-1992), quien desde los 16 años vivió en Estados Unidos. En 1946 se doctoró en Harvard, con una tesis titulada El concepto del producto y el ingreso nacionales, con particular referencia a las transacciones gubernamentales, una obra pionera en la materia. Según Carol Stine Carson, "dejó su impronta en la oficina del gobierno de Estados Unidos que se ocupa de las estadísticas, con la cual estuvo asociado durante 43 años, y en las cuentas nacionales en todo el mundo; es reconocido como uno de los arquitectos del Sistema de Cuentas Nacionales".
-Específicamente, ¿cuál fue su contribución?
-Junto con Edward Fulton Denison, Milton Gilbert y Charles F. Schwartz, integré un grupo que durante la Segunda Guerra Mundial bosquejó las cuentas nacionales de doble entrada, para generar la información necesaria para realizar la movilización económica. Nuevo ejemplo de la invención de herramientas que llegaron para quedarse, pero que fueron creadas para contestar preguntas concretas. Ese mismo grupo, en 1947 preparó la primera formulación rigurosa de las cuentas nacionales, y en 1951 la primera descripción detallada del esquema conceptual utilizado.
-Si recuerdo bien, en 1984 el Premio Nobel de Economía le fue otorgado a John Richard Nicholas Stone precisamente por haber planteado la estimación de las cuentas nacionales como un sistema y no a través de cómputos aislados.
-Lo recuerda bien y, si lo que está implicando es por qué no compartí el Nobel con Stone, le endoso la pregunta a quienes adjudican el premio.
-En la Argentina se está por producir un cambio de autoridades. ¿Cómo puede haber diferencias con respecto a la descripción de la situación económica en determinada fecha, entre las autoridades salientes y las entrantes?
-Le explico, pero antes permítame señalarle un antecedente. Desde su creación y durante por lo menos medio siglo, el Banco Central de la República Argentina tuvo la buena costumbre de publicar su memoria anual. Si recuerdo bien, el primer capítulo de la de 1938 -escrito por Raúl Prebisch, su gerente general- plantea nada menos que una explicación del ciclo económico en su país. Pero lo que le quiero decir es que, en más de una oportunidad, dos memorias sucesivas plantearon visiones muy diferentes sobre lo que estaba pasando en la Argentina en un mismo período.
-Insisto, ¿cómo puede explicarse la diferencia?
-Pensemos que no se trata de documentos académicos, sino políticos. Una posible diferencia tiene que ver con la selección de las variables que se incluyen en cada documento; no me extrañaría que en el caso argentino las autoridades salientes enfaticen la evidente mejora que se produjo en el sector energético, mientras que las entrantes destaquen lo que pasó con la tasa de inflación o la de la pobreza e indigencia.
-¿Qué le parece enviarles a los equipos de Mauricio Macri y Alberto Ángel Fernández un único formulario, para forzarlos a que se ocupen de las mismas variables?
-¿Quién confeccionaría tal formulario? Más precisamente, ¿existe un árbitro indiscutido capaz de hacerlo? Tengo dudas. Además de lo cual, insisto, como no se trata de documentos académicos sino políticos, aunque tuvieran que ocuparse de determinadas variables, quedaría la cuestión del período de referencia, de los atenuantes internacionales, etcétera, por lo que cabría esperar que los cuadros fueran acompañados por gigantescas notas aclaratorias.
-¿Me está usted diciendo que el esfuerzo no tiene sentido?
-Desde el punto de vista de la toma de decisiones, le digo que más importante que la discrepancia entre las dos versiones de la herencia es la relación que existirá entre la versión de las autoridades entrantes y las medidas que se anunciarán y se adoptarán a partir del 10 de diciembre.
-Explíquese, por favor.
-Imaginemos que, al contrario de lo que ocurrió a fines de 2015, quienes se hagan cargo del gobierno a partir del 10 de diciembre de este año publican un diagnóstico exagerado. Ejemplos: que el Banco Central no tiene un solo dólar de libre disponibilidad, que la verdadera tasa de inflación es de tres dígitos anuales y que el Fondo Monetario Internacional contrató una flota de buques para bloquear el puerto de Buenos Aires hasta que le paguemos. No estoy haciendo un pronóstico, estoy simplemente ilustrando.
-Siga...
-La cuestión es si la exageración en el diagnóstico tendrá su correlato en las medidas que se habrán de adoptar. Ejemplo: que la dosis con la cual se aplica determinada herramienta resulta exagerada porque se calculó sobre la base de un diagnóstico exagerado de la realidad. Mi impresión es que esto no tendría que ocurrir, desnudando el hecho de que la versión de la herencia recibida por parte de las autoridades entrantes solo servirá para contrarrestar la versión de las autoridades salientes en el plano puramente político, pero que las medidas se basarán en la realidad.
-¿Ocurrirá?
-No tengo cómo saberlo. Pero las autoridades entrantes tienen que saber que, desde el momento en que ocupen sus cargos, serán juzgadas por los resultados que surjan de su gestión más que por los debates referidos a documentos plagados de letras, cuadros y gráficos.
-La exageración también podría llevar a la parálisis.
-No lo descarto, aunque es poco probable. Más probable, y no menos peligroso, es que la exageración lleve a la desesperación, porque esto puede generar la adopción de medidas que empeoren la realidad, en vez de mejorarla.
-Me está asustando.
-Le estoy contestando a lo que usted me pregunta, pero no se trata de asustarse. Se trata de conservar las energías para pelear la realidad día a día. Cada uno de ustedes, el próximo 10 de diciembre, mirará la televisión con un conjunto de preguntas políticas, institucionales y económicas en la cabeza, esperando que, luego de la ceremonia de juramento y traspaso de los atributos del poder, las nuevas autoridades expliciten su plan de acción. Ojalá ocurra ese mismo día, si no, inevitablemente, muy poco tiempo después.
-Don George, muchas gracias.

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