Visceral y poético viaje al horror
M. A.
(ee. uu./2021). creador: Barry Jenkins, basada en The Underground Railroad, de Colson Whitehead. elenco: Thuso Mbedu, Chase W. Dillon, Aaron Pierre, Joel Edgerton, Chase W. Dillon, William Jackson Harper. disponible en: Amazon Prime Video.
Con la mirada perdida y una postura física que denota una fortaleza que urge por salir a la superficie, Cora Randall (la extraordinaria Thuso Mbedu) recuerda a su madre, quien huyó y la dejó sola en una plantación en Georgia. “Lo primero y lo último que me dio mi mamá fue una disculpa”, se la escucha decir en off mientras, a través de la bruma, la cámara de Barry Jenkins se va acercando para configurar ese primer plano tan característico de su obra, su sello autoral. Como Chiron en Luz de luna, ganadora del Oscar en 2017, Cora clava la mirada como invitando a un inminente viaje, a conocer su historia. The Underground
Railroad es la obra más ambiciosa de Jenkins: la adaptación de la novela de Colson Whitehead, una épica que abarca no solo la historia de Cora sino también la de todos los personajes que la joven se va encontrando en el camino, uno extenuante y cruel, donde cada parada contiene una visión de cómo los Estados Unidos trataba a los esclavos.
Ambientada en el sur del país, en el denominado “período antebellum”(que designa a los años previos a la Guerra Civil), The Underground Railroad comienza con un episodio en el que Jenkins –también coguionista– arroja todo su arsenal. A diferencia de Luz de luna y de su sucesora, If Beale Street Could Talk, donde también sus personajes buscaban huir de un micromundo de hostilidad, aquí la vía de escape no se vislumbra. Cora –como la mayoría de los esclavos de ese amo que compone un aterrador Benjamin Walker– todavía padece el trauma por el abandono de su madre, es abusada sexualmente, golpeada, y obligada, como a todos los que están allí, a presenciar asesinatos que Jenkins filma sin desviar la vista.
A medida que viaja de estado en estado, la protagonista buscará ocultarse de Arnold Ridgeway (Joel Edgerton), un cazador de esclavos que la perseguirá incesantemente asistido por un pequeño joven negro cuyo miedo, como el de tantos personajes, se enmascara.
Con una importante influencia del realismo mágico, saltos temporales y esa experiencia multisensorial que crea Jenkins, The Underground Railroad es una obra extraordinaria, enfocada, abismal, como ese salto al vacío inicial.
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Una bioserie con poca vida interior
N.T
(ee. uu./2021). creador: Ian Brennan.elenco:ewanmcgregor,bill Pullman, Rebecca Dayan, Krysta Rodriguez, Kieran Culkin, Gian Franco Rodríguez. disponible en: Netflix.
“Ya no soy una persona, soy una marca”, dice Halston en el tercer episodio de esta miniserie que insiste una y otra vez con el mismo concepto. Halston, el diseñador de modas, era un genio que no solo diseñó los bellos vestidos que usaba la elite de Nueva York y que amaban las estrellas de Hollywood: su creación más exitosa fue él mismo. Nacido en la Indiana rural, hijo de una madre depresiva y un padre que no lo aceptaba por su homosexualidad, saltó a la fama al diseñar el famoso sombrero que usó Jackie Kennedy en la asunción presidencial de su marido.
Claro que lo que dice la ficción inspirada en el libro
Simply Halston, de Steven Gaines, también podría referirse a Ryan Murphy. El superproductor televisivo cumple con las expectativas, más bien bajas, que dejaron sus trabajos más recientes: la fascinación con los personajes del pasado y los marginados dentro del sistema que exploró en Feud: Bette y Joan y los excesos de Hollywood se combinan en estos cinco episodios con muchas referencias culturales que la miniserie toma prestadas de Fosse/
Verdon, con la que comparte época y personajes.
De hecho, hacia el final del segundo episodio casi se espera que la ficción vire completamente hacia el musical. A ese género parecen apuntar las escenas de Liza Minelli (una notable Krysta Rodriguez), personaje fundamental en la vida del protagonista y la puesta en escena que por momentos parece simular cuadros de una obra de Broadway.
Pero no. Aquí, de lo que se trata es de Halston, su talento, su crueldad y sus inseguridades. Los guiones además intentan demostrar que también era lo suficientemente encantador para conseguir lo que se proponía y rodearse de personas tan talentosas –aunque mucho más amables– como él. Sin embargo, la construcción del personaje cae en todos los estereotipos posibles y ni siquiera el considerable carisma de Ewan Mcgregor logra despertar el interés por la historia del diseñador. Hay que esperar hasta el último episodio para ver el mejor trabajo del actor escocés. Como sucede con muchas biopics, los pasajes en los que se intenta mostrar el genio creador no logran reflejarlo del todo. Reflejar la creatividad en pantalla no es fácil y en este caso, como sucede con la personalidad, el aspecto y hasta el acento que se inventa Halston, todo resulta demasiado artificial y no hay pose que pueda remediarlo.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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