LOS ESTRENOS

Viejos: nueva incursión en el horror de M. Night Shyamalan, con un film cargado de preguntas filosóficas
El director de Sexto Sentido adaptó para la pantalla grande la novela gráfica Sandcastle, del francés Pierre Oscar Levy, con un resultado algo dispar
H. F.
Viejos: nueva incursión en el horror de M. Night Shyamalan con un film cargado de preguntas filosóficas
Viejos (Old / EEUU, 2021) Guion y dirección: M. Night Shyamalan. Fotografía: Mike Gioulakis. Elenco: Gael García Bernal, Vicky Krieps, Rufus Sewell, Ken Leung, Nikki Amuka-Bird, Abbey Lee. Calificación: Apta para mayores de 13 años con reservas. Duración: 108 min. 
Tras leer la novela gráfica Sandcastle (2011), escrita por el francés Pierre Oscar Levy y dibujada por el suizo Frederik Peeters, M. Night Shyamalan dijo que su vida cambió. Es comprensible el interés del realizador nacido en la India por este relato que presenta, tal como sus propias películas, un interrogante filosófico universal envuelto en un misterio inescrutable y cautivante.
En el proceso de adaptación al cine, Shyamalan incorporó algunos de sus rasgos autorales recurrentes para hacer propia la historia: los peores diálogos imaginables fuera del mundo del doblaje de las telenovelas turcas y un final “inesperado” tan forzado que degrada todo lo que se contó hasta ese momento a un episodio fallido de La dimensión desconocida. El resto, que se mantiene más cerca del cómic original, resulta más ameno y consistente.
Dado que tanto el afiche como el trailer exponen la mayor revelación de la historia, no hay razón para no hacer lo mismo: los protagonistas (una familia con dos hijos que intenta capear un divorcio, un cirujano con una esposa mucho más joven y una niña pequeña, una pareja interracial y un rapero famoso) llegan a una playa paradisíaca en la que pronto descubren un horror inefable. Y es que a través de cambios cada vez más notorios en la fisonomía de los niños, se hace evidente que, por más inexplicable que resulte, en ese lugar el reloj biológico avanza de modo anormalmente rápido. Alguien calcula que todos sufren un año de envejecimiento cada media hora. A ese paso, la mayoría de los varados (por un sortilegio apenas explicado no es posible abandonar la playa) no pasará la noche.
Esta temporalidad voraz tiene otras consecuencias como heridas que se cierran al instante o enfermedades que se desarrollan a un ritmo exponencial y con efectos monstruosos para sus víctimas. La metáfora de este elemento fantástico refiere a la futilidad de la existencia, a la angustia ante la fuga de cada instante, que se vuelve mucho más notoria cuando todo lo que podemos hacer con nuestro tiempo es un castillo de arena que será lavado por el mar. A escala cósmica, los hechos una vida normal no dejan una huella mayor. El comic siembra este viejo tópico de la filosofía de modo evocativo y enigmático, mientras que en la película de Shyamalan se diluye en la preparación de una vuelta de tuerca “sorpresiva” e innecesaria porque M. Night no puede consigo mismo. A pesar de que nos enrostra nuestra finitud, Viejos no es el peor modo en que podemos pasar 108 minutos de nuestra breve vida.

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EL NOMBRADOR

Merecido homenaje a Daniel Toro
(argentina/2021). Dirección: Silvia Majul. Guión: Silvia Majul y Julián Troksberg. Fotografía: Carlos “Indio” Leiva. Edición: Fisicaro. Duración: 84 minutos. calificación: Apta para todo público.

A. C. M.

Daniel Toro, una leyenda viviente de nuestro folclore, es aquí la figura central de este documental dirigido por Silvia Majul en el que el músico y compositor de temas tan entrañables como “Zamba para olvidarte”, “Mi mariposa triste” y “El antigal”, entre muchos otros títulos, transita por la vida y la obra de ese salteño que está festejando sus 80 años de vida.
Sus canciones, los recuerdos de su larga trayectoria artística y los oscuros años de la censura, sumado a un cáncer que fue apagando su voz, hallan en este film, de la mano de su hija Daniela Toro, a la relatora de la existencia de su padre que supo, con enorme talento, reflejar en cada uno de sus temas la belleza y la poesía del interior del país. Con gran calidez, la directora supo seguir la huella de ese Daniel Toro en las canciones y en las palabras de Víctor Heredia, de Abel Pintos, de Diego Torres, de Ricardo Mollo y de Teresa Parodi, entre otros, a lo que se suman amarillentas fotografía en las que aparecen familiares y amigos del protagonista de este merecido homenaje.
Todo en el film es tan tierno como emotivo y así va descubriendo a ese hombre que, guitarra en mano, supo ocupar el podio de los triunfadores a través de las letras y de la música de sus canciones que reflejan un mundo del que surgen los más bellos temas que ya se convirtieron en inolvidables retratos de nuestro folclore.

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