Ante los ojos del cielo, de Rachid Benzine
Al compás de la primavera del mundo árabe
Diana Fernández Irusta
Nacido en Marruecos e instalado desde chico en Francia, Rachid Benzine (Kenitra, 1971) se define a sí mismo desde una extranjería que no es precisamente la geográfica. Benzine se considera un “tránsfuga de clase”, término ligado a la sociología francesa –en particular a los trabajos de Pierre Bourdieu– al que también adscriben autores como Didier Eribon o Annie Ernaux: todos ellos hijos de las clases populares que, a través de la educación pública, lograron el “pequeño milagro” de cambiar un destino tanto material como simbólico. La tragedia del “tránsfuga”, no obstante, es que se transforma en una suerte de extranjero crónico. Ya no pertenece a su clase de origen, y jamás se incorporará totalmente al sector social al que arribó.
Desde allí escribe Benzine, posición que se trasluce con particular intensidad en el previo Así hablaba mi madre, suerte de diario donde el autor, islamólogo, politólogo y docente universitario, describe los últimos días de vida de su madre, campesina marroquí cuya lengua materna fue el bereber, que hablaba el francés con dificultad y no sabía leer ni escribir.
En la novela Ante los ojos del cielo, Benzine parece querer indagar en otros aspectos de la extranjería. Asume la voz de Nur, una mujer que vive en uno de países (no especifica cuál) donde en 2011 se produjo la Primavera Árabe.
En primera persona, Nur describe los pormenores de su trabajo –es prostituta–, su pertenencia a la religión musulmana, los conflictos con una hija adolescente y la creciente amistad con Eslimán, un muchacho que también se prostituye.
“En casi treinta años de ejercicio, he sido el receptáculo de todas las frustraciones del mundo árabe”, reflexiona Nur. A través de las ventanas del estudio donde ofrece sus servicios llega el estruendo de las manifestaciones. Dentro, circulan los clientes: comerciantes, algún político aficionado a las prácticas violentas, un joven cuya familia encomienda a la prostituta para que lo “reeduque” y aleje de eventuales amantes varones. En todas partes, reina el miedo a la delación.
Benzine condensa en una novela breve los principales movimientos que, en cada país y con distinto ritmo, se sucedieron en la Primavera Árabe: auge de las protestas, entusiasmo de los sectores democráticos, progresivo avance del islamismo, reacomodamiento de los grupos de poder. A diferencia de lo que ocurre en Así hablaba mi madre, donde el testimonio imprime cercanía y carnalidad al relato, en Ante los ojos del cielo, el Benzine docente se impone demasiadas veces al Benzine escritor. En la voz de Nur resuena todo aquello que el autor nos quiere explicar, lo que resta intensidad a una narración que, por otra parte, ahonda en una temática de absoluta contemporaneidad.
Ante los ojos del cielo
Por Rachid Benzine
Edhasa. Trad.: Lucía Dorín
130 páginas, $1850
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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