El que habla es el Banco Central", afirmaron en el Ministerio de Hacienda cuando se pidió alguna evaluación oficial sobre el dato de inflación de enero. "Nosotros hablamos ayer", respondieron en la entidad monetaria. Quizás una sobreactuación de independencia tras el cambio de metas de inflación en diciembre impuesto por la Jefatura de Gabinete. O quizá silencio, por la preocupación que provoca la persistente suba de precios, un temor ratificado por el comunicado de política monetaria del Central, que anteayer justificó -en la necesidad de mantener cierta cautela- el congelamiento de la tasa de interés de referencia y, por ende, del movimiento del dólar.
El dato de inflación de enero, que según informó ayer el Indec dio un aumento del 1,8%, estuvo en sintonía con las expectativas, incluso unas décimas por debajo, según estimaron varios economistas consultados . Con el dato de ayer, en doce meses la variación del índice de precios al consumidor suma un 25%.
La inflación núcleo marcó un 1,5%. Este indicador es el que vigila el Banco Central para definir su política monetaria y es clave porque excluye del cálculo la variación de los precios estacionales y la de los regulados. Permite apreciar así la dimensión estructural del problema.
Un piso firme
El nivel general, del 1,8%, estuvo por debajo de la variación de diciembre (cuando se ajustaron tarifas de servicios públicos), pero mostró un alza de 0,3 puntos porcentuales con relación al promedio entre mayo y noviembre de 2017 (meses en los que no se retocaron los precios del gas y la electricidad). El dato núcleo ("core", en la jerga) se desaceleró frente a diciembre (había sido un 1,7%), pero se mantiene prácticamente, con altibajos, en el mismo nivel desde mediados de 2017. "La inflación núcleo sigue teniendo un piso firme en el 1,5% mensual. Eso es una inflación anual del 20%", tuiteó ayer el economista Roberto Cachanosky. Por su parte, la consultora LCG la situó cerca del 21% si se mantiene en estos niveles durante todo el año.
Algunos economistas dejaron entrever que los movimientos del tipo de cambio de diciembre tuvieron un impacto en el dato de enero. "Algo de la devaluación se va a precios", dijo Daniel Artana, economista jefe de FIEL. "Es un logro que el traspaso a precios no sea total, pero un impacto hay", reforzó. "Es difícil saber cuánto impactó", completó Melisa Sala, economista de LCG.
Sin embargo, el índice de precios internos al por mayor, cuyos valores están más asociados a la cotización del dólar que al costo de vida, mostró variaciones positivas muy por encima de los últimos meses. El nivel general subió el 4,6%. Pero, por caso, el rubro precios del crudo y el gas -con una significativa incidencia- subió 15,1%; la energía eléctrica, 5,6%, y los productos importados, 7,1%.
Las mayores subas del IPC nacional estuvieron en los bienes y servicios estacionales (un 2,7% promedio). En el mes más fuerte del verano, subieron 3,5% el capítulo de recreación y cultura y 2,4% el de restaurantes y hoteles. En tanto, por el cambio de estación, bajó la indumentaria, un 0,8%.
Hubo también fuertes alzas en alimentos (+2,1%), bebidas alcohólicas y tabaco (+2,3%) y en transporte (2,2%). En este último entra el aumento de los combustibles.
Sorprendió el alza del rubro vivienda, agua, electricidad y gas del 9,7% en la región patagónica. "Hubo una resolución que aumentó el precio mayorista de la electricidad en todas las provincias, pero no todas la aplicaron", explicaron en el Indec. La baja de este rubro en el GBA se debió a que, con relación a diciembre, no aparecen en las expensas los aumentos a los encargados. El alza en salud (1,8%) tuvo que ver con el incremento en medicamentos y el alza de las consultas médicas.
Efecto expectativas
"El cambio en las metas de inflación era esperable, pero su efecto sobre las expectativas es una cosa etérea, difícil de explicar", afirmó Daniel Heymann, profesor de las universidades de Buenos Aires y San Andrés. "Demuestra el reconocimiento de que la desinflación es más lenta de lo que el Gobierno pronosticaba y que existía preocupación por el tipo de cambio", agregó. "Si las tarifas se adelantan y el tipo de cambio no se atrasa, es difícil pensar que la inflación se desacelere mucho. El Gobierno buscará influir ahora sobre la discusión salarial", estimó Heymann.
"Acá no hay piloto automático. Es una transición que es muy difícil de preprogramar, por lo que hay incertidumbre de corto plazo. Este es un proceso que tiene la lógica de una transición", cerró el experto.
"En diciembre, el Gobierno aceptó correr el objetivo y ser menos ambicioso. Enero vino dentro de lo que se esperaba, pero los primeros datos nos son buenos para febrero", dijo Artana. Los economistas estiman que la inflación estará este mes entre 2,5% y 3% por los aumentos de transporte, luz, prepagas y combustibles. "El 15% va a ser difícil de lograr", dijo Artana. LCG estimó que se necesita un 0,5% mensual en el segundo semestre para lograrlo.
"La inflación está desde hace años en 25%. Es estructural", dijo José Luis Espert. "A favor de Macri: tiene la misma inflación que Cristina Kirchner, pero subiendo tarifas. Sin embargo, desde septiembre no baja. Es difícil bajar la inflación simplemente cambiando la forma de financiar el déficit", concluyó.
El Indec también difundió ayer el índice del costo de la construcción en el Gran Buenos Aires, que registró en enero una aumento del 1%, como consecuencia del alza del 2,4% en materiales y del 1,8% en gastos generales.
El capítulo mano de obra, que comprende el costo salarial de albañilería y estructura, así como la subcontratación de otros trabajos vinculados con la actividad, se mantuvo casi sin cambios.
La variación interanual (respecto de enero de 2017) del costo de la construcción fue del 24,6%, producto del promedio en la suba de materiales (22,6%), mano de obra (22,6%) y gastos generales (44,4%).
El capítulo mano de obra en enero casi no registró cambios en relación con diciembre, aunque sí se vieron aumentos importantes en todo lo relacionado con gastos generales: alquiler de camioneta (7%), camión volcador (3,9%) y alquiler de andamios (3,5%).
En cuanto al costo de las viviendas, la variación de enero para el caso de las multifamiliares (edificios torre de 14 pisos y 98 departamentos, con una superficie total de 8270,79 m2) fue del 1,2%, en línea con los registros difundidos entre septiembre y diciembre del año pasado. La suba de enero fue una de las más bajas de los últimos 12 meses.
Para las viviendas unifamiliares (de una planta, con una superficie total de 96,47 m2), el alza de enero fue del 1,1%, porcentaje que se mantuvo en esos términos durante todo el año pasado, a excepción de julio (5,5%) y abril (5,8%).
F. J
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