LA TRISTE REALIDAD

Argentina es un país complicado y nadie está dispuesto a ayudar, más allá de las palabras que se ofrecen

Confianza, acuerdo y compromiso, son palabras que he escuchado hasta el cansancio esta semana, pero ninguna de ellas aplica a la realidad de este país.
El compromiso es casi imposible, porque comprometerse en medio de una crisis financiera implica asignar perdidas y ello tiene como correlato que algunos van a tener que perder… en ese lugar no hay nadie que se quiera situar sin ofrecer serias resistencias.
El acuerdo político – económico, no es imposible, pero si muy difícil, porque la mezquindad de sector es una moneda corriente. La política solo acompaña cuando las cosas van bien, pero cuando los problemas empiezan son los primeros en subirse a los botes y quedarse en espera, los bajaran cuando las cosas se pongan duras y el capitán del barco se queda solo, son tan serios que son capaces de ponerse del lado de iceberg en contra del barco y por supuesto del capitán.
Gobernar es también explicar, pero los Argentinos queremos escuchar malas noticias o muchos problemas, para algo de los votamos, estamos convencidos que estamos condenados al exitto y solo la supina incapacidad de nuestros políticos evita nuestro destino de grandeza.
En resumidas cuentas el gobierno no la tiene simple, al principio del año hizo las cosas mal, cuando firmo la pantomima del pacto fiscal con los gobernadores, dio mucho a cambio de muy poco y se complicó solo; eso era que Cristina lo tenía más claro, a los gobernadores los tenes que tener con el agua al cuello y la pelota cuando se la pasas tiene que tener un formato cuadrado, por eso salto Monzo.
Luego apareció la dupla Cornejo/Carrio para complicar un poco más las cosas, creyeron que había espacio político para discutir candidatura de cara al 2019, de forma que picaron en punta y todo les salió mal, tanto a ellos como al gobierno.
La brecha que habían abierto Cornejo/Carrio fue hábilmente utilizada por las huestes de Mazza y el mismo que los potencio para entrarle al gobierno con las cuestión de las tarifas solidarias, una cuestión que todos conocían desde el comienzo del año, es decir que es imposible que se desayunaran ahora. Se había armado las condiciones para la tormenta perfecta y la frutilla de la torta la pusieron los norteamericanos, al incrementar la tasa de interés de referencia y de ese modo se terminó el financiamiento barato.

La respuesta del gobierno fue ir a buscar al FMI para apagar el fuego, con un corta fuego, pero al recurrir al FMI para que sea el malo de la película se generan nuevas condiciones económicas, ya que el cuco nos obligara a hacer las cosas que nosotros no quisimos hacer por nosotros mismos y el resultado es el de siempre ese organismo internacional trae la misma receta estúpida de siempre, la cual nunca dio resultado, pero también debemos tener en cuenta que Argentina nunca cumplió con hacer aquellas cosas que nos comprometimos a hacer, las razones son variadas y todas atendibles.
El oficialismo pretende hoy que la oposición vea los colores, pero como pretender que un ciego vea como por arte de magia, el único que lo logro fue Lázaro, pero estaba Cristo y a pesar de ser el hijo de Dios, también termino mal….