jueves, 12 de diciembre de 2019

LA NUEVA ARGENTINA,


“El riesgo es que se desacelere la causa de los cuadernos”
Eleonora Cole dialoga con Diego Cabot
Apoco más de un año ya son, aproximadamente, 70 los imputados elevados a juicio y hay alrededor de casi 50 que están en la parte de instrucción de la causa de los cuadernos de la corrupción. Así lo explicó Diego Cabot, periodista de que llevó adelante la nacion la investigación periodística que le valió varios reconocimientos nacionales e internacionales, entre ellos, el Premio Rey de España.
En diálogo con Eleonora Cole, conductora en LN+, Cabot (que además es prosecretario de Redacción del diario) hizo un análisis del impacto que tuvo la causa. Desde el punto de vista jurídico, para dar cuenta de la velocidad del proceso, Cabot comparó lo sucedido con el caso Skanska, uno de los primeros escándalos de corrupción del kirchnerismo que comenzó en 2006 y que se elevó a juicio hace menos de un mes.
Pero la causa no se queda solo en la arista judicial. A nivel político, Cade bot dijo que la causa marcó un antes y un después por lo que se investiga: un sistema que evidencia la relación del Estado con los privados, que generan esa famosa caja para sostener parte de la política.
Otro de los principales coletazos se lo llevó el sector privado. “Las compañías que están involucradas no son las mismas, tuvieron que cambiar cosas y los bancos ya les piden requisitos que antes no les solicitaban”, sostuvo Cabot, y agregó que la relación del Estado con estas empresas también cambió: “No les da lo mismo, porque hay colegas presos y otros que perdieron mucho dinero”, dijo, y aclaró que, de ahora en más, comienza una nueva etapa para las compañías, dada la reglamentación de la Ley de Responsabilidad Penal Empresaria.
“Pero, ¿podría no pasar nada con la causa de los cuadernos?”, repreguntó Cole. “Creo que ya pasaron cosas y podría no haber consecuencias penales inmediatas. Sin esta causa está haciendo una historia distinta por el tiempo, por los personajes involucrados y por otros institutos, como el del arrepentido, que no existía en otras causas, salvo en las de narcotráfico”, explicó Cabot.
Para el periodista, lo que puede llegar a pasar a partir de que Alberto Fernández asuma la presidencia el 10 de diciembre es que “se le saque el pie del acelerador a la causa”. Con respecto al rol de querellante del Estado, tanto desde la desde la Oficina Anticorrupción como de la Unidad de Información Financiera (UIF), Cabot aclaró que ambas van a cambiar su cúpula y van a estar manejadas por gente que designe Fernández. “Ese es uno de los grandes déficits institucionales que dejó Macri: el no haber generado un proceso para que el número uno de la Oficina Anticorrupción no sea designado por el Poder Ejecutivo”, aclaró.
“Pero, también es verdad que en la Argentina existe el principio de continuidad. La UIF ya dio una cantidad de pruebas como organismo. No es tan fácil que ahora el que viene diga que todo aquello que era blanco, ahora es negro”, argumentó Cabot.
Por último, analizó el impacto que tuvo la investigación en la opinión pública y dijo que “sucedió lo que pasa con gran parte de las causas: cuando termina la espectacularidad del inicio, se empiezan a levantar nubarrones de polvo procesales que son muy difíciles de entender y de explicar para los medios”.
A esto, sumó lo que ocurre con respecto a las prisiones preventivas y las nuevas medidas que limitarían su aplicación. “La sensación que hay, y esto es lo que causa cierta irritación, es que toda la pena que va a tener alguien es la prisión preventiva, porque el juicio definitivo, el juicio oral donde uno puede demostrar inocencia o la culpabilidad, no llega nunca”, cerró.

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