martes, 24 de marzo de 2020
SANTIAGO BULAT Y SU ANÁLISIS,
Qué es un cisne negro en las finanzas y cómo puede afectar nuestros bolsillos
Santiago Bulat
1La génesis . La teoría del cisne negro en relación a los mercados financieros fue desarrollada por el filósofo e investigador libanés Nassim Nicholas Taleb en 2008, aunque su origen se remonta al siglo XVII. En aquella época, los primeros exploradores europeos que llegaron a Australia se encontraron una especie desconocida hasta entonces: los cisnes negros. Hasta ese momento, se creía que todos estos animales eran de color blanco. Hizo falta un solo hecho empírico para poner en cuestionamiento la percepción de la realidad.
2 Características. El propio autor define a estos eventos inesperados en tres planos. En primer lugar, lo define como un caso atípico, ya que se encuentra fuera del ámbito de las expectativas regulares, porque nada en el pasado puede señalar convincentemente su posibilidad. En segundo lugar, tiene un impacto extremo, dado que sus consecuencias son mayores que las conocidas frente a factores de riesgo ya evaluados. En último lugar, es retrospectivo, dado que, a pesar de su estado atípico, la naturaleza humana nos hace inventar explicaciones para su ocurrencia después del hecho, haciéndolo explicable y predecible. Los efectos de "cisne negro" han ido en aumento a medida que las distintas revoluciones tanto industriales como tecnológicas fueron dando a luz y, en consecuencia, el mundo se iba complejizando cada vez más. La incapacidad de predecir las rarezas implica también la incapacidad de predecir el curso de la historia, dada la incidencia de estos sucesos en la dinámica de los acontecimientos.
3 Valuación . Los modelos de valuación de activos financieros se basan en cálculos que permiten (o intentan) estimar su rentabilidad esperada en función del riesgo de mercado. Es decir que, para ponerle un precio a una acción o a un bono, hay que tener en cuenta ciertos factores. Entre ellos se encuentra el activo libre de riesgo, que hoy podría asimilarse al rendimiento de un bono norteamericano; a eso se le suma un coeficiente "beta", sinónimo de la volatilidad tanto del mercado como del activo en particular. Para la evaluación de este último se mantienen bajo monitoreo constante algunas variables, como el flujo efectivo de fondos, la gestión de la empresa, los balances, la dinámica del sector en sí, etcétera. Y se asigna cierta probabilidad de ocurrencia tanto a los resultados positivos como a los negativos. Sin embargo, ningún modelo es capaz de asignarle un factor de ocurrencia a los llamados cisnes negros o los eventos que podrían tirar por la borda todos nuestros análisis, por aparecer de manera imprevista e imponderable.
4 Sucesos . A lo largo de la historia podemos encontrar muchos cisnes negros. Thaleb destaca, entre otros, el ascenso de Hitler al poder, la desaparición del bloque soviético, la aparición del fundamentalismo islámico, los efectos de Internet y la caída de las torres gemelas en septiembre 2001. Podemos destacar algunos más recientes, como el Brexit, que produjo que la bolsa volviera a sus niveles de 2012 y que la libra, la moneda de Gran Bretaña, se depreciara notoriamente. También la asunción de Donald Trump, un hecho con impacto positivo en los mercados de Estados Unidos. Y la aparición del coronavirus, que implicó bajas sustanciales en las bolsas de todo el mundo y en los precios de las commodities, dado el desconocimiento sobre su alcance en el comercio global.
5 Bajo riesgo. Nunca llegaremos a conocer lo desconocido ya que, por definición, es desconocido. Sin embargo, una vez que algo aparece sí podemos imaginar cómo podría afectarnos. Y eso es algo que deberíamos tener en cuenta para basar nuestras decisiones. Desconozco las probabilidades de que algo suceda, pero puedo imaginar cómo me afectaría si se produjera. Todo lo que hay que hacer es mitigar las consecuencias.
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