lunes, 18 de mayo de 2020

EL PUNTO FINAL


Un proceso complejo: cómo y cuándo se determina que la pandemia es parte del pasado
Según los historiadores, los brotes infecciosos pueden terminar de más de una manera, pero ¿para quiénes termina y quién lo decide?
NUEVA YORK.- ¿Cómo y cuándo terminará la pandemia de Covid-19 ? Según los historiadores, normalmente las pandemias tienen dos finales : un final médico , cuando el índice de contagios y de muertes se reduce drásticamente, y un final social , cuando se desvanece la epidemia de miedo a la enfermedad.
"La gente que pregunta cuándo termina todo esto, en realidad está preguntando sobre el final social", dice el doctor Jeremy Greene, historiador de la medicina de la Universidad Johns Hopkins. En otras palabras, uno de los finales puede producirse no porque la enfermedad haya sido vencida, sino porque la gente se cansa de vivir en "modo pánico" y aprende a convivir con la enfermedad.
Allan Brandt, historiador de Harvard, sostiene algo parecido sobre el Covid-19: "Como ya vimos con el debate sobre la reapertura de la economía, muchas de las preguntas sobre el supuesto final de la pandemia responden menos a los datos científicos y sanitarios que a procesos sociopolíticos ". Los finales "son muy, pero muy complicados", indica Dora Vargha, historiadora de la Universidad de Exeter. "Si miramos hacia atrás, el relato histórico es confuso: ¿para quién termina la pandemia y quien lo determina?"
Por el camino del miedo
Las epidemias de miedo pueden producirse incluso sin que haya una epidemia de enfermedad. La doctora Susan Murray, del Real Colegio de Cirujanos de Dublín, lo vivió en primera persona en 2014, cuando trabajaba en un hospital rural de Irlanda. En los meses anteriores, en África Occidental habían muerto más de 11.000 personas de ébola , una aterradora enfermedad viral altamente contagiosa y, por lo general, mortal. La epidemia de ébola en África ya parecía estar menguando y en Irlanda no se había reportado ningún caso, pero el miedo de la gente era palpable. "En las calles y en la guardia del hospital la gente estaba nerviosa", recuerda Murray. "Ser negro ya era suficiente para que te mirasen torcido en el tren o el colectivo y toser una vez alcanzaba para que todos salieran corriendo ".
Ya les habían advertido a los trabajadores de la salud de los hospitales de Dublín que se preparasen para lo peor y, por lo tanto, estaban aterrados , además de preocupados por la escasez de equipos de protección. Y cuando a la sala de guardia llegó un joven de un país donde había casos de ébola, nadie se le acercaba, las enfermeras le escapaban y los médicos amenazaban con abandonar sus puestos.
Según los historiadores, los brotes infecciosos pueden terminar de más de una manera, pero ¿para quiénes termina y quién lo decide?
La doctora Murray fue la única dispuesta a atenderlo, pero el joven tenía cáncer avanzado y lo único que puedo hacer por él fue darle cuidados paliativos . Pocos días después, las pruebas de laboratorio dieron negativo para el virus del ébola. El joven murió una hora después. A los tres días, la Organización Mundial de la Salud declaraba terminada la epidemia de ébola.
"Si no estamos preparados para luchar contra el miedo tan activa y conscientemente como contra el virus, el miedo puede causar daños terribles entre las personas vulnerables, incluso en lugares donde no se ha registrado un solo caso de la enfermedad. Y las consecuencias de una pandemia de miedo pueden ser todavía mucho peores si se conjugan con cuestiones raciales, idiomáticas o de privilegios sociales", sostiene Murray.
En los últimos 2000 años, la peste bubónica golpeó a la humanidad numerosas veces, dejando millones de muertos y torciendo el curso de la historia. Y el temor se iba acumulando ante cada nuevo brote de la enfermedad. La enfermedad es causada por el bacilo Yersinia pestis, una cepa bacteriana que vive en las pulgas de las ratas . Pero la peste bubónica, también conocida como Peste Negra , también podía transmitirse de persona a persona a través de microgotas respiratorias, o sea, que no es posible erradicarla eliminando simplemente las ratas.
Los historiadores hablan de tres grandes oleadas de la enfermedad, explica Mary Fissell, historiadora de la Universidad Johns Hopkins: la Plaga de Justiniano, en el siglo VI; la epidemia medieval del siglo XIV; y una pandemia que golpeó a fines del siglo XIX y principios del XX. La pandemia medieval comenzó en China en 1331. La enfermedad, sumada a la cruenta guerra civil de entonces, se llevó a la mitad de la población china, y de ahí avanzó hacia Europa, el África del Norte y Medio Oriente. En tan solo cuatro años, entre 1347 y 1351, la peste bubónica mató a al menos un tercio de la población de Europa . En Siena, Italia, murió la mitad de la población.
"Un horror inenarrable para el lenguaje de los hombres", escribió en el siglo XIV el cronista Agnolo di Tura, habitante de Siena. "De hecho, nadie que haya visto tales horrores puede decirse bendecido".
¿Como terminan las pandemias? Existe la posibilidad según los historiadores de que la del #COVID19 pueda “terminarse” socialmente antes de que se controle médicamente por cansancio de la gente con las restricciones . Interesante artículo @nytimes https://www.nytimes.com/2020/05/10/health/coronavirus-plague-pandemic-history.html …

How Pandemics End
An infectious outbreak can conclude in more ways than one, historians say. But for whom does it end, and who gets to decide?nytimes.com

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En Florencia, relata el escritor Giovanni Boccaccio, "hoy a los muertos se los trata con menos respeto que a una cabra muerta". Incapaces de enfrentar la amenaza, escribe Bocaccio, algunos se escondían en sus casas a beber y gozar de la vida a pleno, a cantar y bailar, a satisfacer todos sus caprichos cuando surgía la oportunidad y a encogerse de hombros como si todo fuese un gran chiste.
La pandemia terminó, pero la peste volvió. Uno de los peores brotes se desató en China en 1855 y se propagó por el mundo como reguero de pólvora, cobrándose 12 millones de vidas tan solo en la India. Para contener la plaga, las autoridades de la ciudad de Bombai incendiaban directamente barrios enteros. "Y nadie sabe si sirvió para algo", señala Frank Snowden, historiador de la Universidad de Yale.
Y nadie sabe tampoco por qué la peste bubónica se fue apagando. Algunos académicos sostienen que el clima frío mató a las pulgas portadoras de la enfermedad, pero Snowden señala eso no habría cortado la vía de transmisión respiratoria entre humanos. Tal vez haya sido un cambio en las ratas . Para el siglo XIX, la plaga ya no era transportada por la rata negra, sino por la rata gris, que son más resistentes, más feroces y más reacias a vivir entre los humanos. "Nadie querría una de esas como mascota", ironiza Snowden. Otra hipótesis es que la bacteria mutó hacia una forma menos letal o que algunas acciones humanas, como la quema de aldeas enteras, ayudó a sofocar la pandemia.

The Special K @IamKarenBoBaran
“If we are not prepared to fight fear & ignorance as actively & as thoughtfully as we fight any other virus, it is possible that fear can do terrible harm to vulnerable people, even in places that never see a single case of infection during an outbreak."
https://nyti.ms/3fCdRJ1

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Pero la peste bubónica nunca se fue realmente y la infección sigue siendo endémica entre los perros de las praderas del sudeste de Estados Unidos , y puede transmitirse a los humanos. Snowden dice que uno de sus amigos se contagió durante una estadía en un hotel del estado de Nuevo México. El anterior ocupante de la habitación tenía un perro, que a su vez tenía pulgas portadoras del patógeno. Son casos infrecuentes y que pueden ser tratados exitosamente con antibióticos , pero cualquier noticia de un caso nuevo vuelve despertar antiguos temores.
Una enfermedad que realmente desapareció
Entre las enfermedades que efectivamente la medicina erradicó está la viruela , pero se trata de un caso excepcional, por varios motivos: existe una vacuna efectiva que inmuniza de por vida; el virus variola minor no vive en un huésped animal, así que eliminarla en los humanos equivale a eliminarla por completo; y sus síntomas con tan inusuales y evidentes que permiten aislar a los enfermos y rastrear la cadena de contactos.
La última persona que se contagió el variola minor de manera natural fue Ali Maow Maalin , un cocinero de un hospital de Somalia, en 1977. Se recuperó y en 2013 murió de malaria.
Gripes de antaño
La gripe de 1918 es tomada actualmente como ejemplo de los desastres que causa una pandemia y del valor de las cuarentenas y el distanciamiento social. Pero antes de extinguirse, la así llamada Gripe Española mató a entre 50 y 100 millones de personas en todo el mundo, ensañándose sobre todo con los niños y adultos jóvenes niños huérfanos, familias carenciadas, y diezmando las tropas que combatían en la Gran Guerra.
Tras arrasar con el mundo, la gripe se desvaneció y mutó hacia una variante más benigna de la gripe, que es la que vuelve todos los años. "Tal vez fue como un incendio, que tras quemar la madera más inflamable que encuentra a su paso, se va apagando", detalla Snowden. Y también terminó socialmente: la Gran Guerra terminó, la gente quería empezar de cero y estaba ávida por dejar atrás la pesadilla de la guerra y la enfermedad .
¿Y cómo terminará el Covid-19?
Una posibilidad, dicen los historiadores, es que termine primero la pandemia social que la pandemia médica. O sea que, harta de las restricciones, la gente misma dé a la pandemia por finalizada , por más que el virus siga vivo entre la población y antes de que se descubra una vacuna o un tratamiento que funcione.
"Creo que también juega el agotamiento psicológico y la frustración de la gente" dice Naomi Rogers, historiadora de la Universidad de Yale. "Tal vez lleguemos al punto en que la gente diga: Basta, me cansé, me merezco volver a la vida de antes".
Y ya está pasando. Los gobernadores de algunos estados norteamericanos han levantado las restricciones y han permitido la reapertura de peluquerías y gimnasios, en abierto desafío a las advertencias de los funcionarios de salud pública sobre lo prematura de esas medidas.
"¿Quién puede decir que terminó?", se pregunta el doctor Rogers, porque los funcionarios de salud hablan de un final médico, pero parte de la opinión pública está dispuesta a decretar un final social. El desafío, dice el doctor Bradnt, es entender que no podremos cantar victoria de la noche a la mañana y señala que "tratar de definir el fin de la pandemia será un proceso largo y complejo ".

GINA KOLATA
The New York Times
Traducción de Jaime Arrambide

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