lunes, 4 de julio de 2022

MATE GOURMET


Blends y toppings en bombilla: llegó la sofisticación del mate
La infusión más bebida del país se afianzó como práctica individual y tomó vuelo gourmet con yerbas arriesgadas que contienen canela, coco, pimienta o clavo de olor
Vicky Guazzone di PassalacquaEn Mate&co ofrecen una mezcla de hibiscus, rosa mosqueta, arándanos y pétalos de rosa para agregar a tu yerba
En cuarentena, Catalinatomó más mate que nunca. Aprovechando el encierro para completar su MBA, esta infusión fue su compañera para los largos días de estudio. Sin embargo, muchas veces al final del día se encontraba con taquicardia y ansiedad. Por eso, cuando escuchó hablar de una yerba orgánica con hierbas que recomendaba una cierta variedad para las horas de la mañana y otra para la tarde (siguiendo los ritmos de actividad del día), decidió probar. “Hoy tomo una que tiene lemongrass, cedrón, melisa y jengibre. Desde que la probé no volví a tener ese acelere que notaba antes”, describe.
La experiencia de Catalina es un espejo para muchos. Sobre todo por esta exploración hacia nuevos universos de yerbas e ingredientes. Para Patricia secretaria y docente de 48 años, por ejemplo, esta búsqueda comenzó hace unos años a la par de una mejora en su alimentación. Hoy sus preferidos para incluir son cedrón, melisa, cola de caballo, manzanilla y cascaritas de naranja que ella misma seca al sol. Suele comprarlos en dietéticas, y el resultado es un mate más que personal, que elige no compartir. “De todos modos, cuando me ven siempre hay interés en saber qué lleva, y en Instagram recibo muchos mensajes privados con la duda”.
El interés en este tipo de versiones no es solo una percepción o ejemplos aislados. Algunas marcas de peso en el mercado también han tomado nota y lanzado sus propios blends en este sentido, aunque los que más proliferan son los emprendimientos pequeños, que acompañan las ganas de un producto cuidado, gourmet y sustentable. Como Nøddenhus, un proyecto de yerba mate agroecológica que nació al comienzo de la pandemia de la mano de las hermanas Ale Arteaga y Marianne Sabater. “Somos consumidoras de mate y hacía bastante que armábamos nuestras propias mezclas con coco. Entendimos que esa yerba sin ningún tipo de aditivos ni esencias artificiales no existía en el mercado”, relatan. Hoy ofrecen una “yerba madre” estilo barbacuá y de ella se desprenden los blends Del Bosque (con arándanos, cedrón y lavanda) y De Coco. Su diferencial es también su packaging, con un delicado diseño ilustrado y manijas para mejor manipulación. Consultadas sobre el por qué de este cambio de costumbres en una tradición tan arraigada, las hermanas ensayan la teoría de que estamos frente a un cambio de consumo. “Hoy vemos menos consumo de yerba mate con endulzantes, por ejemplo, lo que da lugar a sentir el gusto real de lo que se está consumiendo, y a nosotros como emprendedores de cuidar al detalle la calidad de lo que ofrecemos”.
Este mismo pensamiento tuvieron en Mate&co en 2015. “Veíamos lo que estaba sucediendo con el té y el vino y pensábamos por qué no podría pasar con un producto tan noble como el mate”, ilustra Marcela, socia. Así lanzaron sus primeros blends, con apuestas tan arriesgadas como el Chai, con jengibre, canela, clavo de olor y pimienta rosa. “Y aunque rompimos con muchos mitos y tradiciones y hubo algunos haters, el mercado lo recibió muy bien”, dice. Su yerba es orgánica, despalada, con una combinación de hoja grande y media con la cantidad justa de polvo. El broche de oro se dio con el envase: latas que sumaran estética para estar siempre a la vista. “Queríamos que toda la experiencia fuera diferente”, apunta de Loredo.
Otro de sus productos más vendidos son los toppings, los ingredientes extra que se venden solos para hacer la propia mezcla con la yerba. ¿El que más sale? El vainilla chai, con vainilla, canela, clavo de olor, jengibre y pimienta rosa. Su crecimiento también puede verse en números: a mediados de 2016 comenzaron con su primer mayorista y hoy cuentan con más de 1000.
Lo importante en este camino de la sofisticación, sostienen los expertos, es no realizar blends por el puro placer de hacerlos, sino respetar la yerba mate desde la que se parte. “Es vital entender de qué se trata, para luego saber con qué se puede mezclar y con qué no, porque el mate no tiene la versatilidad del té, no todo lo que le agreguemos queda bien. No se adapta a todos los aromas y sabores”, apunta Valeria Trapaga (@catadeyerbamate), primera sommelier de mate y autora de El mate en cuerpo y alma. Según su expertise, la yerba mate tiene características tan rústicas y salvajes, que no admite cualquier blend. “Es claro que estamos en un auge de esta práctica, porque hasta las lavandinas vienen blendeadas, y más que nunca es importante tener en cuenta el porcentaje de lo que le agregamos a la yerba, para que no enmascare sus propiedades”, recomienda.
Finalmente, la sommelier indica que si bien la práctica del mate individual está muy asentada y ayudó a innovar en el rubro (en la pandemia fue cuando más cursos dio, porque la gente deseaba aprender a cebarse su propio mate), no cree que el compartir haya quedado olvidado. “Es una costumbre cultural que lleva más de cinco siglos, así que ni la peste ni la pandemia ni las modas pueden contra ella. Va a pasar un tiempo y vamos a volver a compartirlo”.
“Es una costumbre cultural de más de cinco siglos, vamos a volver a compartirlo”

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