CRÍTICAS DEL PAPA

El Papa alertó sobre la alta inflación y la pobreza, y el Gobierno culpó a Macri
Francisco habló de la Argentina y aludió a casi 70 años de “malas políticas”
Francisco, entrevistado en la residencia Santa Marta, mostró preocupación por la realidad social
El papa Francisco quebró ayer su tradicional silencio sobre la situación del país, se refirió a la crisis económica que afecta a la Argentina y alertó sobre un panorama crítico y preocupante. “La Argentina en este momento –no hago política, leo los datos– tiene un nivel de inflación impresionante”, declaró en una entrevista con la agencia internacional de noticias AP, en el Vaticano. Francisco contrastó el peso de la inflación y la pobreza con los niveles de hace casi setenta años en la Argentina. “En el año 55, cuando terminé mi escuela secundaria, el nivel de pobreza era 5%. Hoy está en 52%. ¿Qué pasó?
Mala administración, malas políticas”, señaló el Papa, quien confirmó que no tiene previsto viajar este año a nuestro país.
A través de la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, el Gobierno contestó que la situación económica y social “es por los cuatro años de Macri”.
Francisco papa “La argentina en este momento –no hago política, leo los datos– tiene un nivel de inflación impresionante”
“En el año 55, cuando terminé mi escuela secundaria, el nivel de pobreza de la argentina era el 5%. Hoy está en el 52, creo. ¿Qué pasó?”
En una entrevista con la agencia de noticias AP, realizada en la residencia Santa Marta –donde vive en el Vaticano–, el papa Francisco habló sobre la situación actual de la Argentina y se refirió a la crisis económica que afecta al país. “La Argentina en este momento –no hago política, leo los datos– tiene un nivel de inflación impresionante”, fue su definición más categórica.
Tras esa descripción, el Pontífice hizo una comparación con la situación económica y social que exhibía la Argentina cuando él vivía en el país, especialmente durante los años de su infancia y su adolescencia: “En el año 55, cuando terminé mi escuela secundaria, el nivel de pobreza era 5%. Hoy está en 52%. ¿Qué pasó? Mala administración, malas políticas”.
Consciente del impacto de sus palabras, el Pontífice, que en marzo cumplirá diez años al frente de la Iglesia como obispo de Roma, advirtió especialmente que no tenía el propósito de inmiscuirse “en la política”, sino que su intención era “aportar datos”.
Jorge Bergoglio vivió en la Argentina hasta 2013, cuando fue elegido papa, y compartió los años de inestabilidad política y de crisis económicas que se sucedieron en el país. En los últimos diez años estuvo siempre atento desde Roma al devenir del país, aunque no concretó hasta el momento ningún viaje a su tierra natal.
Las críticas del Papa, que tiene sintonía y comunicación con sectores del peronismo, impactaron en el Gobierno, que, como es costumbre, atinó a responsabilizar por la pobreza y la inflación a su antecesor, Mauricio Macri.
Francisco relató una conocida historia, que él calificó de “teológica cultural”, y detalló a su entrevistadora, no sin anticipar que sus comentarios podían causar enojo: “No sé si usted sabe esa historia de los ángeles custodios de los países que se fueron a quejar a Dios y le dijeron: ‘Dios padre, fuiste injusto, porque a cada uno de los países le diste una riqueza, ganadería, agricultura, minería, y a los argentinos les diste todo, todo. Tienen todas las riquezas. Y dicen que Dios pensó un poco y dijo: ‘No, pero para equilibrar se la di a los argentinos’”.
Tras ello, el papa argentino siguió: “Que no se enojen, es un chiste, yo soy argentino. Me río, pero algo de verdad hay, porque no terminamos de llevar adelante nuestras cosas”.
Sus afirmaciones encontraron respaldo en el Episcopado. Aunque no hubo un pronunciamiento oficial, algunos obispos transmitieron su respaldo a las descripciones del Santo Padre.
En los diez años que lleva en Roma, Francisco se mantuvo siempre preocupado por la Argentina e informado sobre la marcha de su país, tanto por canales oficiales e institucionales como a través de los contactos de amigos, familiares y conocidos que lo visitan o mantuvieron conversaciones telefónicas.
El viaje pendiente
Francisco, quien a fines de este mes viajará a la República Democrática del Congo y a Sudán del Sur, hizo hincapié en la entrevista en los motivos por los cuales todavía no viajó a la Argentina desde que asumió el liderazgo de la Iglesia, en marzo de 2013.
“Estuvo programada en 2017, Chile, la Argentina y Uruguay. Noviembre, ¿qué paso? Michelle Bachelet [entonces presidenta chilena] terminaba [su mandato] y yo quería ir con Michelle; entonces lo pasamos a diciembre, pero ya caer en enero en la Argentina, uno no encuentra ni al perro en la calle, enero es como el agosto romano. Entonces hicimos Chile y Perú y no se programó más”, reveló el Pontífice en la entrevista.
Al ser consultado sobre si se prevé un posible viaje ahora, indicó: “No, por el momento no”. Aunque no lo mencionó, este año hay elecciones presidenciales en la Argentina, lo que dificulta una posible llegada, interpretan fuentes eclesiásticas consultadas por la nacion.
Al respecto, voceros de la Iglesia argumentaron que “las interpretaciones sesgadas que suelen realizarse en la Argentina respecto de los gestos y palabras de Francisco no facilitan la posibilidad de que incluya a la Argentina en su ruta de viajes.
Las críticas del Papa a los niveles de inflación y de pobreza se dan, además, en momentos en que la relación del Gobierno con la Iglesia se mantiene sin conflictos en los canales institucionales, aunque sectores eclesiásticos y la propia Comisión de Pastoral Social muestran cercanía a los reclamos de organizaciones sociales por los efectos de la inflación y los altos niveles de pobreza.
La última vez que Francisco se reunió con el presidente Alberto Fernández fue en mayo de 2021, en un encuentro que se prolongó por 30 minutos. La relación por entonces se había enfriado, luego de que el gobierno argentino impulsó la sanción de la ley que legalizó el aborto, en un debate que se habilitó en el Congreso en medio de la pandemia de Covid-19.
En la entrevista, que tuvo una fuerte repercusión en todo el mundo, Francisco abordó temas de candente actualidad, como las críticas que recibe la propia Iglesia por parte de sectores conservadores, especialmente a partir de la muerte de Benedicto XVI, y la situación de las personas homosexuales.
Como lo había hecho en su primer viaje al exterior, cuando estuvo en Brasil, en julio de 2013, Francisco acentuó sus críticas a la discriminación contra miembros de la comunidad LGBTQ. Apuntó, en ese sentido, a los países en los que se mantienen legislaciones penales frente a los miembros de esa comunidad.
De todos modos, si bien exhortó a no respaldar esas legislaciones criminales, reiteró la posición de la Iglesia Católica de que la actividad homosexual es pecaminosa.

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