sábado, 4 de febrero de 2023

LA INTERNA KK




El Presidente pide frenar las críticas kirchneristas
La portavoz reclamó que terminen “los agravios” y “las operaciones”; ambos sectores intentan sostener una tregua, pero se acusan mutuamente; Fernández y Kirchner retomaron el diálogo
Cecilia DevannaLa portavoz Gabriela Cerruti envió mensajes hacia el interior del PJ
Tras las hostilidades de los últimos días, el presidente Alberto Fernández transmitió ayer un mensaje al kirchnerismo: reclamó que frenen los ataques en su contra a cambio de abrir el juego para debatir la estrategia electoral.
La encargada de transmitir el mensaje fue la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti: “Si eso no incluye agravios personales y operaciones de prensa, que deberían estar fuera de la estrategia del debate, bienvenido sea”, respondió sobre la mesa electoral que pide el kirchnerismo.
Después de un diálogo interrumpido durante semanas, Fernández y Cristina Kirchner retomaron un intercambio de mensajes vía Telegram. Así lo confirmaron fuentes cercanas al mandatario.
A días de que la interna oficialista tocara un nuevo pico, en el Frente de Todos empezaron a hablar de una tregua. “Se están bajando decibeles, se van a ver gestos”, deslizan en el kirchnerismo. Otras fuentes se animan a postular que esos “gestos importantes” se conocerán “en las próximas horas”, aunque evitan precisiones. Sin embargo, detrás de las primeras frases cargadas de buenas intenciones, afloran rápidamente viejos y renovados rencores.
Todo después de que exactamente una semana atrás, desde las filas del ministro del Interior y hombre fuerte de La Cámpora, Eduardo “Wado” de Pedro, hicieran trascender su fuerte malestar con el presidente Alberto Fernández por no haberlo invitado a un acto junto al brasileño Luiz Inacio Lula da Silva y organismos de derechos humanos. “Mezquindad” y “falta de códigos” fueron algunas de las acusaciones contra el Presidente, que tuvo a los ministros Victoria Tolosa Paz y Aníbal Fernández como escuderos para señalarle la puerta de salida a De Pedro.
“De un cuento hicieron Cien años de soledad”, acusó un kirchnerista a los albertistas, al tiempo que buscó dejar atrás lo sucedido.
En línea con la intención de llegar a una tregua, cerca de De Pedro proponen como punto final a la crisis el hilo de tuits que el ministro publicó el lunes por la noche, donde abogó por “aportar sensatez” ante el “revuelo mediático” en torno a la interna del Gobierno. Se trata de un mensaje con el que buscó pararse a distancia de la onda expansiva que lo había tenido en el centro, pocas horas antes.
Aunque Alberto Fernández fue la ausencia más notoria del asado que el martes compartieron Máximo Kirchner, Sergio Massa y Axel Kicillof con intendentes del conurbano, en Interior leen también como una “buena señal” la presencia del ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, un albertista de excelente relación con las tres terminales del Frente de Todos.
También creen que es positiva la posibilidad de que finalmente Alberto Fernández concrete el llamado a una mesa nacional, aunque nadie es demasiado optimista respecto de cómo podría funcionar y los alcances reales que tendría.
En el kirchnerismo pareció contribuir a la distensión que en las últimas horas, en declaraciones a Radio Perfil, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, se haya adjudicado la responsabilidad por la falta de invitación a De Pedro para la reunión con Lula. Un detalle: De Pedro se muestra con Carlotto en la foto de su perfil de WhatsApp. Todo un gesto en medio de sacudidas varias que incluyeron la posibilidad de que Fernández evaluara echar a De Pedro.
“No le dio la nafta para eso”, advirtieron desde los sectores más duros del kirchnerismo.
“Si no lo hizo fue para no agigantar las cosas y mantener la unidad que tanto le ha costado”, completan cerca del mandatario. Desde donde agregan que “lo de Estela dejó al descubierto la mentira en la que montaron la operación de que Alberto era el culpable por la no invitación”, deslizan.
Cerca de Fernández, por su parte, se muestran satisfechos con el devenir de la crisis. Creen que el Presidente se mantuvo en su posición “sin tener que ir al barro a responder” y que está “más fuerte que nunca”, a lo que suman que la avanzada del sector más duro es “más de lo mismo”. Están también quienes creen que la conducta “repetitiva” de ataques desde el camporismo y el kirchnerismo “no hace más que demostrar una desconexión total con la realidad”. Y consideran que “deja en evidencia” la “falta de entender la política”, donde, insisten, las diferencias se “salvan de otra manera”.
Pero de fondo lo que más los ilusiona es que creen que Fernández salió “fortalecido” y que el episodio “terminó sirviendo” para que todos vean que “la unidad es la única forma de llegar a octubre”. Respecto de la tregua sostienen que ellos no utilizan ese término “porque no estamos ni estuvimos en guerra”.
Sobre la delimitación de su posición también apuntan desde las filas de De Pedro, donde creen que todo lo sucedido sirvió para fijar lugar. “Quedó claro que hay cosas con las que no se joroba, se mostró cuál es su lugar”, expresó un hombre cercano al kirchnerismo. “A nadie le conviene esta pelea. Lo entendieron todos los actores. Vino el aviso de que Wado no se va a comer ni media y la convivencia va a seguir siendo fría, pero va a seguir habiendo. La lección es que no vale trastabillar”, evaluó un kirchnerista a modo de conclusión.
Frialdad y tregua son dos de los conceptos que más se repiten por estas horas, donde no son pocos los que creen que sin solución de fondo posible es difícil continuar, pero muchísimo más sin unidad. 


La pelea de los hermanos Rodríguez Saá enciende la interna del PJ puntano
El senador anunció que se postulará a gobernador; está peleado con Alberto, que no puede ser candidato
Javier Fuego Simondet
La pelea de los hermanos Rodríguez Saá en San Luis tiene un nuevo foco de tensión. El senador Adolfo Rodríguez Saá volvió a desafiar a su hermano Alberto y se lanzó como candidato a gobernador en las elecciones provinciales programadas para el 11 de junio, en las que se aplicará la ley de lemas. Si bien no enfrentará directamente al actual mandatario, que no puede aspirar a una nueva reelección, anunció que “dará la batalla” con el objetivo de disputar la interna del oficialismo contra Jorge “Gato” Fernández, un exjuez del Superior Tribunal de Justicia puntano que su hermano eligió como candidato.
“Si somos una auténtica expresión del justicialismo, ¿por qué no permiten que el movimiento justicialista se reúna y resuelva quiénes son los candidatos? ¿Será el Gato
Fernández o elegirán al Adolfo? O tal vez eligen al Gato Fernández y al Adolfo. Pero una cosa es ser parte de una elección y otra cosa es lo que los tramposos dirigidos por el gobernador quieren hacer”, resaltó el senador el martes, en una asamblea de su partido Todos Unidos, sello electoral que utiliza desde que su hermano y gobernador impulsó su expulsión del PJ local, en 2019.
En la asamblea en la que Rodríguez Saá se volvió a postular a la gobernación se pasó a un cuarto intermedio hasta el 15 de febrero. Fuentes del peronismo puntano consultadas por la nacion especularon con que en ese período de pausa pueda generarse algún acercamiento entre los hermanos que permita al expresidente competir dentro del oficialismo, “con condiciones de unidad, con garantías y sin trampas”. No obstante, por el momento no hay avances en ese sentido y el senador podría apelar a presentarse con un frente propio, fuera del Partido Justicialista.
“Vamos a dar la batalla, y si no nos dejan, que el Alberto entiende perfectamente bien lo que le estoy diciendo, vamos a dar la batalla en la forma más contundente. Basta de atropellos”, señaló el senador.
“Si no comprenden la unidad, daremos la batalla en la forma más contundente. El daño que le ocasionan al pueblo de San Luis es muy grande. No son los dueños, el pueblo de San Luis merece otra cosa. Basta”, subrayó el exgobernador, que destacó sus mandatos y criticó a su hermano. “Tomamos una provincia muy pobre y la llenamos de fábricas. ¿Qué hicieron los que me sucedieron, dónde están las fábricas?”, se preguntó.
En un documento que Todos Unidos difundió, se acusa al gobernador de impedir la unidad del peronismo. “Aspiramos y queremos la unidad, pero el único responsable de imposibilitarla es Alberto Rodríguez Saá”. Los hermanos compitieron por la gobernación en 2019, ganó Alberto y Adolfo quedó tercero, a 20 puntos.
El actual gobernador finalizará este año su cuarto mandato. Tras los cinco gobiernos consecutivos de Adolfo (entre 1983 y 2001, cuando accedió a la presidencia, que ejerció por siete días), Alberto anudó dos períodos (entre 2003 y 2011), Claudio Poggi –actual líder opositor y candidato a gobernador– lo sucedió durante un mandato (2011-2015), y en 2015 regresó para gobernar por otros dos mandatos, hasta la actualidad. En San Luis, desde 2007 se estableció que los gobernadores solo pueden ser reelegidos en una oportunidad, por lo que Alberto Rodríguez Saá está impedido de postularse.
En noviembre de 2022, el gobierno de Rodríguez Saá derogó las primarias y estableció la ley de lemas, que permite que el candidato más votado de un partido sume a su cosecha los votos de los competidores con los que compartió lema. Dentro del peronismo, Adolfo Rodríguez Saá, de 75 años, se sumó esta semana a la oferta. Su hermano, que tiene 73 años, ya había designado candidato a Fernández, que renunció a su cargo de juez del Tribunal Superior para postularse y sería reemplazado por el fiscal de Estado, Eduardo Segundo Allende, propuesto por el gobierno para tomar el puesto.

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