EL ENGAÑO DE LOS SENA

El misterioso viaje a Ushuaia, la prueba de que el asesinato de Cecilia fue premeditado
Los investigadores sostienen que fueron los suegros quienes le hicieron a su nuera la falsa promesa de pasajes y trabajo en el sur
Lucila Marin

Cecilia Strzyzowski soñaba con ser bailarina
RESISTENCIA.– Los fiscales no saben por qué mataron a Cecilia Strzyzowski ni tienen claro cómo lo hicieron, pero están convencidos de que la asesinaron su marido, César Sena, y sus suegros, Emerenciano Sena y Marcela Acuña, y de que el crimen estuvo premeditado.
Esa “premeditación” es el argumento central de la fiscalía para acusar como coautores a los líderes piqueteros Sena y Acuña, y no solo al hijo de ambos.
La prueba del complot es un viaje a Ushuaia que Cecilia Strzyzowski pensaba que haría el día que desapareció. Le habían dicho que tenían los pasajes y casa y trabajo esperándolos a ella y su marido para empezar una nueva vida a miles de kilómetros del Chaco.
Ayer, el fiscal Jorge Gómez profundizó en torno a la promesa del viaje con la certeza de que fue el argumento para llevar a la joven a la casa.
“Ella creía que iba a viajar a Ushuaia, tal es así que preparó su valija; además, como nunca había viajado a Buenos Aires les contaba sus amigos y familiares que tenía miedo de volar en avión”, explicó Gómez.
Las pruebas evidencian el convencimiento de la joven de que el viaje a Ushuaia era una realidad.
“Las últimas búsquedas en Google de Cecilia fueron cómo armar una valija, qué se puede llevar en una valija en un avión, dónde comprar chocolates en Buenos Aires, dónde tomar el mejor café en Buenos Aires”, enumeró el fiscal.
Gómez dijo que, ante esa información, está claro que Cecilia “creía en esa historia del viaje y que, además, estaba ilusionada” con la mudanza prometida a Ushuaia, que iba a permitirle tomar distancia del entorno de la familia Sena.
Luego, el fiscal contrastó con los elementos que indican que el viaje era una mentira premeditada para engañar a Cecilia Strzyzowski. “Se incorporó como prueba que nunca se compraron los pasajes, que nunca se hizo una reserva, ni por vía terrestre ni por vía aérea”, dijo Gómez.
“La promesa del viaje había surgido por parte de los padres [de César]”, había dicho momentos antes el fiscal Jorge Cáceres Olivera a Radio Con Vos. Ese es el dato fundamental que compromete a los suegros de Cecilia.
¿Cómo saben los investigadores que la promesa la hicieron ellos? Por testigos a los que Cecilia se lo contó. En la fiscalía precisaron a que al menos la madre y la abuela recibieron de la joven desaparecida esa versión.
Los investigadores no lograron dar con un solo elemento concreto de que ese viaje tuviera visos de realidad. No había siquiera pasajes, pese a que le habían dicho a Cecilia que solo faltaban horas para tomarse el avión a Buenos Aires para después volar al sur.
A las declaraciones de la familia se suma, como prueba de que ella creía que iba a viajar, el historial de las búsquedas en Google.
El fiscal Cáceres Olivera habló de tres elementos que comprometen a los suegros de Cecilia. El primero es la “premeditación”; el segundo, que consideran probado que ellos estaban en su casa (donde habría sido asesinada) a la hora en que los investigadores creen que se cometió el crimen; el terce ro, que si estaban en su domicilio no pudieron permanecer “ajenos”. La casa no es tan grande.
No hallaron ni un solo elemento del viaje que tuviera visos de realidad

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