La verdad del mundo técnico, de Friedrich A. Kittler
Una original genealogía del presente
En un encuentro casual con el director del Teatro de la Ciudad de Friburgo, Martin Heidegger justificó su desinterés por las tablas: "Quiero ver actuar a héroes y dioses, no a los actores modernos". Sorprendido, el director replicó que en la actualidad no quedaban dioses. Heidegger lo contradijo: "Claro que sí, señor. Los puede ver en la televisión". En su famosa casa de Röteborg 47, el filósofo no tenía televisor, pero solía visitar a un vecino para ver el Mundial. "¿Ha visto alguna vez a Beckenbauer jugar al fútbol?", lo interpeló. "Ganó con su equipo el título mundial y, sin embargo, nunca se lastima, ni una sola vez. ¡A eso le llamo yo un dios!"
Con su cruce entre mundos heterogéneos, la anécdota, comentada en La verdad del mundo técnico. Ensayos para una genealogía del presente, de Friedrich Kittler (1943-2011), resulta reveladora del tipo de análisis cultural que realizó en más de veinte libros el fundador de la Escuela de Berlín de Ciencias de la Información.
Aunque bien conocido en el ámbito anglosajón, Kittler fue casi ignorado hasta ahora en el hispanohablante. La primera traducción al español de sus escritos, No hay software y otros ensayos sobre filosofía de la técnica, es de 2017 y ha circulado poco por tratarse de una edición estrictamente académica, de la Universidad de Caldas.
Por eso merece celebrarse la cuidada edición de La verdad del mundo técnico, que reúne trabajos publicados entre 1978 y 2010, agrupados en tres conjuntos: los referidos al surgimiento de la sensibilidad moderna, con reflexiones que van de las canciones de cuna a Goethe, Nietzsche y Freud; los que entienden la historia de la cultura como historia de los medios; y una indagación sobre Grecia donde la creación del alfabeto desencadena reflexiones que van de Homero a Foucault y Heidegger.
Los estudiosos de los medios van a encontrar en la aparente dispersión luna marca fundamental, la del canadiense Marshall McLuhan, que puede funcionar como clave de lectura en función de una preocupación central: ¿qué le hacen los diferentes medios de comunicación a la cultura?
Dicho de otro modo: no se debe descontar el impacto de la materialidad de las tecnologías. Para Kittler, los griegos desarrollaron el alfabeto con vocales para poder registrar la Ilíada en forma cantada porque: ¿cómo indicar el largo de las sílabas, base de la métrica griega, en una escritura solo hecha de consonantes, como era su antecesora? Lo sugestivo no es meramente la hipótesis, ni la erudición con que Kittler argumenta, sino el objetivo: ir en busca de una "arqueología acústica" en oposición a una visual, a la creencia de que "los ojos serían mejores testigos que los oídos".
La palabra interesa tanto a Kittler como la música y la matemática. La conjunción estaba ya en los pitagóricos, pero no se terminó en Grecia porque, nos advierte: "Con los medios eléctricos actuales todo esto regresa". El nuevo acercamiento está encarnado en el rock, que tiene "todos los atributos de un poder mundial: ineludibilidad, memorabilidad y omnipresencia". Lo dice un fan de Pink Floyd, que dedica largas páginas al análisis del tema "Brain Damage", donde, entre sintetizadores y sistemas de sonido, reencuentra al dios Pan.
Con la misma comodidad, Kittler habla de la miniaturización de las computadoras como resultado de una doble "implosión": del hardware y del software. Y del uso de las ondas ultracortas por las tropas de Hitler para coordinar ataques velozmente, pronto emulado por los aliados, "lo que convirtió a la guerra relámpago en las más atroz carnicería de todos los tiempos".
Parece un autor grandioso e inabarcable, pero también resulta íntimo. Con sus afectos y aversiones, con sus temores y disfrutes, Kittler escribe sin refugiarse en la distancia analítica. Una obra para repensar el presente con perspectiva y hondura.
La verdad del mundo técnico
Por Friedrich A. Kittler
FCE. Trad.: Ana Tamarit Amieva. 369 págs./ $ 1384
A. M. V.
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