jueves, 28 de julio de 2022

AMIA...VIVIR Y CONVIVIR


El mensaje de vivir y convivir
Claudio Epelman
El atentado a la AMIA
28 años después, allí estábamos, diciendo presente exactamente en el mismo lugar donde explotó la bomba. 300 legisladores, jueces, funcionarios y líderes de 21 países de la región de diversos orígenes y religiones, alzando la voz en reclamo de justicia. La participación de cada uno de ellos en el acto central de conmemoración por un nuevo aniversario del atentado contra la AMIA fue un mensaje en sí mismo, el último luego de dos jornadas de trabajo conjunto contra el odio y la discriminación en el marco del 2º Foro Latinoamericano de Combate al Antisemitismo.
La presencia de miles de personas cada 18 de julio sobre la calle Pasteur tiene una fuerte carga emocional, especialmente para aquellos que tenemos una sensibilidad especial en torno a estas fechas. Porque fue un atentado contra todos los argentinos, pero el blanco elegido fue el corazón de la comunidad judía local. Pararnos cada año allí, en el mismo sitio, sin importar las inclemencias climáticas propias del mes de julio en Buenos Aires parece gritar “quisieron matarnos, pero aquí estamos, vivos y reclamando justicia”. Sabemos que no estamos solos en este reclamo, que se ha convertido en una consigna compartida por la sociedad toda.
Este año, el foro sumó un mensaje especial: “Aquí estamos, vivos y eligiendo convivir”. Tal vez la mejor forma de rendir homenaje a las víctimas de la más horrorosa expresión de la intolerancia fue, entonces, esta reafirmación de la convivencia en nuestro país, una de las más diversas del planeta. Una identidad forjada por el encuentro entre las diferentes olas migratorias y poblaciones autóctonas, que dio origen a la rica y cambiante cultura local, un mosaico de naciones, pueblos, razas, etnias y religiones.
Pero hoy esa particular identidad se ve amenazada por expresiones de odio y discriminación. Claro que no se trata de una problemática exclusivamente argentina. Internet es una suerte de megáfono del odio, ampliando su alcance sin fronteras ni límites geográficos. Por ello es especialmente importante cuidar aquello que hemos construido con esfuerzo, y trabajar conjuntamente para preservar la riqueza del pluralismo característico no solo de la Argentina, sino también de toda la región. Porque si el odio no tiene fronteras, tampoco las deben tener las estrategias para combatirlo.
Con ese horizonte, el 17 y el 18 de julio, líderes de toda Latinoamérica nos reunimos en Buenos Aires a pensar en las particularidades del fenómeno del antisemitismo en nuestro suelo, aprender de las experiencias de cada uno y desarrollar juntos soluciones creativas y eficaces aplicables no solamente al antisemitismo, sino también a todas las formas de discriminación.
Durante siglos, el antisemitismo fue considerado un problema solo de los judíos. Sin embargo, su mera existencia es un síntoma de una sociedad propensa a otros tipos de discriminación. Es nuestro deber moral cuidar el pluralismo de la sociedad, combatiendo toda forma de discriminación por razones de género, etnia, religión, orientación sexual u otros, ya que constituye un asunto de derechos humanos, y como tal debe ser abordado.
El antisemitismo es un ataque a los judíos por su condición identitaria tanto individual como colectiva, y como tal constituye un ataque a la libertad de culto. Por eso, combatir el antisemitismo –así como la islamofobia u otras formas de discriminación por motivos religiosos– es defender nuestros valores básicos como sociedad. El repudio ante una agresión no puede ser responsabilidad exclusiva de las víctimas, sino el reflejo social de esos valores. Y en una sociedad solidaria, todos deben condenar acciones discriminatorias.
Para ello las herramientas son múltiples. Legislación, para garantizar los derechos de todos y condenar las afrentas a esta libertad. Diálogo, para escucharnos y encontrarnos en nuestras similitudes más que en nuestras diferencias, y trabajar contra el desconocimiento que tantas veces constituye el único sustento del prejuicio. Y finalmente, educación. Para fomentar desde las bases sociedades donde la convivencia que hoy construimos no sea una especie en peligro de extinción, sino el estado natural del mundo.

Director ejecutivo del Congreso Judío Latinoamericano

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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