Los pasajes al exterior aumentaron casi un 1000% en cuatro años
Los vuelos internacionales tuvieron un alza promedio de 991% desde marzo de 2019, por encima de una inflación de 562%; menos asientos y más impuestos, entre las razones
María Julieta Rumi
Menos vuelos y destinos, más impuestos y un combustible encarecido incidieron negativamente en el precio que los argentinos pagan por los pasajes internacionales. En concreto, si se comparan valores de marzo de 2019 con los de hoy, los incrementos rondan el 1000% en promedio, cuando la inflación del período fue del 562% (para el mismo lapso, la devaluación del tipo de cambio oficial fue del 379%).
Los datos surgen de un relevamiento de la Bolsa de Comercio de Córdoba para la nacion, que observó los precios más baratos disponibles al 31 de marzo de 2019 y al 28 de marzo de 2023, en ambos casos hasta 12 meses hacia adelante (si bien los actuales no son directamente comparables a los de fines de marzo de 2019, porque están rebajados por el evento de descuentos Travel Sale). Los valores son el precio base de viajar entre dos destinos sin extras, como antelación, temporada u otros (equipaje, asientos o clase) en la aerolínea más accesible.
Por ejemplo, según el informe, un vuelo ida y vuelta de Buenos Aires a Londres costaba al 31 de marzo de 2019 $29.105 y hoy tiene un valor de $361.883, lo que implica una suba del 1143%. En el caso de Buenos Aires a Roma, el precio pasó de $30.611 a $377.255, una variación del 1132%.
En cuanto a los vuelos Buenos Aires-Madrid y Buenos Aires-Barcelona, se encarecieron de $29.327 y $29.149 a $356.759 (1116%) y $337.971 (1059%), respectivamente.
Nueva York, en tanto, pasó de $25.251 a $315.340 (1149%); Los Ángeles, de $23.036 a $250.222 (986%), y Miami, de $25.384 a $273.707 (978%). Más cerca, La Habana aumentó de $29.415 a $276.056 (838%); Cancún, de $27.865 a $190.229 (583%); San Andrés, de $19.625 a $216.596 (1004%), y Cartagena, de $19.492 a $197.488 (913%).
Una menor oferta
“Si tomamos el promedio simple de todos estos destinos, nos da que los vuelos internacionales subieron un 991% en cuatro años contra una inflación para el mismo período de 562% y frente a una devaluación del tipo de cambio oficial de 379%. Sin embargo, si se toma en cuenta el peso relativo de los destinos y sacás Cartagena, San Andrés, la Habana, Los Ángeles y Roma, quedando Madrid, Barcelona, Nueva York, Miami y Cancún, el promedio es 1005%, lo que es más representativo de los lugares a los que más viajan los argentinos”, explicó Fabio Ezequiel Ventre, economista y subdirector del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba.
En cuanto a las razones de las subas por encima de la inflación, Ventre dijo que la principal es que hay menos vuelos. “Cuanto más lejos, más caro, porque no solo perdés el destino directo por no tener la aerolínea/destino, sino también la posibilidad de usar eso como conexión. Recapitulando, hay menos aerolíneas, menos frecuencias, menos destinos y menos orígenes (porque casi todo está centrado en Ezeiza contra un 2019 con más aeropuertos conectados al resto del mundo), lo que es igual a menos competencia, que es igual a más precios”, detalló el experto.
En segundo lugar, hizo hincapié en los impuestos que se sumaron en los últimos años, principalmente los que constituyen el dólar Qatar. “Hoy, para este tipo de viajes te toca el 100% por la suma del impuesto PAIS más la retención a cuenta de Ganancias más la retención de Bienes Personales, que hace cuatro años no existía. Es imposible conseguir uno de estos vuelos no regionales por menos de US$300”, señaló.
Cabe recordar que actualmente a la tarifa que cobra la aerolínea hay que sumarle un 30% del impuesto PAIS, una percepción a cuenta del impuesto a las ganancias del 45% y otra a cuenta de Bienes Personales del 25%. Eso no es todo. Además, está la tasa de uso aeroportuario, de US$57; la tasa de Migraciones, de US$10; la de la Administración Nacional de Aviación Civil, de US$8, y la tasa de la Policía de Seguridad Aeroportuaria ($250). A eso se suman un 7% del impuesto al turismo y una percepción del 5% si se decide pagar en efectivo.
Por último, Ventre apuntó a la suba del precio del combustible de los aviones que tuvo lugar luego de la pandemia de Covid-19, aunque dijo que actualmente está lejos del pico del año pasado y explica menos que las otras dos causas lo ocurrido.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Un grupo de jubilados cobrará adicionales en abril y mayo
Por una ley de 2017, el Estado debe garantizar un haber de al menos el 82% del salario mínimo, que subirá en los próximos meses
Silvia Stang
Un grupo de jubilados recibirá en los próximos meses montos adicionales a sus haberes y al bono de hasta $15.000 que comenzó a ser abonado en el actual marzo. Esos extras serán de hasta $7215 en abril y de hasta $10.634 en mayo. Les corresponderán, en el caso del mes próximo, a quienes tengan un haber bruto (sin contar el refuerzo) de hasta $65.880, y en mayo, a quienes cobren un ingreso, antes de descuentos y sin el bono, de hasta $69.300, pero solo si cumplen con el requisito de haber obtenido su prestación habiendo reunido previamente al menos 30 años de aportes efectivos; es decir, sin haber recurrido a una moratoria.
El pago de esos adicionales para los jubilados del sistema que gestiona la Anses ocurrirá por la vigencia de la ley 27.426, aprobada en diciembre de 2017, durante el gobierno anterior. Esa normativa fijó una garantía por la cual los ingresos de quienes aportaron lo exigido por el sistema no pueden estar por debajo de la suma equivalente al 82% del salario, mínimo, vital y móvil.
Tal como lo dispone la resolución 5 del Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil, firmada por la ministra de Trabajo, Raquel Olmos y publicada ayer en el Boletín Oficial, el salario mínimo tendrá reajustes que lo llevarán a $80.342 en abril, a $84.512 en mayo y a $87.987 en junio. Las cifras equivalentes al 82% de esos montos se ubicarán en $65.880 (abril), $69.300 (mayo) y $72.149 ( junio). El haber mínimo jubilatorio, en tanto, es de $58.665,43 entre el actual mes y mayo.
Dadas esas cifras, para llegar a una suma igual al 82% del salario mínimo, los pasivos que cobren el ingreso básico deberán recibir $7215 adicionales el mes próximo y $10.634 en mayo. En junio se otorgará, porque así lo dispone la ley, una nueva recomposición a las jubilaciones y, para que el nuevo haber mínimo llegue o supere lo garantizado por ley, la suba debería ser de al menos 23%. Si no es así, seguirá activada la cláusula del 82%. Quienes cobren haberes algo más altos que el mínimo percibirán como complemento, por la disposición explicada, lo que haga falta para completar un haber de $65.880 en abril y de $69.300 en mayo.
La garantía excluye a la mayoría de quienes cobran los ingresos más bajos, dado el requisito de haber accedido a la jubilación con 30 años de aportes hechos en la vida laboral. Según datos de la Secretaría de Seguridad Social, del total de prestaciones pagadas en diciembre último por la Anses cuyo monto equivale al haber mínimo, el 75% fue obtenido vía una moratoria por aportes no hechos.
Por la aplicación de la fórmula de movilidad, las jubilaciones y pensiones tuvieron este mes un reajuste de 17,05%, un porcentaje que tiene altísimas probabilidades de quedar por debajo de la inflación del primer trimestre del año. Solo en enero y febrero el índice de precios al consumidor acumuló un incremento de 13,1%, según el dato del Indec.
En 2022, por la fórmula de movilidad aprobada en 2020, se otorgaron subas a los ingresos previsionales que acumularon un 72,48%, mientras que la inflación llegó, de punta a punta del año, a 94,8%. Así, las prestaciones para las cuales no se otorgaron refuerzos perdieron un 11,5% de su poder de compra.
La política de pagar bonos compensatorios por los malos resultados de la fórmula de actualizaciones es discriminatoria y provoca un achatamiento de la pirámide de ingresos, en perjuicio, principalmente, de quienes más aportaron. Si se considera el período de la gestión presidencial de Alberto Fernández, los jubilados y pensionados que son excluidos del cobro de los refuerzos perdieron, a febrero pasado, hasta un 27,7% del poder adquisitivo que tenían en diciembre de 2019.
La actual garantía del haber mínimo relacionada con el salario mínimo está vigente desde 2018. En 2010, el Congreso había aprobado la garantía del 82% del salario mínimo, pero la entonces presidenta y actual vicepresidenta Cristina Kirchner, que percibe por decisión de la actual gestión de la Anses dos prestaciones de privilegio de montos millonarios, vetó la ley de manera inmediata.
Un grupo de jubilados recibirá en los próximos meses montos adicionales a sus haberes y al bono de hasta $15.000 que comenzó a ser abonado en el actual marzo. Esos extras serán de hasta $7215 en abril y de hasta $10.634 en mayo. Les corresponderán, en el caso del mes próximo, a quienes tengan un haber bruto (sin contar el refuerzo) de hasta $65.880, y en mayo, a quienes cobren un ingreso, antes de descuentos y sin el bono, de hasta $69.300, pero solo si cumplen con el requisito de haber obtenido su prestación habiendo reunido previamente al menos 30 años de aportes efectivos; es decir, sin haber recurrido a una moratoria.
El pago de esos adicionales para los jubilados del sistema que gestiona la Anses ocurrirá por la vigencia de la ley 27.426, aprobada en diciembre de 2017, durante el gobierno anterior. Esa normativa fijó una garantía por la cual los ingresos de quienes aportaron lo exigido por el sistema no pueden estar por debajo de la suma equivalente al 82% del salario, mínimo, vital y móvil.
Tal como lo dispone la resolución 5 del Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil, firmada por la ministra de Trabajo, Raquel Olmos y publicada ayer en el Boletín Oficial, el salario mínimo tendrá reajustes que lo llevarán a $80.342 en abril, a $84.512 en mayo y a $87.987 en junio. Las cifras equivalentes al 82% de esos montos se ubicarán en $65.880 (abril), $69.300 (mayo) y $72.149 ( junio). El haber mínimo jubilatorio, en tanto, es de $58.665,43 entre el actual mes y mayo.
Dadas esas cifras, para llegar a una suma igual al 82% del salario mínimo, los pasivos que cobren el ingreso básico deberán recibir $7215 adicionales el mes próximo y $10.634 en mayo. En junio se otorgará, porque así lo dispone la ley, una nueva recomposición a las jubilaciones y, para que el nuevo haber mínimo llegue o supere lo garantizado por ley, la suba debería ser de al menos 23%. Si no es así, seguirá activada la cláusula del 82%. Quienes cobren haberes algo más altos que el mínimo percibirán como complemento, por la disposición explicada, lo que haga falta para completar un haber de $65.880 en abril y de $69.300 en mayo.
La garantía excluye a la mayoría de quienes cobran los ingresos más bajos, dado el requisito de haber accedido a la jubilación con 30 años de aportes hechos en la vida laboral. Según datos de la Secretaría de Seguridad Social, del total de prestaciones pagadas en diciembre último por la Anses cuyo monto equivale al haber mínimo, el 75% fue obtenido vía una moratoria por aportes no hechos.
Por la aplicación de la fórmula de movilidad, las jubilaciones y pensiones tuvieron este mes un reajuste de 17,05%, un porcentaje que tiene altísimas probabilidades de quedar por debajo de la inflación del primer trimestre del año. Solo en enero y febrero el índice de precios al consumidor acumuló un incremento de 13,1%, según el dato del Indec.
En 2022, por la fórmula de movilidad aprobada en 2020, se otorgaron subas a los ingresos previsionales que acumularon un 72,48%, mientras que la inflación llegó, de punta a punta del año, a 94,8%. Así, las prestaciones para las cuales no se otorgaron refuerzos perdieron un 11,5% de su poder de compra.
La política de pagar bonos compensatorios por los malos resultados de la fórmula de actualizaciones es discriminatoria y provoca un achatamiento de la pirámide de ingresos, en perjuicio, principalmente, de quienes más aportaron. Si se considera el período de la gestión presidencial de Alberto Fernández, los jubilados y pensionados que son excluidos del cobro de los refuerzos perdieron, a febrero pasado, hasta un 27,7% del poder adquisitivo que tenían en diciembre de 2019.
La actual garantía del haber mínimo relacionada con el salario mínimo está vigente desde 2018. En 2010, el Congreso había aprobado la garantía del 82% del salario mínimo, pero la entonces presidenta y actual vicepresidenta Cristina Kirchner, que percibe por decisión de la actual gestión de la Anses dos prestaciones de privilegio de montos millonarios, vetó la ley de manera inmediata.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.