Concluyeron las audiencias por la extradición de Jones Huala a Chile
El juicio se desarrolla en Esquel y la sentencia se conocerá el martes; el dirigente reivindicó la agrupación Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) y ya tiene una condena
Paz García PastormerloFacundo Jones Huala, de 37 años, en la audiencia realizada en Esquel
SAN CARLOS DE BARILOCHE.– Con la presencia de unas veinte personas en la sala de audiencias y tras más de cuatro horas, terminó el juicio de extradición a Facundo Jones Huala. El líder mapuche reivindicó la formación de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) AM y rechazó ser llevado a Chile. El juez federal subrogante Gustavo Villanueva dará a conocer su decisión el martes próximo.
La Justicia trasandina busca que Jones Huala sea extraditado para terminar de cumplir la condena de nueve años de prisión que se le aplicó al encontrarlo responsable de un incendio intencional.
El juicio de extradición se realizó en el Escuadrón N° 36 de la Gendarmería, en Esquel, muy cerca de la Unidad Penal N° 14, donde el líder mapuche cumple con prisión preventiva. Su defensa, encabezada por los abogados Eduardo Soares y Gustavo Franquet, planteó la nulidad del proceso, lo que fue rechazado por el fiscal.
Con efectivos de fuerzas federales y de la policía de Chubut, la a Justicia montó un fuerte dispositivo de seguridad para reforzar custodiar el trasaldo de Jones Huala desde su lugar de detención.
“Soy combativo y revolucionario, y no me arrepiento. Estoy orgulloso de serlo” dijo el dirigente de la RAM, quien tomó distancia de los gobiernos de la Argentina y Chile, tanto de Alberto Fernández como de Gabriel Boric.
Atribuyó a una “decisión política” la decisión de la justicia trasandina de revocar su libertad condicional y afirmó que “antes de revocarla, ya anunciaban que me iban a enviar una orden de captura”.
Desafiante, apuntó contra el juez Villanueva por el proceso de extradición. “usted es un corrupto, se lo digo de frente, sin faltarle el respeto”, le enrostró al magistrado.
Presencia mapuche
La audiencia comenzó cerca de las 10, en una sala a la que asistieron integrantes del pueblo mapuche del Pu Lof en Resistencia Cushamen. Al ingresar en la sala, Jones Huala gritó que “la RAM existe y resiste”, frente a los militantes presentes, que portaban carteles con el rostro de Santiago Maldonado y banderas de los pueblos originarios.
Jones Huala es reclamado por Chile para cumplir la sentencia que se le impuso el 21 de diciembre de 2018, luego de que la Sala de Juicio Oral de Valdivia lo condenara a nueve años de prisión por los delitos de incendio y tenencia ilegal de arma.
Según se informó en la Justicia de Chile, al líder mapuche le resta cumplir un año y cuatro meses de pena. En el comienzo del juicio, uno de los abogados de Jones Huala planteó la nulidad del proceso porque no se aceptaron las pruebas presentadas por la defensa del imputado. El letrado Soares pidió al juez Villanueva que acepte las pruebas de los abogados y advirtió que si eso no se produce se generaría un “peligroso antecedente”, que pondría en “situación de minusvalidez” a su cliente.
El abogado marplatense Soares, integrante de la Asociación Gremial de Abogados y Abogadas de la República Argentina, y su colega Gustavo Franquet asumieron la defensa de Jones Huala hace unos meses. Ambos formaron parte de la organización Montoneros en la década de 1970. Soares integra la agrupación Convocatoria Segunda Independencia, mientras que Franquet forma parte de la Coordinadora Barrial Resistencia y fue referente de la CTD Aníbal Verón.
Ambos son miembros del equipo legal de las mujeres mapuche detenidas en Villa Mascardi durante el operativo de desalojo, que se llevó adelante en octubre del año pasado. Las mujeres, que tenían prisión domiciliaria, fueron dejadas en libertad en junio pasado.
“Persecución política”
En el caso de Jones Huala, además de alegar que se trata de un perseguido político, la defensa había criticado al magistrado Villanueva por desestimar pruebas para la audiencia y por no permitir citar a diversos testigos. El juez advirtió que el juicio de extradición “no reviste el carácter de un juicio criminal, pues no envuelve el conocimiento del fondo del proceso, ni implica decisión alguna sobre la culpabilidad del individuo requerido en los hechos que dan lugar al reclamo”.
El líder Jones Huala forjó su liderazgo entre grupos mapuches radicalizados, a partir de acciones violentas en la Patagonia cordillerana. Allí promovió la toma de tierras y el destrozo de propiedades de vecinos afincados en distintas localidades, entre ellas Villa Mascardi.
En febrero pasado, Jones Huala grabó un mensaje de audio desde el lugar de su detención, en la cárcel federal de Esquel, y reivindicó la recuperación territorial a través de los actos de violencia y usurpación. Confrontó, además, a las agrupaciones mapuches que desconocen la representatividad de la RAM y desafió al Estado argentino a evitar su extradición a Chile. “Debo confesar que debido a una serie de problemas personales en contexto de clandestinidad, no supe resolver y buscar toda la ayuda necesaria, y caí en el peor vicio del alcohol”, admitió, al reconocer que su adicción a la bebida relajó las precauciones que tomaba y facilitó, de alguna manera, su detención
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Cara visible de un grupo marcado por la violencia y el terror
Facundo Jones Huala lidera la RAM, el “brazo político militar” del Movimiento Mapuche Autónomo; estuvo prófugo de la Justicia
Con 37 años cumplidos el 9 de mayo pasado y una trayectoria ligada a las tensiones, Facundo Jones Huala es la cara visible de grupos mapuches radicalizados, que alcanzaron protagonismo mediante acciones violentas en la Patagonia, donde organizó y acompañó la ocupación de tierras y el destrozo de propiedades de vecinos en varias localidades de la zona, como la de Villa Mascardi. Ello lo enfrentó a vecinos, como había ocurrido también en Chile.
Nacido en San Carlos de Bariloche, su infancia transcurrió en el barrio 169, con su madre, María Isabel Huala, u seis hermanos. Su padre, Ramón Eloy Jones, es originario de Cushamen, un paraje cercano a Esquel, en la provincia de Chubut.
Según contó su madre, entre los 10 y los 11 años, Jones Huala fue a llevar ropa para una donación a una radio local de Bariloche y comenzó a interiorizarse de las problemáticas sociales. Ya más grande, vivió un tiempo en Buenos Aires y después en Chile, pero volvió a radicarse en la ciudad rionegrina, donde incursionó en la militancia política.
Según figura en la circular roja publicada por Interpol, tiene un DNI argentino y otro de extranjeros en Chile.
Jones Huala se convirtió en el líder y creador de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), el “brazo político militar” del Movimiento Mapuche Autónomo, que busca la recuperación del territorio de los pueblos originarios y la conformación de la nación mapuche. Fue el propio dirigente quien confirmó su pertenencia a esta agrupación durante las declaraciones que hizo ante la Justicia en el juicio de extradición a Chile que se desarrolló en febrero de 2018 en Bariloche.
También está vinculado con la Coordinadora de Comunidades en Conflicto Arauco Malleco de Chile (CAM), que protagoniza el conflicto en la región chilena de la Araucanía y es considerada por una parte de la sociedad de aquel país un grupo terrorista. De hecho, su líder, Héctor Llaitul, quien está detenido por la ley de seguridad del Estado, lo visitó en la cárcel en 2018 y lo calificó como “un preso político”.
Jones Huala es considerado un lonko weichafe para la comunidad mapuche. Este término significa “guerrero”. Su detención y su casi segura extradición a Chile podría marcar el final de su historial signado por acciones violentas, ejecutadas bajo el paraguas de la “causa mapuche”.
Jones Huala fue condenado en diciembre de 2018 a nueve años de prisión en Chile por “ataques incendiarios y porte de armas”. Tras haber estado en prisión por poco más de tres años, en enero del año 2022, la justicia chilena le otorgó la libertad condicional, pero al poco tiempo, la Corte Suprema de ese país ordenó nuevamente su detención.
Así, el 11 de febrero del año pasado, pasó a ser prófugo de la Justicia. Su propia familia declaró que no tenía noticias de su paradero, como declaró en una entrevista a
su madre, María Isabel Huala, cion en octubre de 2022. En esa ocasión comentó que no hablaba con su hijo desde marzo de 2020, cuando tuvieron una discusión familiar.
“A mi hijo lo crié, me costó mucho criarlo, me costó mucho criar a todos mis hijos y él ahora es grande. Cuando empezó la pandemia nos divorciamos, digo así porque no fue una pelea así nomás, sino que fue un distanciamiento bastante importante. Él hace su vida y yo hago la mía, ya cruza la calle solo”, declaró en ese entonces.
Luego de un año de incertidumbre, Jones Huala fue detenido en enero último, al ser hallado en el quincho de una casa del barrio La Esperanza, en El Bolsón, tras un operativo de las fuerzas de seguridad rionegrinas. Interpol emitió una circular roja para asegurar que permaneciera detenido hasta que se concretara la extradición a Chile, proceso que aún tramita la justicia federal de Esquel.
A fines del año pasado, fuentes vinculadas a la Justicia chilena decían que a Jones Huala se lo había “tragado la tierra” y reconocían que no había indicios concretos de su paradero, aunque existía una fuerte versión de que estaba en la Argentina. “
La captura de Jones Huala impactó de inmediato entre los vecinos y propietarios de Villa Mascardi, que habían sufrido usurpaciones, ataques y el incendio de sus propiedades en manos de comunidades que reivindicaron a la RAM. Pese a la huelga de hambre iniciada por el líder mapuche, el juicio se llevó adelante.
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