sábado, 29 de julio de 2023

PRECIO DEL VINO MÁS QUE LA INFLACIÓN Y MOODY´S Y EL PELIGRO BANCARIO


El precio del vino subió 11,2% en junio y aumentó más que la inflación
Los empresarios advierten por la caída del consumo local y de las exportaciones, pero celebran la quita de retenciones
Melisa ReinholdEl 56% de las etiquetas sufrió un aumento de precios
En octubre del año pasado, antes del amanecer, los productores vitivinícolas fueron sorprendidos por la inusual llegada de una helada tardía. La temperatura se mostró por debajo de los cero grados en diversas zonas productivas del país, un fenómeno que se repitió en los días posteriores y que dañó los cultivos de forma irremediable. Dentro del sector, hablan de la peor cosecha de la historia y de un fuerte golpe para la industria, que se suma a las distorsiones en el comercio exterior y a la caída del consumo local, una combinación de factores que explican por qué en las góndolas las botellas de vino sufrieron una remarcación de precios por encima de la inflación.
En junio, la variación mensual del Índice de Precio del Vino (IPV) marcó un aumento del 11,2% mensual, de acuerdo con el informe Vinodata elaborado por el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Este movimiento casi duplicó la inflación en el mismo período, que fue del 6%.
En las góndolas de los supermercados y vinotecas, el 56% de las etiquetas sufrió una variación al alza de sus precios, con un promedio del 14,9%. La tendencia se observó, sobre todo, en las botellas que cuestan menos de $1041 (14%), seguidas por la gama de $1041 a $1784 (12,4%). En el resto de los casos, los incrementos fueron menores al 10%, informaron.
Para Martín Hinojosa, productor y presidente del Instituto Nacional Vitivinícola (INV), estas alzas fueron explicadas por la cosecha “más baja de la historia”. La cosecha de uvas de 2023 alcanzó los 14.000 millones de quintales, cuando el promedio suele rondar los 22.000 millones.
“El precio de la materia prima trepó rápidamente (por faltante) y, sin dudas, impactó rápidamente en el valor del producto final. Veníamos arrastrando caídas en los despachos desde que se produjo este fenómeno climático. Muchas bodegas cuidaron sus stocks de vinos hasta conocer los resultados de la cosecha 2023, que finalizó en mayo de este año”, le explicó
Desde el Observatorio Vitivinícola Argentino (OVA), unidad de investigación dependiente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), dieron los mismos motivos. Pero compartieron otros números. En junio, el precio promedio ponderado de vinos en botella, espumantes y cartón fue de $1202 para el consumidor final (valor por un litro, sin IVA). Significó un aumento del 8% frente a mayo, dos puntos porcentuales más que la inflación. Pero, al observar el recorrido del año, los vinos acumularon un aumento del 54%, mientras que el índice de precios al consumidor (IPC) registró un alza del 51%.
“Venimos acompañando la inflación, cuando en realidad deberíamos haber aumentado mucho más. El precio de la uva se disparó entre 200% y 300%, a lo que se le suma la inflación real, los insumos secos dolarizados [como corchos, botellas y etiquetas] con lista actualizada del 20% para agosto, paritarias y baja competitividad por el tipo de cambio. Es una bomba explosiva. ¿Pero cuánto podemos aumentar si tenemos que participar de Precios Justos para acceder al Plan de Incentivo a las Exportaciones?”, confió un bodeguero.
La cosecha fue históricamente mala. Los precios aumentaron y el consumo local no acompañó. Durante el primer semestre del año se registró una merma del 10% interanual, según el INV, aunque esperan que en los próximos seis meses las ventas repunten a medida que se equilibren los stocks vínicos de seguridad. El vino tinto sufrió una caída del 8,1%. El vino blanco, del 16,1%.
“La retracción del consumo se lo atribuyo a varios factores. Por un lado, a la disponibilidad de ingresos de los consumidores. Por el otro, por esta cautela que hubo en los despachos, donde mantener inventario fue considerado resguardo de valor. Y, también, por la competencia. Particularmente, la cerveza, ya que tiene una mayor flexibilidad para manejar precios y aumentaron por debajo de la inflación. También impactó este auge de las bebidas de cóctel, un fenómeno que afecta a la Argentina y el mundo entero”, reflexionó Daniel Rada, titular del OVA.
Días atrás, las empresas socias de Bodegas de Argentina lanzaron un comunicado para advertir sobre la “crítica” situación que enfrentan las exportaciones del sector. En el primer semestre del año, se hundieron un 26,8% los envíos de vinos fraccionados fuera del país y del 44,5% para los vinos de granel. Una disminución total del 31,7% del volumen de las botellas despachadas al exterior, según el INV.
“Las caídas de volumen y facturación citadas se deben fundamentalmente a la falta de competitividad del tipo de cambio, frente a los incrementos de costos que han tenido los componentes de los productos (insumos de packaging, materias primas, mano de obra y gastos en general)”, advirtieron. También mencionaron las restricciones de transferencias al exterior, ya sea para importar insumos o pagar servicios, así como “la situación generalizada de la macroeconomía”.
Condiciones desfavorables
“Nos resulta muy difícil desarrollar un mercado. Requiere de años de inversión sostenida. Más difícil nos resulta sostenerlos en las condiciones descritas. Las bodegas argentinas han realizado grandes esfuerzos para no perder lo construido, pero llevan mucho tiempo exportando en condiciones que claramente les son desfavorables”, sentenciaron, aunque celebraron el reciente anuncio de quita de retenciones a partir del 1° de septiembre. Era uno de los pedidos que le hacían al Gobierno.
Con obstáculos por todos los frentes, el sector sufrió una pérdida de la superficie cultivada. Actualmente, ronda las 207.000 hectáreas, casi un 10% menos que en 2015, indicaron. Para Hinojosa, esto se debió a la falta de inversión en obras de riesgo para cultivos, el cambio de variedades cultivadas y la pérdida de los productores ante las contingencias climáticas “cada vez más severas”, que incluye desde granizo, pasando por heladas y hasta la polilla de la vid.
“La situación requiere de inversión por parte del sector privado, provincias y el Estado nacional. Por eso insistimos tanto en la aprobación del Proviar II, demorado desde 2016 y que logramos activarlo el año pasado, con una inversión total cercana a los US$50 millones a través del BID. Es la parte que nos toca, trabajar junto a productores y bodegas en todo el país en la asistencia técnica y ejecución, para que tengamos más productores de uva, calidad en los cultivos y tecnología industrial que permita recuperar el terreno perdido. Tenemos que volver a festejar”, cerró

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Advierten que es alta la exposición de los bancos a la deuda pública
La calificadora Moody’s alertó que podría producir “eventuales pérdidas”
Lafuente Esteban
Los bancos argentinos están cada vez más expuestos al riesgo asociado a la deuda pública. Esa es la principal advertencia de Moody’s, que analizó el escenario financiero local y alertó que si bien las entidades que operan en la Argentina tienen alto nivel de liquidez en moneda local, cuentan en su activo con una “alta exposición” a títulos públicos.
Así lo plantea un informe de la calificadora internacional publicado anteayer, que describe que un 40% del activo de los bancos locales está asignado a títulos públicos. Según la entidad, un 12% corresponde a bonos de deuda soberana, mientras que un 28% está compuesto por instrumentos del Banco Central (Leliq y pases).
“Si bien esto les brinda mayores niveles de liquidez, expone la hoja de balance a las condiciones de política monetaria y de financiamiento de la deuda pública”, plantea el documento de Moody’s, que de todas maneras indica que el nivel de liquidez de los bancos es “robusto”.
Esto, de todas maneras, se debe a un factor negativo en la economía argentina. Es que el estancamiento en el nivel de actividad y el escenario de incertidumbre macro desplomaron la demanda de crédito. En otras palabras, los bancos no encuentran a quién prestarle dinero.
“Los bancos tienen una alta exposición a títulos públicos debido al crecimiento de los depósitos en pesos en un contexto que opera con elevadas tasas de interés y condiciones macroeconómicas cambiantes e inciertas, que hacen que no haya suficiente demanda de crédito por parte del sector privado”, dijo Eliana Gómez Barreca, assistant vicepresident de Moody’s Local Argentina.
“La concentración en un único deudor no es una característica deseable en ninguna hoja de balance. En particular, en los próximos meses, en función de la dinámica electoral, las entidades podrían sufrir pérdidas eventuales relacionadas con la valuación de los títulos públicos. Creemos que este riesgo se encuentra mitigado parcialmente por los elevados niveles de solvencia y liquidez actuales que les permitirían afrontar pérdidas moderadas”, agrega la analista.
Según Gabriel Caamaño, titular de Consultora Ledesma, la creciente exposición de los bancos a títulos públicos es consecuencia de las dificultades que enfrentó el Gobierno para financiar su déficit. “El BCRA fue cambiando la normativa de integración de los encajes, y permitió integrarlos con títulos cada vez más largos, en función de las necesidades de financiamiento del Tesoro y un programa financiero que fue haciendo cada vez más agua, porque se quedó sin demanda genuina”, indicó el analista.
En ese escenario de menos demanda de crédito y crecientes necesidades del Tesoro para financiar gasto, creció la exposición de los bancos al sector público. Según datos de Moody’s, la liquidez en pesos sobre los depósitos llegó en junio de este año al 83%.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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