GODOFREDO DAIREAUX, FUNDADOR DE PUEBLOS
Raúl Finucci
Este artículo sobre la vida de un francés acriollado a tal extremo que escribió algunos de los más lindos cuentos relacionados con el gaucho y sus circunstancias, fue publicado hace varios meses en la revista El Tradicional. Próximamente publicaremos aqui sus cuentos de absoluta realidad y que develan un conocimiento absoluto de la temática en cuestión.
por Constanza y Godofredo Daireaux
Godofredo Daireaux nace en Coutances, Francia, a mediados del siglo XIX. Se traslada al territorio argentino a sus tempranos diecinueve años de edad. Al llegar, percibe como inmenso a este país, poco poblado pero cálido, su nuevo hogar. A lo largo de su vida, desarrolla allí diversas actividades, tales como: labores educativas, una escritura profundizada sobre La Pampa y sus costumbres, la fundación de estancias (Rauch,
Olavarría y Daireaux) y de pueblos. En este artículo nos dedicaremos a ahondar esta última temática, la fundación de pueblos por Godofredo Daireaux, con el fin de preservar nuestra historia familiar.
La fundación de pueblos para Godofredo Daireaux está íntimamente ligada a la instalación de almacenes de ramos generales o casas de comercio, donde los pobladores conseguían todo y de “ fiado”, estos lugares se encargaban de proveer semillas, alimentos, ropa, terrenos, y hasta consejos.
PUEBLO DE RUFINO
Don Gerónimo Rufino, mayordomo en campos de la familia Pereyra Iraola en Quilmes, consigue con sus ahorros y junto a su hermano poder adquirir en remate público campos subastados por el gobierno de la provincia de Córdoba. Por una cuestión de límites, la mayor porción del territorio adquirido queda ubicada en la provincia de Santa Fe.
Aparentemente Rufino mantiene un estrecho vínculo con Sarmiento, quien lo aconseja para proyectar, y el agrimensor Ferrer para confeccionar, el plano del futuro poblado en el año 1889. Los lotes que figuran en el mismo no se venden a raíz de la baja demanda y la insinuación de la próxima crisis económica y financiera.
Pasados dos años de que el plano se apruebe por la Dirección de Catastro, el pueblo continúa siendo un proyecto no realizado. Por la estación de ferrocarril prometida e inaugurada por Sarmiento pasan tres veces por semana trenes, uno de ida y otro de vuelta hacia las terminales, sin detenerse, sin levantar cargas ni pasajeros.
Godofredo Daireaux adquiere la manzana ubicada frente a la proyectada plaza principal por la suma de quinientos pesos, cuando originalmente se pedían mil cuatrocientos. Se propone establecer un almacén de ramos generales para poblar la zona, ya que atribuye como causa de la falta de habitantes a la ausencia total de negocios. Su casa de comercio logra un gran éxito por ser la única en veinte leguas a la redonda y tener un amplio surtido de mercadería. Acuden a ella un sinnúmero de personas y esto conduce a Godofredo a formalizar un contrato con Rufino para adquirir la mitad de los 260 solares existentes.
Daireaux realiza una eficaz propaganda de oferta de solares con tentadoras facilidades de pago y con esto empieza a darle vida al pueblo. Termina consolidando un crecimiento impresionante: los recién llegados se enriquecen y la prosperidad del lugar atrae gente de todas partes. En el año 1907 Godofredo escribe con entusiasmo en sus memorias: “¡Rufino tiene 4.600 habitantes!”. En un texto, “Godofredo Daireaux, ensayo biográfico” escrito por mi tío Alberto, se hace un fuerte hincapié en cómo fue aumentando la demografía de este territorio y formándose lo que hoy se conoce como Ciudad de Rufino:
“…cuatro hornos para la fabricación de ladrillos se instalaron sin dar abasto, dos carniceros se disputaron las pocas vacas gordas que Rufino tenía en su estancia; los herreros y carpinteros venían a instalar algún negocio, atraídos por la prosperidad el ya nombrado pueblo.”
PUEBLO DE LABOULAYE
Laboulaye no era más que una simple estación perdida en el medio de La Pampa. A fines de 1886, Godofredo Daireaux instala un almacén de ramos generales, en la parte sur de la estación (hoy Av. Independencia y Julio A Roca) y trae a su encargado Pedro Estanguet desde su estancia en Olavarría para que se ocupe del establecimiento. Estanguet (que posteriormente sería el dueño del comercio) llega junto a su padre Juan y su tío Bernardo, empleados propios también de la estancia. En este local no sólo se venden provisiones para abastecer a los campesinos, sino que también se venden solares.
A pesar de las poco favorables situaciones que se viven en la estación, como los inevitables incidentes con matreros, la inundación que paralizó la zona durante algunos meses y la competencia establecida por el almacén de ramos generales de Llorente, Muriel & Cia., que cuenta con Mauricio Boireau como encargado, el negocio de Godofredo da sus frutos.
Ambos negocios son conocidos como “madres” del comercio de Laboulaye: su notable capacidad para manejarse y ejercer una sana rivalidad es totalmente destacable. Cada uno de ellos contribuyó a sembrar el progreso del pueblo recién nacido,
PUEBLO DE DAIREAUX
Godofredo, junto a su hermano Emilio Daireaux, le compra el 21 de febrero del año 1883 un campo situado en el antiguo partido de Bolívar (actualmente partido de Daireaux) a Don Francisco Bustamante. La escritura se hace a nombre de Amalia Molina de Daireaux, esposa de Emilio, debido a que Godofredo se encuentra inhibido comercialmente a raíz de una pasada quiebra. El 5 de Julio del mismo año, su hermano Emilio regresa con toda su familia a vivir a Paris.
Godofredo Daireaux instala un almacén de ramos generales en esta estancia, llamada “Las Diez Lagunas”, con el fin de fomentar su desarrollo. Realiza actividades comerciales y agropecuarias en la zona hasta el año ’88.
En el año 1897 Emilio Daireaux constituye la sociedad Daireaux-Molina e hijos, destinada a la organización de la venta de tierras. Dos años más tarde se inaugura la estación Daireaux del ferrocarril Sarmiento. Posteriormente, Emilo Daireaux le vende tierras a Don Pablo Guglieri, quien llega a la zona en el año 1902 y emprende una importante actividad en el desarrollo del pueblo.
La fundación del pueblo de Daireaux toma lugar en el año 1910. Si bien Godofredo fue uno de los primeros pobladores, no participa en ésta, ya que fue 27 años después de su llegada.
La familia Daireaux, el próximo febrero del 2013 cumplirá 130 años en el lugar.
PUEBLO DE GENERAL VIAMONTE Y OLASCOAGA
Godofredo instala un almacén de ramos generales a cargo de Marcelino Dopico en Gral.Viamonte (Córdoba) Ayuda a éste a enriquecerse y, por consecuente, poder mantener a su numerosa familia. En una carta enviada de parte de Godofredo destinada a su hija Lucía, se puede claramente observar que la relación comercial que sostenía con Dopico fue posterior a la sociedad que desarrolló Daireaux en Laboulaye.
2 de julio de 1908
“Viamonte sigue siendo una pequeña localidad diseminada en la vasta llanura (…) Algo que progresa gentilmente, es la pequeña familia de los Dopico. Hace nueve años, cuando me separé de Cheret, Marcelino tenía $ 6.000. Yo le presté $ 28.000. Él tiene hoy, más de cien mil y yo he cobrado mi parte en sus beneficios, luego todo el mundo está contento. Y me alegro realmente de haber contribuido a la felicidad de esos ocho niños, de cabellos tan hermosamente variados, del negro azabache al rojo zanahoria, inteligentes todos, amables algunos y que prometen en suma, un hermoso conjunto para dentro de algunos años (…) ayudar en la vida a alguien honesto e inteligente puede ser al mismo tiempo, un buen negocio y una buena acción.”
Con respecto al pueblo de Olascoaga se puede decir que no ha sobrevivido al tiempo mucha información que registre la actividad de Godofredo ligada a su fundación, más que un plano fundacional impreso donde se indica la ubicación del almacén de ramos generales establecido por él y unas palabras escritas por Daireaux en uno de sus cuentos que atestiguan su establecimiento en el lugar.
NOTA DEL AUTOR
Resulta sumamente satisfactorio encontrar que estas ciudades y estos pueblos, entre otros tantos, conmemoran el nombre de Godofredo Daireaux en calles y escuelas , aún en los casos en los que él no tuvo participación alguna en su fundación. De todos modos, dada la magnitud de su obra, es realmente triste el escaso reconocimiento nacional que se le ha dado.
Mi agradecimiento a dos personas que ya no están y me van a hacer mucha falta:
Ing. Agrónomo Alberto G Daireaux
Ing. Agrónomo Guillermo Daireaux
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