Goldie Hawn en Las crónicas de Navidad 2
Disponible en Netflix
Hace un tiempo que Hawn puso su carrera como actriz en segundo plano, apareciendo muy esporádicamente en proyectos que llamaban su atención. Con un maravilloso don para la comedia, que demostró desde el comienzo de su carrera, la presencia de Hawn en pantalla es siempre bienvenida. Y especialmente si comparte la escena con Kurt Russell, su pareja hace más de 30 años, una eternidad para Hollywood. Desde que en 1987 protagonizaron la fantástica comedia romántica Hombre
nuevo, vida nueva (horrendo título local que no envejeció bien), el dúo no había vuelto a trabajar juntos salvo por el cameo que hizo la actriz en la primera entrega de Las crónicas de Navidad. Un papel que creció en la segunda parte de la ficción infantil, en la que Russell vuelve a interpretar a Santa Claus y Hawn es la ingeniosa señora Claus. La dulce aventura dirigida por Chris Columbus, un experto en relatos navideños desde los tiempos de Mi pobre angelito, aprovecha al máximo la química entre los actores y equilibra al canchero Santa de Russell con la sabiduría que Hawn le presta a la señora Claus.
Jeff Goldblum en El mundo según Jeff Goldblum
1 temporada Disponible en Disney+
Entre la oferta de contenido clásico y original de la flamante plataforma, esta serie documental puede llegar a pasar inadvertida. Pero, como su protagonista, una vez que el espectador la descubre ya no podrá dejar de admirarla. La propuesta es sencilla: el reconocido actor Jeff Goldblum siente una curiosidad enorme por el mundo y esa mente inquisitiva lo lleva a investigar temas tan aparentemente prosaicos como los helados, las bicicletas, los tatuajes, los jeans o las zapatillas como si se trataran de los grandes misterios de la humanidad. Lo extraordinario de esta serie es que el espectador aborda los diferentes tópicos con Goldblum como guía, un hombre talentoso tanto para la actuación como para la música, que parece tener también la habilidad de establecer vínculos con cualquiera a quien se acerque. Exuberante personaje que hace un arte del pensamiento lateral y de la sensualidad de los sentidos una forma de vida, Goldblum es un deleite, ya sea cuando prueba un helado hecho a su medida o cuando demuestra, a propósito de nada, que puede mover cada una de sus orejas de forma independiente.
Judy Davis en Mystery Road
1 temporada Disponible en Acorntv
Uno de los aspectos más sobresalientes de Ratched, la serie producida por Ryan Murphy que estrenó Netflix hace pocos meses, son las actuaciones de sus actrices principales. Especialmente las de Sarah Paulson como la enfermera del título y Judy Davis, en el papel de Betsy Bucket, su rival en la clínica psiquiátrica en la que transcurre la ficción. Claro que la actriz australiana suele enaltecer cualquier proyecto en el que aparece, ya sea el último despropósito de Murphy o la excelente Maridos y esposas, de Woody Allen. En el caso de Mystery Road, resulta fascinante verla encarnar a un papel totalmente distinto al que suele interpretar. En la serie australiana, Davis es Emma James, la máxima autoridad policial en un remoto pueblo de la zona ganadera del país quien, ante la desaparición de dos jóvenes, debe trabajar junto a un detective forastero que trae consigo sus propios asuntos por resolver. La vastedad del escenario, su mirada sobre el conflicto entre blancos y aborígenes y la magnética presencia de Davis distinguen a este policial del resto.
Star Wars encuentra su mejor versión
D. B.
(Estados Unidos/2019). creador: Jon Favreau. dirección: Jon Favreau, Peyton Reed, Rick Famuyiwa, Dave Filoni, Bryce Dallas Howard, Deborah Ch ow,TaikaWai ti ti y Robert Rodriguez, entre otros. elenco: Pedro Pascal,Carl Weathers,Gina Carano, Katee Sackhoff, Giancarlo Esposito y Werner Herzog. disponibleen: Disney+.
Toda buena serie necesita un universo propio, un protagonista atractivo, un simpático ladero, unos antagonistas de fuste, una solvencia narrativa y una estética que la defina. A The Mandalorian hay que ponerle un tilde de aprobado en cada uno de esos (y en varios otros) ítems. El universo es, claro, el de Star Wars, pero lo bueno de este proyecto concebido por Jon Favreau es que no se necesita ser un experto en la franquicia, mientras que los iniciados sí disfrutarán de las pequeñas y no tan pequeñas referencias.
El héroe perfecto es el mandaloriano del título (o Mando, como casi todos lo llaman), solitario cazador de recompensas (un Pedro Pascal al que nunca le vemos el rostro) que parece una mezcla de cowboy a-lo-clint Eastwood y de samurái, una síntesis entre el Sergio Leone de El bueno, el malo y el feo y el Akira Kurosawa deYojimbo. La excusa dramática de los once episodios de poco más de media hora cada uno ya disponibles es, en verdad, mínima y pasa por el encargo de proteger a “El Niño”, un encantador Yoda bebé que en verdad tiene ¡50 años!, concebido con una mixtura entre técnicas artesanales y efectos digitales; y de encontrar por distintos planetas a otros mandalorianos, expertos guerreros que están dispersos por la galaxia.
Si ya tenemos al universo, al protagonista y su ladero, y a la estética genérica, solo nos falta un malvado a la altura (como el Moff Gideon de Giancarlo Esposito), enigmáticos secundarios (como El Cliente, que interpreta Werner Herzog), unos solventes narradores para cada episodio (se lucen, entre otros, el propio Favreau, Peyton Reed, Rick Famuyiwa, Dave Filoni, Bryce Dallas Howard, Deborah Chow y Taika Waititi) y múltiples sorpresas. Así, en los primeros tres episodios de la segunda temporada se suceden las luchas contra criaturas gigantescas (sobre todo arañas) cuyos diseños parecen homenajes al mítico e influyente Ray Harry Hausen.
Esta apuesta por retomar el camino del héroe, esta recuperación del clasicismo del western crepuscular, mixturada con las aventuras galácticas y cierto espíritu de cine clase B y -clarolos permanentes guiños a la saga (la acción está ambientada cinco años después de El regreso del Jedi) le han valido a nada menos que 7 premios Emmy .
Cuando todavía quedan varios capítulos para terminar esta segunda temporada (los estrenos se suben a razón de uno por semana), la producción de la tercera ya está en marcha. Por suerte, hay Mando para rato.
Ascético retrato de una adolescente
P. V. P.
(Estados Unidos/2020). guion y dirección: Eliza Hittman. fotografía:Hélène Louvart. edición: Scott Cummings. elenco: Sidney Flanigan, Talia Ryder, Théodore Pellerin, Sharon Van Etten, Ryan Eggold. duración: 101 minutos. disponible en: alquiler en Cablevisión Flow,, Google Play y Apple TV+.
Apenas conocemos a Autumn (Sidney Flanigan) cuando la vemos, al comienzo de Nunca, rara vez, a veces, siempre, emprender un viaje a Nueva York para poner fin a su embarazo. Antes la habíamos visto cantar sobre un escenario escolar en Pensilvania, seguir estoica sus versos mientras se oían comentarios hirientes desde la platea. La habíamos visto también cenar con su familia, desplazada, incómoda por la condescendencia de su madre y la solapada tensión con su padrastro. La sabemos silenciosa en su habitación, pensativa en su trabajo como cajera de un supermercado, decidida cuando perfora su nariz.
La directora y guionista Eliza Hittman modela el carácter de su protagonista en esos pequeños detalles, esquivos a las declaraciones, expresivos en sus ambigüedades. El seguimiento de su periplo desde el descubrimiento del embarazo es austero e implacable, pegado a esas emociones subterráneas, a la materia de sus difíciles decisiones. La película elige un tono único, íntimo sin ser invasivo, con esos planos detalle que capturan el brillo de una mirada; ascético, esquivo a todo sentimentalismo, capaz de combinar situaciones desgarradoras con momentos banales en la vida de cualquier adolescente.
André Bazin decía que los héroes de Roberto Rossellini eran capaces de combinar actos de grandeza y gestos de cobardía, por eso en su obra primaba la vitalidad por sobre la belleza. Para Hittman, el camino de Autumn hacia Nueva York implica la conciencia de lo que debe enfrentar en este mundo, la comprensión del efecto de sus decisiones y el descubrimiento de su propia autonomía. Acompañada por su prima Skylar (Talia Ryder), personaje luminoso como pocos, Autumn experimenta la ciudad en todo su anonimato: las estaciones nocturnas y desoladas, las escaleras convertidas en laberintos, los locales de juegos electrónicos como termómetros de esa soledad en el bullicio.
Hittman esboza dos o tres momentos confesionales, con su personaje casi mirando a cámara, intentando hallar aquellas palabras que se le escapan. Sin discursos ni consignas, usa las opciones de un cuestionario como algo más que el título de la película: expone allí la imposibilidad de atrapar lo que desborda el lenguaje, lo que solo se vislumbra en el poder de las imágenes. Por ello nunca convierte al cine en alegato sino que simplemente muestra, como había descubierto Bazin que hacían las grandes películas, esas que acompañan a sus héroes en los efímeros instantes de verdad.
Atrapante miniserie que incomoda
M. A.
(España/2020). creador: Mateo Gil. basada en: The Minions of Midas, de Jack London. elenco: Luis Tosar, Marta Belmonte,Willy Toledo, Carlos Blanco. disponible en: Netflix.
Los primeros minutos de la serie ya delatan las ambiciones estéticas y argumentales de Mateo Gil y el coguionista Miguel Barros: una puesta en escena sobria, una actuación contenida pero poderosa del siempre excelente Luis Tosar, y una cadencia que no se traiciona, incluso cuando algunas escenas requerirían mayor premura. Basada en el relato de Jack London, la miniserie española parte de una premisa moral, dejando la puerta entreabierta a un debate donde los diferentes rostros del poder también se presentan como aristas a estudiar.
Víctor Genovés (Tosar) hereda un codiciado trono: el principal cargo en un grupo multimedia donde la óptica de su diario no tiene un correlato con lo que sucede en la realidad socioeconómica. El hombre, lejos de eludir la responsabilidad de dar un giro de timón, le brinda a la prensa la posibilidad de realizar investigaciones que incluso ponen en jaque los intereses del grupo que comanda. Sin embargo, esa falsa sensación de poder –la miniserie aporta una visión oscura, fugaz e irreal de ese concepto– se pone en evidencia cuando Genovés recibe, súbitamente, una carta con inconfundible sello y una clara extorsión. A ese hombre que está en la cima, que se mueve como queriendo demostrar su altruismo, se le concede su deseo de modo hiperbólico. “Estimado señor Genovés, le rogamos venda las acciones necesarias de su propiedad hasta poder entregarnos 50 millones de euros. De no ser así, una persona elegida al azar morirá (...) Solo usted podrá salvarla. Afectuosamente, se despiden, Los favoritos de Midas”.
El desconcierto ante la misiva deriva en un gesto de pasividad del empresario que, en poco tiempo, provoca esa primera muerte. Con cada carta llegará la amenaza de una nueva víctima, y esa certeza conduce al protagonista a contratar a un inspector (un gran Willy Toledo) para que identifique a ese grupo y lo desmantele. En paralelo, comienza a cobrar protagonismo la brújula moral de la miniserie, Mónica (Marta Belmonte), una periodista empleada de Genovés, con quien el empresario entabla una relación que despierta su costado más humano. La joven lo empuja a cuestionarse a sí mismo casi sin buscarlo, y así es cómo el hombre se reconecta con su hijo y empieza a hacerse más preguntas que lo despiertan de un letargo que, en Los favoritos de Midas, funciona de manera simbólica.
Los favoritos de Midas, el grupo, aquí no es tan relevante como la metamorfosis de Genovés. Es su constante oscilación entre la evolución y la destrucción lo que le aporta a esta producción española una ambigüedad que la distancia de otros thrillers.
N. T.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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