Militancia y dolor por el exilio
Mañana tal vez
A. L.
(argentina, 2020). dirección y
Guion: Florencia Wehbe Pasetti. Fotografía: Nadir Medina. Montaje: Lucía Torres Minoldo. Elenco: Rubén Gattino, Eva Bianco, Sol Zavala, Beto Bernuez, Luis Torres. distribución: Materia Gris Cine. Calificación: Apta para todo público. duración: 62 minutos. salas: Espacios INCAA Cine Teatro Italiano (Lobos), CAPEC (Jujuy) y Orestes Caviglia (Tucumán).
Para Luis (Rubén Gattino) la vida se ha vuelto gris y rutinaria. Viudo y jubilado, acumula a diario amargura y resentimiento. Ni siquiera puede disfrutar que lo premien por su larga trayectoria como compositor musical. Pero casi siempre existen chances de cambiar las cosas, es cuestión es aprovechar la oportunidad... En este caso, la oportunidad la trae Elena (Sol Zavala), una nieta que lo visita y muy pronto empieza a iluminar su refugio oscuro, a suavizar esa aspereza que el hombre exhibe incluso con cierto orgullo.
El cruce de esas dos energías muy diferentes es el combustible de esta ficción económica –tanto en términos de duración como de tono dramático– que cuenta en voz baja una transformación posible, con el más ruidoso telón de fondo de la agitación de esos días inolvidables en los que una parte importante de la sociedad argentina empujó con decisión la legalización del aborto.
La militancia política y el dolor del exilio también aparecen en la historia, apenas como un apunte que sugiere otra de las razones de la hosquedad del protagonista. Y es entonces una mujer, joven, resuelta, cargada de un amor sincero y también con la personalidad suficiente como para poner limites, la que tuerce el rumbo de las cosas, replicando puertas adentro algo de aquello que por fin estallaba afuera.
Una historia de supervivencia en un bosque en llamas
aquellos QUE desean Mi MUERTE
D. B.
(Estados Unidos-canadá/2021). dirección: Taylor Sheridan. Guion: Michael Koryta, Charles Leavitt y Taylor Sheridan. Fotografía: Ben Richardson. Edición: Chad Galster. Música: Brian Tyler. Elenco: Angelina Jolie, Nicholas Hoult, Finn Little, Aiden Gillen, Medina Senghore, Tyler Perry, Jake Webe y Jon Bernthal. distribuidora: Warner Bros. Pictures. Calificación:
Apta para mayores de 13 años con reservas. duración: 100 minutos Estreno en cines de 18 provincias argentinas
Reconocido en principio como actor, Taylor Sheridan se convirtió en el último lustro en uno de los guionistas más cotizados de Hollywood gracias a los
éxitos de Sicario, Sin nada que perder (que le valió incluso una nominación al premio Oscar) y la reciente Sin remordimientos. Aquellos
que desean mi muerte es su tercera incursión como director (cuarta si se incluye la serie Yellowstone) y primera protagonizada por una estrella como Angelina Jolie.
Aunque no llega a las alturas de Viento salvaje, su anterior película como realizador, esta transposición de la novela de Michael Koryta trasciende sus lugares comunes a partir de una sólida narración que hace de esta historia de supervivencia una experiencia bastante intensa y por momentos extrema.
El film tiene como protagonista a Hannah Faber (Jolie), una mujer que trabaja en el departamento de en un pueblo de Montana que sufre en carne propia la culpa por no haber podido salvar a tres preadolescentes durante uno de los tantos incendios forestales que ella y sus compañeros (todos hombres) suelen combatir y a los que llegan lanzándose en paracaídas desde aviones o helicópteros.
Haciendo un paralelismo con su actividad laboral, la vida afectiva de Hannah también está en caída libre, pero la oportunidad de la redención en esos tiempos autodestructivos le llegará de la forma más inesperada, cuando al lugar llegue Connor (el expresivo Finn Little), un niño de 12 años que logra escapar de dos asesinos a sueldo (Aidan Gillen y Nicholas Hoult) que han acribillado a su padre (Jake Weber), un contador con información inconveniente para distintos grupos de poder. El chico tiene en su poder esos comprometedores datos y –en medio de la naturaleza salvaje y de un arrasador incendio– será ayudado por Hannah para escapar de esa cacería humana.
Como buen guionista y narrador, Sheridan construye personajes con vuelo propio (allí están, por ejemplo, el sheriff local interpretado por Jon Bernthal y su esposa embarazada encarnada por Medina Senghore) y hace un excelente uso dramático de las locaciones boscosas envueltas en llamas, pero al mismo tiempo luce un poco dependiente de y hasta sometido por las fórmulas de géneros como el thriller de persecuciones, el western contemporáneo y el drama sobre personajes opuestos entre sí que deben unir fuerzas en circunstancias extraordinarias.
La lupa sobre la vida de la “figura maldita” del peronismo
Una Casa sin Cortinas: El Enigma isabel perón
(Estados Unidos-canadá/2021). dirección: Taylor Sheridan. Guion: Michael Koryta, Charles Leavitt y Taylor Sheridan. Fotografía: Ben Richardson. Edición: Chad Galster. Música: Brian Tyler. Elenco: Angelina Jolie, Nicholas Hoult, Finn Little, Aiden Gillen, Medina Senghore, Tyler Perry, Jake Webe y Jon Bernthal. distribuidora: Warner Bros. Pictures. Calificación:
Apta para mayores de 13 años con reservas. duración: 100 minutos Estreno en cines de 18 provincias argentinas
Reconocido en principio como actor, Taylor Sheridan se convirtió en el último lustro en uno de los guionistas más cotizados de Hollywood gracias a los
éxitos de Sicario, Sin nada que perder (que le valió incluso una nominación al premio Oscar) y la reciente Sin remordimientos. Aquellos
que desean mi muerte es su tercera incursión como director (cuarta si se incluye la serie Yellowstone) y primera protagonizada por una estrella como Angelina Jolie.
Aunque no llega a las alturas de Viento salvaje, su anterior película como realizador, esta transposición de la novela de Michael Koryta trasciende sus lugares comunes a partir de una sólida narración que hace de esta historia de supervivencia una experiencia bastante intensa y por momentos extrema.
El film tiene como protagonista a Hannah Faber (Jolie), una mujer que trabaja en el departamento de en un pueblo de Montana que sufre en carne propia la culpa por no haber podido salvar a tres preadolescentes durante uno de los tantos incendios forestales que ella y sus compañeros (todos hombres) suelen combatir y a los que llegan lanzándose en paracaídas desde aviones o helicópteros.
Haciendo un paralelismo con su actividad laboral, la vida afectiva de Hannah también está en caída libre, pero la oportunidad de la redención en esos tiempos autodestructivos le llegará de la forma más inesperada, cuando al lugar llegue Connor (el expresivo Finn Little), un niño de 12 años que logra escapar de dos asesinos a sueldo (Aidan Gillen y Nicholas Hoult) que han acribillado a su padre (Jake Weber), un contador con información inconveniente para distintos grupos de poder. El chico tiene en su poder esos comprometedores datos y –en medio de la naturaleza salvaje y de un arrasador incendio– será ayudado por Hannah para escapar de esa cacería humana.
Como buen guionista y narrador, Sheridan construye personajes con vuelo propio (allí están, por ejemplo, el sheriff local interpretado por Jon Bernthal y su esposa embarazada encarnada por Medina Senghore) y hace un excelente uso dramático de las locaciones boscosas envueltas en llamas, pero al mismo tiempo luce un poco dependiente de y hasta sometido por las fórmulas de géneros como el thriller de persecuciones, el western contemporáneo y el drama sobre personajes opuestos entre sí que deben unir fuerzas en circunstancias extraordinarias.
La lupa sobre la vida de la “figura maldita” del peronismo
Una Casa sin Cortinas: El Enigma isabel perón
P. V. P.
(argentina, 2021). dirección: Julián Troksberg. Guion: Julián Troksberg, Omar Ester. Fotografía: Luciano Zito.
Montaje: Omar Ester. investigación de archivos: Sebastián Szkolnik. duración: 91 minutos. disponible En: Cablevisión Flow.
El trabajo de Julián Troksberg es uno de los más interesantes que ha dado el documental en los últimos tiempos, no solo por sus resultados sino por las premisas de su abordaje. La figura de Isabel Perón comienza como un hueco en la historia del pensamiento político argentino de la misma manera que como un enigma en el recorrido de su narrativa. Su verdad ha sido sustituida por su silencio y por los diversos imaginarios que se han instituido desde su salida de la escena política: los relatos de su pasado como actriz, su relación con López Rega y el auspicio de la Triple A, el círculo de su caída, detención y exilio. Troksberg escapa tanto a la cronología como al intento de ensayar certezas, y se propone condensar en la materia de su película esa esquiva revelación.
Una casa sin cortinas no solo elige con precisión sus testimonios sino que los pone en una inquietante y original relación. Escuchamos a varios dirigentes, tanto de las filas del peronismo como de otros sectores del espectro político, desestimar el rol de Isabel en la construcción del peronismo en el exilio, en la oposición al vandorisbomberos mo, en la escena política luego del triunfo de Alfonsín. Una y otra vez las voces del pasado, las anécdotas de quienes albergaron a Isabel en sus viajes a la Argentina en los 60 y los retazos fotográficos de la época aspiran al cuestionamiento, a ampliar una figura escondida en el derrotero de sus mitos.
Es ese montaje de la confrontación el que ofrece momentos divertidos, como las intervenciones de Eva Gatica, de la artista plástica Marcia Schvartz o de la cocinera que la acompañó durante su detención, al mismo tiempo que ilumina las zonas desconocidas de su rol político como mano derecha de Perón, como lo hace el testimonio de Juan Manuel Abal Medina. La estrategia de Troksberg no se exige confirmar ninguna hipótesis planteada de antemano, de allí el movimiento de su narrativa guiado por el ejercicio persistente de la pesquisa. Tensar los materiales, desmontar los supuestos que trascienden a los discursos, exponer desde la puesta en escenas esos imaginarios naturalizados es quizás el gran hallazgo de su mirada.
Una casa sin cortinas desliza la perspectiva de un racionalista que intenta registrar más allá de simpatías o juicios la fenomenología de su personaje, los misterios que persisten en el recuerdo de quienes la conocieron, en los silencios de quienes la negaron. Cuanto más se esfuerza su cámara por captar esa verdad inaprensible –que es mucho más que la presencia real de Isabel, es también la de su fantasma–, más descubre que la riqueza se halla en sus desvíos y desencuentros, en ese enigma como límite de la propia investigación racional.
(argentina, 2021). dirección: Julián Troksberg. Guion: Julián Troksberg, Omar Ester. Fotografía: Luciano Zito.
Montaje: Omar Ester. investigación de archivos: Sebastián Szkolnik. duración: 91 minutos. disponible En: Cablevisión Flow.
El trabajo de Julián Troksberg es uno de los más interesantes que ha dado el documental en los últimos tiempos, no solo por sus resultados sino por las premisas de su abordaje. La figura de Isabel Perón comienza como un hueco en la historia del pensamiento político argentino de la misma manera que como un enigma en el recorrido de su narrativa. Su verdad ha sido sustituida por su silencio y por los diversos imaginarios que se han instituido desde su salida de la escena política: los relatos de su pasado como actriz, su relación con López Rega y el auspicio de la Triple A, el círculo de su caída, detención y exilio. Troksberg escapa tanto a la cronología como al intento de ensayar certezas, y se propone condensar en la materia de su película esa esquiva revelación.
Una casa sin cortinas no solo elige con precisión sus testimonios sino que los pone en una inquietante y original relación. Escuchamos a varios dirigentes, tanto de las filas del peronismo como de otros sectores del espectro político, desestimar el rol de Isabel en la construcción del peronismo en el exilio, en la oposición al vandorisbomberos mo, en la escena política luego del triunfo de Alfonsín. Una y otra vez las voces del pasado, las anécdotas de quienes albergaron a Isabel en sus viajes a la Argentina en los 60 y los retazos fotográficos de la época aspiran al cuestionamiento, a ampliar una figura escondida en el derrotero de sus mitos.
Es ese montaje de la confrontación el que ofrece momentos divertidos, como las intervenciones de Eva Gatica, de la artista plástica Marcia Schvartz o de la cocinera que la acompañó durante su detención, al mismo tiempo que ilumina las zonas desconocidas de su rol político como mano derecha de Perón, como lo hace el testimonio de Juan Manuel Abal Medina. La estrategia de Troksberg no se exige confirmar ninguna hipótesis planteada de antemano, de allí el movimiento de su narrativa guiado por el ejercicio persistente de la pesquisa. Tensar los materiales, desmontar los supuestos que trascienden a los discursos, exponer desde la puesta en escenas esos imaginarios naturalizados es quizás el gran hallazgo de su mirada.
Una casa sin cortinas desliza la perspectiva de un racionalista que intenta registrar más allá de simpatías o juicios la fenomenología de su personaje, los misterios que persisten en el recuerdo de quienes la conocieron, en los silencios de quienes la negaron. Cuanto más se esfuerza su cámara por captar esa verdad inaprensible –que es mucho más que la presencia real de Isabel, es también la de su fantasma–, más descubre que la riqueza se halla en sus desvíos y desencuentros, en ese enigma como límite de la propia investigación racional.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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