Según los analistas consultados cumplir con los compromisos tendrá consecuencias en el producto bruto y en el mundo laboral; el impacto en lo político
Tras el anuncio del acuerdo al que llegó el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI), por US$50.000 millones de asistencia financiera, una gran incógnita que se abre es cómo impactará el nuevo escenario en variables como la inflación, la actividad y el crecimiento económico, entre otras.
Según la opinión de los analistas consultados este año será difícil en términos económicos, con una probable recesión -definida por dos trimestres consecutivos de caída del producto- y, si bien el Gobierno no anunció cambios en los objetivos para este 2018, el gasto se empezará a ajustar para llegar a la meta de déficit fiscal primario del 1,3%, que fue comprometida para 2019.
El año que viene, en tanto, el nivel de crecimiento dependerá de la cosecha del campo -ya sin el impacto de la sequía- y de si las obras hechas bajo el esquema de Participación Público Privada (PPP) reemplazan el recorte en la obra pública con financiamiento tradicional. Y para un año en el que habrá elecciones presidenciales, también es un interrogante qué pasará con la gobernabilidad.
El pronóstico del director de EPyCA Consultores, Martín Kalos, es de contracción económica de acá a casi fin de año, con un aumento del nivel de inflación. "Las metas de inflación quedaron obsoletas y para cumplir con la del 17% el año que viene habrá que hacer más correcciones este año. Tienen que terminar de ajustar tarifas bajando los subsidios, pero también el aumento del dólar te impacta en generación de energía y ahí tenés un incremento pendiente", dijo.
A la vez, la caída del salario real, por la aceleración de la inflación, impactará en el consumo y tendrá un efecto contractivo para pymes y negocios de barrio. El economista también vaticina un deterioro laboral de acá a fin de año, ya que no se crearían puestos de trabajo y probablemente se destruyan.
"La construcción venía siendo el sector dinamizador en la generación de empleo, pero con menos obra pública va a caer", opinó Kalos. Y dijo que también parte del deterioro laboral será en la industria. "En el último año, pese a que había recuperado actividad, el sector no había dejado de despedir y lo seguirá haciendo en un escenario contractivo general; más aún las industrias volcadas al mercado interno con menores ventas", afirmó.
En el mismo sentido opinó Irina Moroni, economista jefe de la Fundación Capital, quien señaló que el empleo industrial hace varios meses que no crece. También consideró que podría percibirse una baja en la construcción.
En cuanto a los salarios, Moroni dijo que puede preverse una caída del poder adquisitivo, este año, de al menos dos puntos en promedio, con una baja más pronunciada en el sector público.
Respecto de las exportaciones, el director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), Nadin Argañaraz, opinó que el impacto dependerá de cómo se acomode el dólar en el corto plazo. "Hoy puede haber actividades que con este tipo de cambio real tengan una rentabilidad de exportación, pero es clave la sostenibilidad que le vean", apuntó. Para Kalos, en cambio, la devaluación no da competitividad en sectores que no estaban exportando y el aumento de costos por inflación puede neutralizar la ganancia en competitividad del salto del tipo de cambio. Sí consideró que puede haber una merma de las importaciones, que se encarecerán.
Crecimiento
En cuanto a 2019, la principal incertidumbre según el economista jefe de Radar Consultora, Martín Alfie, es cuáles serán los motores de la economía. "El Gobierno habla de los PPP como factor de crecimiento y otros hablan de una posible buena cosecha; y algunos dicen que, si se estabiliza el dólar, el salario por ahí se recupera y se recompone el consumo. Sin embargo, yo veo un año de poco crecimiento o de estancamiento. El FMI te dio un salvavidas financiero, pero las perspectivas de la economía real son que en 2018 vamos a entrar en recesión y que, en 2019, con suerte, va a haber recuperación, pero no un crecimiento de la actividad del 4% como hubo en octubre de 2017", explicó.
Por su parte, el economista director del estudio Eco Go, Federico Furiase, pronosticó un crecimiento del 1 al 1,3% del PBI para 2018 y de 2,5% para 2019. "Si bien el acuerdo con el Fondo ayuda a estabilizar, en 2019 no vemos un año de crecimiento por encima del 3%, porque vas a seguir haciendo ajuste y el Banco Central va a mantener la tasa alta para bajar la inflación. Va a haber crecimiento de las exportaciones después de la sequía e inversiones del exterior, con un consumo privado más rezagado y con estancamiento del gasto público". En la opinión de Furiase, el frente más vulnerable tras el acuerdo es el político, ya que se van a ajustar subsidios, obra pública y transferencias a las provincias, lo cual complica el diálogo con los gobernadores. Sin embargo, lo ve viable políticamente y analizó que fue bien recibido por el mercado.
Sin embargo, Marina Dal Poggeto, también de Eco Go, consideró que "ajustar y mantener la gobernabilidad son agendas contrapuestas". "Este año está asegurado. No tenés meta de inflación ni fiscal, pero el año que viene tenés un compromiso de ajuste muy agresivo que es difícil que se compense con el ingreso de capitales. Es correcto el ajuste macroeconómico, pero al mercado el año pasado le interesaba la gobernabilidad y ahora sólo le tendría que interesar el ajuste. Es un escenario binario. Sólo cierra si podés acceder al crédito con un mundo que te ayude mucho y recreando la historia argentina. Pero el sendero de la gobernabilidad va a contramano de la necesidad de ajustar", afirmó la economista.
Más optimista se mostró Fausto Spotorno, director del Centro de Estudios Económicos de Orlando Ferreres & Asociados, que prevé un crecimiento de 1,1% para este año y de 3,2% para 2019. "Si se da lo de la recomposición salarial del 5% por inflación, más aumentos adicionales en noviembre, diciembre y enero por las renegociaciones que comienzan en septiembre, y si después está el impacto de las paritarias finales, mi sensación es que el Gobierno está marcando puntos positivos en materia salarial para llegar bien a las elecciones y espera que la economía crezca", vaticinó.
Además del sueldo, Spotorno apuntó que en 2019 incidirá la cosecha porque, con que no haya sequía, ya hay un punto más de avance del PBI. También le asignó influencia positiva al crecimiento de Brasil, aunque sea poco (por la demanda de productos industriales) y a las obras de construcción de los sectores privado y público (a través de PPP).
El presupuesto
Varios de los economistas consultados insistieron en la importancia de la confección del presupuesto del año próximo ya que, mientras que el acuerdo con el FMI no se vota, lo acordado en materia de gasto público debería coincidir con lo que se pide en términos de meta fiscal. Para Argañaraz, en 2019 el esfuerzo extra que el gobierno nacional plantea es de 0,7% del PBI, ya que el sendero de la responsabilidad fiscal ya llevaba a 2% del producto.
"Las fuentes para la reducción del gasto son básicamente cuatro -explicó el economista del Iaraf-: subsidios a la energía con 0,8% del PBI; subsidios al transporte con 0,7%; transferencias corrientes a provincias con 0,8%, y gasto de capital con 1,5% (incluye las transferencias a provincias para obra pública). Si se suman estos componentes del gasto primario, se obtiene un total de 3,8% del PBI. La baja extra de responsabilidad fiscal que hay que hacer del 0,7% del PBI equivale al 18,5% del total de estos cuatro gastos. Es decir que si bien es un esfuerzo extra para la sociedad, si se lo hace con un objetivo de equidad transparente es factible. El Congreso debería poder encontrar el consenso para validar esta reducción adicional en la ley de presupuesto 2019".
Para María Castiglioni, socia de C&T Asesores Económicos, la negociación clave del año que viene es entre el Gobierno y las provincias por la obra pública a través del sistema de PPP. "Hay que ver si las provincias empiezan a financiar parte de eso. Depende de la negociación política; va a ser dura, pero las provincias necesitan obras y que se recaude por coparticipación, así que necesitan que la economía funcione; 2019 es un juego con final abierto, pero el acuerdo con el Fondo, que es a 3 años y por el monto que es, deja en mejor posición al Gobierno", esgrimió.
Por otro lado, Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de Ecolatina, coincidió en que la gestión de Mauricio Macri llega a las elecciones más fortalecida. "El Gobierno llega con un colchón de dólares y con menores posibilidades de un episodio de estrés cambiario. Porque si tuviera otro estrés cambiario a fines de este año sería game over. Pero ese seguro te cuesta en gobernabilidad, en la pelea para acortar el gasto y en actividad política fiscal contractiva, pero el otro escenario era peor: tener una corrida en 2019", concluyó.
Los números tras el acuerdo
Qué pasará con las principales variables
1,3% del PBI
Es la meta de déficit fiscal primario prevista para el año que viene, que surgió luego de concretado el acuerdo con el Fondo
2,8% de crecimiento
Es, en promedio, el crecimiento de la actividad que pronostican los economistas para 2019; este año el PBI avanzaría entre 1 y 1,5%
17% alza de precios
Es la nueva meta de inflación para 2019, que fue anunciada el jueves; en tanto, el alza de precios prevista por el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central para este año es de 27,1%
2 puntos
Es, en promedio, lo que se prevé de caída en el poder adquisitivo para este año, con una baja más pronunciada en el sector público, según la economistaIrina Moroni
M. J. R.
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