viernes, 11 de enero de 2019
BUENOS AIRES, TERRAZAS HISTÓRICAS
Verano en las terrazas históricas para volver a enamorarse de la ciudadLuego de un cuidadoso trabajo de restauración, el
Hoy como ayer Buenos Aires resulta más linda desde las alturas que en la superficie, donde la pretensión y la voracidad comercial contemporáneas malograron sin piedad fachadas y veredas, especialmente en el área que concentra los edificios de mayor valor patrimonial. Se han hecho desastres, pero por suerte pocos llegaron tan alto. Al porteño sensible le bastará subir a alguna terraza del Casco Histórico y apreciar la línea del cielo para volver a enamorarse de la ciudad, y olvidar (por un rato) las calles sin limpieza, la marginalidad y esas dudosas arquitecturas que nos legaron gestiones políticas. Elskyline del centro porteño es una experiencia transportadora. El "avistaje" de cúpulas, manzardas, remates, torres y faros hacen que uno pierda, por momentos, la noción del espacio. A la mano de todos, solo hay que organizarse para visitarlas, ya que este verano algunas estarán abiertas al público, y el acceso es (casi) gratuito. Van los recomendados para agendar.
Tango de Mayo Hotel Boutique, ex Edifico Singer
Bar en las alturas del Hotel Tango de Mayo, la reciclada terraza del ex edificio Singer en Av. de mayo 1936
Una azotea inesperada que obliga a detenerse en cada detalle del paisaje, quizá el más "instagrameable" de ese tramo de Avenida de Mayo que va de 9 de Julio a Plaza Lorea. Apenas el visitante sube queda impactado por la cercanía con las esculturas a escala humana que decoran la torre del edificio La Inmobiliaria. Y si gira la cabeza, oh, sorpresa: ahí están los misteriosos balcones del Palacio Barolo. Construido en 1913 por el arquitecto italiano Fausto di Bacco, perteneció originalmente a la compañía estadounidense Singer que lo concibió con "el afán de romper los estándares visuales de su tiempo: uso masivo de superficies vidriadas, ejes simétricos y notables pilastras metálicas de estilo parisino del siglo XIX que lograron atrapar las miradas de los transeúntes", cuentan los orgullosos propietarios del ahora hotel Tango de Mayo. A esa altura media ideal se aprecia el ex Diario Crítica y la torre del ex Hotel Majestic (restaurado pero cerrado, y en cuya terraza se vio pasar al cometa Halley en 1910). Estirando el cuello se descubrirán la cúpula (recién pintada) del Hotel Chile y las copas de los árboles que festonean la avenida. Luego de un cuidadoso trabajo de restauración, el ex Singer fue distinguido como Edificio Emblemático Art Nouveau de Buenos Aires. De miércoles a viernes de 18 a 24 abre el Dome Roof Top Bar, un punto mágico para tomar muy buenos cócteles y disfrutar de la "hora azul". Jueves y viernes hay after office de 19 a 21 con 2x1 en tragos seleccionados, y también DJ. Se cancela cuando hay eventos ( lo comunican via Instagram). Con reserva previa.
Música para mirar
Luces y sombras artísticas sobre el Palacio Barolo, vistas desde la terraza de la vereda de enfrente en Av. de Mayo al 1300
Cerca de ahí, en una construcción afrancesada de principios del siglo XX, coronada por una cúpula de tejas negras, funciona desde hace diez años un hostel que cuenta con un mirador secreto que ofrece vista abierta al Palacio Barolo y a La Inmobiliaria. Los viernes por la noche, cuando no llueve, el cielo y los edificios linderos se convierten en un lienzo gigante donde se proyecta un espectáculo de luces producido por el grupo Al Ver Verás. Extrañas figuras danzan como fantasmas sobre los frentes oscuros de las construcciones antiguas. "Sin basarnos en hechos históricos ni en un argumento del tipo cinematográfico, hacemos una obra conceptual y poética que se articula a través de la música en vivo y el desarrollo visual sobre el paisaje urbano" cuentan Diego Gentile y Daniel Selén, que también hacen funciones en otros espacios patrimoniales, como el antiguo Servicio Penitenciario de San Telmoy antes en el Palacio Pizzurno. En una terraza más abajo funciona una parilla con hamburguesas y suculentos choripanes aderezados con chimi churri, más tragos y cervezas a precios accesibles para el público asistente. Los cupos son limitadísimos y es con reserva previa. A la terraza se accede por escalera.
La cúpula del Palacio Barolo ofrece una gran vista de la ciudad, ideal para el atardecer
Museo Areatec, Edificio Cassará
Hace diez años la arquitecta Ana María Carrio y su marido buscaban un espacio donde asentar oficinas y salas de reunión, así encontraron abandonado sobre Avenida de Mayo una casa de tres plantas construida en 1902 por Los Andes Compañía de Seguros. "El Edificio Cassará es un claro ejemplo de las diferentes situaciones que atravesaron las áreas centrales de la ciudad y sus edificios" cuenta la arquitecta, especializada en patrimonio, y miembro de laAsociación de Amigos de Avenida de Mayo."Estaba destinado originalmente a vivienda de renta de categoría. Eran tres casas en tres plantas, la más baja destinada a locales comerciales, donde está el Bar Iberia. Las fachadas de estilobeaux arts componían el paisaje tradicional de la avenida. Hacia mediados del siglo XX la zona pierde importancia y se inicia un lento proceso de deterioro y degradación que se verá reflejado en las construcciones.
Fundación Cassará, y un mirador también hacia el interior del edificio recuperado en Av. de Mayo 1194
En este caso se transformó en hotel, con la consecuente destrucción de elementos y partición de espacios. La situación se volvió critica a finales del siglo XX, con el posterior abandono. Cuando entramos, acá vivían las palomas", recuerda. La recuperación tomó cinco años, y por el trabajo realizado su estuido ganó numerosos premios nacionales e internacionales. Respetando su tipología, restauró el patio central e incorporó la magnífica terraza, devolviéndole así la jerarquía que tuvo a comienzos de su historia. Arriba, el emotivo panorama permite notar el creciente interés de los vecinos por devolverle su esplendor a la avenida. Abre al público viernes y sábados hasta las 20, en forma gratuita. Se accede con DNI y se pude disfrutar sentados en bancos o caminar por los techos de vidrio que dejan ver la arquitectura restaurada. T ambién es sede del Museo Areatec que ofrece actividades culturales como muestras de arte, desfiles de moda y cine en el primer piso.
Shakespeare en la terraza,
En este caso se transformó en hotel, con la consecuente destrucción de elementos y partición de espacios. La situación se volvió critica a finales del siglo XX, con el posterior abandono. Cuando entramos, acá vivían las palomas", recuerda. La recuperación tomó cinco años, y por el trabajo realizado su estuido ganó numerosos premios nacionales e internacionales. Respetando su tipología, restauró el patio central e incorporó la magnífica terraza, devolviéndole así la jerarquía que tuvo a comienzos de su historia. Arriba, el emotivo panorama permite notar el creciente interés de los vecinos por devolverle su esplendor a la avenida. Abre al público viernes y sábados hasta las 20, en forma gratuita. Se accede con DNI y se pude disfrutar sentados en bancos o caminar por los techos de vidrio que dejan ver la arquitectura restaurada. T ambién es sede del Museo Areatec que ofrece actividades culturales como muestras de arte, desfiles de moda y cine en el primer piso.
Shakespeare en la terraza, Edificio Bencich
Shakespeare en la terraza
"Los humanos construimos edificios para tener un espacio, pero cuando en ese espacio está vacío, pierde sentido. Falta la actividad humana, la gracia de la vida" dice Eugenia Cabezas, dueña de una productora de cine y publicidad con oficina en las cúpulas del Edificio Bencich, en Diagonal Norte y Bartolomé Mitre. Con la excusa de compartir ese fantástico mirador, desde hace cinco años cada domingo organiza funciones de teatro al aire libre. "Me parece genial que la gente venga a conocer el lugar y se lleve algo más. Es una buena excusa para hacerlo accesible. Además es una linda experiencia tener al actor trabajando tan cerca, ver sus gestos y poder apreciar la composición del personaje" agrega una de las nietas de Massimiliano Bencich, que en 1927 junto a su hermano Miguel inauguró el proyecto encargado al arquitecto francés Eduardo Le Monier. Bajo la delicada dirección de Agustín Pruzzo, un elenco de actores y músicos medievales interpreta obras aclamadas de William Shakespeare, como Otelo, Hamlet, Macbeth y Romeo y Julieta. El entorno hace el resto: a un lado, la cúpula del ex Banco de Boston (en plena recuperación) y la de La Equitativa del Plata; del otro, la increíble Diagonal Norte, una de las pocas protegidas por una reglamentación que fija alturas, permitiendo el juego simétrico de balcones, cornisas y escultóricos remates. A partir del 20 de enero, hay cita los domingos a las 18 y a las 21, con reserva previa. Es obligación presentar DNI para acceder al edificio.
La terraza del edificio Bencich une la cúpula y la estructura que da ingreso a este gran mirador a la ciudad desde Av. Pte. R. Sáenz Peña 615
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