domingo, 5 de enero de 2020

LA PÁGINA DEL DR. JUAN CARLOS DE PABLO,


¿Quiere entender algo? Sígalo a Alberto, no a Guzmán

Juan Carlos de Pablo
La política económica práctica radica en los procedimientos y en las decisiones que se toman, mucho más que en las declaraciones y las racionalizaciones. Este principio elemental sirve para responder el interrogante básico que se formula cualquier decisor: ¿quién está a cargo?
En la Argentina, hoy, la respuesta es obvia: el mismísimo presidente de la Nación. Por lo cual es importante descubrir el "estilo F", como en su momento fue importante descubrir los estilos K y M.
Quienes no participamos de la "cocina" de la política económica inferimos el estilo a partir de lo que se conoce. Aplicando la propuesta de Karl Popper, de mantener vivas las hipótesis que todavía no fueron refutadas por los hechos.
Claves para analizar
Primera característica del estilo F: extrema centralización en él. ¿Con quién se negociaron la duplicación de las indemnizaciones por despido, el aumento de las retenciones a la exportación y la distribución de las tarjetas alimentarias? No con el ministro Guzmán, precisamente. Que este hable de consistencia macroeconómica y de política económica integral no quiere decir que haya sometido a ese tamiz todas las decisiones adoptadas hasta ahora.
Segunda característica: primero decide y luego "dialoga". No importa lo que haya dicho durante la campaña, porque, como bien decía Otto Bismarck, "nunca se miente tanto como antes de una elección, durante una guerra o después de una cacería".
Está claro que no les va a preguntar a los involucrados qué les parece tal o cual medida. La civilización de los modales no es incompatible con la contundencia del procedimiento.
Tercera característica: una política económica muy discrecional es una invitación a dejar de trabajar, porque conviene más estar ocupado. A pesar de lo que dije antes, lo que ocurra con cada decreto reglamentario de la ley de emergencia, o con cualquier legislación futura, es suficientemente determinante para cada sector o región como para que convenga aceitar los mecanismos de vinculación con el poder de turno.
Este fue el arranque, veremos cómo sigue. Alberto Ángel Fernández ya ocupó altos cargos en el Poder Ejecutivo Nacional como para saber cómo y cuándo hay que modificar su accionar, en función de los resultados.
Última. Decir que esta política económica está más pensada para agradar al FMI y a los tenedores de bonos es una superficialidad que roza la chicana. Se trata de un esquema redistributivo dentro del sector privado, porque el sector público, por ahora, no aporta nada, y encarado de modo muy discrecional.

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