Giros y rituales en el MARCO, el único museo porteño abierto
Aun en pandemia, el joven museo de La Boca recibe visitas para dos muestras
Varios coleccionistas recorrieron ya las dos salas de exposición del único museo abierto en la ciudad de Buenos Aires: el Museo de Arte Contemporáneo de La Boca (MARCO), situado en la avenida Almirante Brown 1031, frente a la altura de Dock Sud de la autopista Buenos Aires-la Plata y en el corazón del Distrito de las Artes. Aunque el número de público parezca escaso después de largos meses de aislamiento social preventivo y obligatorio, el ecosistema del arte local da sus primeros signos de renacimiento. Al contar con una habilitación del gobierno de la ciudad de Buenos Aires similar al de las galerías, en este museo privado que nació en la primavera de 2019 gracias a la donación de la Fundación Tres Pinos se inauguraron por fin las dos muestras que estaban previstas para mediados de marzo: #Bomba de Brillo #Espectacular, de Cynthia Cohen, en la planta baja, y Futuras cavernas, de Ana Clara Soler, en el segundo piso. A diferencia de las galerías, en el MARCO no se hacen transacciones comerciales.
Con los protocolos sanitarios correspondientes, es posible recorrer entonces, de lunes a viernes, de 14 a 18, y con barbijo, estas dos muestras de artistas argentinas de la generación intermedia. Varios días a la semana, Cohen (representada por las galerías Pasto y MCMC) y Soler (del equipo de Miranda Bosch) acompañan a los visitantes en visitas guiadas. Para formar parte de los selectos grupos ávidos de arte, de no más de seis personas en cuatro turnos por jornada, se debe reservar en forma previa la visita, en función de la terminación del número de DNI; otra condición es que los visitantes deben tener domicilio en la ciudad de Buenos Aires. Como prescriben las normativas impuestas por el Covid-19, está prohibido tocar las obras y la entrega de tarjetas, textos de sala y catálogos se ha reemplazado por las versiones digitales. Las actividades interactivas, que ambas muestras propician, tuvieron que ser postergadas.
#Bomba de Brillo #Espectacular, al cuidado de Florencia Qualina, reúne ocho pinturas giratorias y de gran formato de Cohen. Mediante un artilugio técnico que la artista ideó con Jorge Ibaceta, herrero del MARCO, las pinturas, compuestas como dípticos con imágenes invertidas, pueden rotar como en una rueda de la fortuna. “El primer sentido de las pinturas rotantes fue pintar en una misma obra parte del desdoblamiento que siento como pintora: por un lado, a la manera pop, con pincelada abierta, gestual y, por otro, pintar paisajes y naturalezas muertas”, dice Cohen.
“Futuras cavernas concentra una investigación que empecé hace años –cuenta Soler–. Aunque la producción de las obras que la conforman haya comenzado en julio de 2019, la recolección y el interés por símbolos, grafismos y dibujos de distintas culturas y tiempos, en diálogo con la curadora Tainá Azeredo, empezó en 2015. Con esta muestra, gracias también al amplio espacio físico de la sala, pude llevar a cabo dispositivos expositivos que hace rato deseaba concretar”.
D. G.
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