Si te gustó Misfits...
Aunque esta serie pasó inadvertida para el públio local,tenía todos los elementos para convertirse en un fenómeno. Creada por Howard Overman, cuenta una historia tan divertida como oscura que utiliza la ciencia ficción para explorar el conflictivo paso de la adolescencia a la adultez. Cinco jóvenes que por razones muy distintas deben hacer servicio comunitario, ante un hecho sobrenatural que les otorga superpoderes, se unen para formar el equipo más ciclotímico, caprichoso e impredecible que se pueda imaginar.
5 TEMPORADAS. DISPONIBLE EN AMAZON PRIME VIDEO
Te va a gustar War of the Worlds
Esta nueva adaptación de la novella de H. G. Wells traslada la acción al presente. Un presente que nadie podría haber imaginado tan parecido a la vida real. En la nueva versión, una coproducción británica- francesa, el mundo se une frente al horror de una plaga mortal. En lugar de un virus, en este caso el peligro llega del espacio. Entre la ciencia ficción y el drama, el apocalípsis que presenta la serie no es solo global sino también personal. Con algunos trazos narrativos similares a los que desarrolló Steven Spielberg en su propia versión de la historia, en este caso el relato coral ayuda a ampliar el alcance de la trama más allá del género. Entre el numeroso elenco se destacan Gabriel Byrne como un profesor desesperado por convencer al mundo del peligro, pero especialmente a su exesposa –interpretada por Elizabeth Mcgovern (Downton
Abbey)– y a Daisy Edgar-jones (la Marianne de Normal People) cuyo personaje podría tener la clave para salvar a la humanidad del exterminio. DISPONIBLE EN DIRECTV GO
Si te gustó Locke & Key...
El retorno al origen y los traumas del pasado están en el centro de esta serie basada en la novela gráfica de Joe Hill y Gabriel Rodriguez que logra unir el horror y la fantasía con el drama. La trama comienza cuando la familia Locke se muda a su mansión ancestral y una vez allí cada uno de sus integrantes empieza a experimentar fenómenos extraños que podrían estar conectados con el terrible crimen del que todos fueron testigos. La ficción de Carlton Cuse y Meredith Averill consigue asustar y conmover al mismo tiempo. DISPONIBLE EN NETFLIX
Te va a gustar Está bien no estar bien
Con un ambicioso despliegue de producción que incluye una bella apertura animada y una historia que no es precisamente sutil en sus intenciones, esta miniserie coreana de 16 episodios es un notable ejemplo de los contenidos del país asiático. Con una mezcla de géneros que incluye el misterio, el terror, el drama y la comedia romántica, la historia además se anima a explorar temas como la salud mental y la experiencia de las personas en el espectro autista, tópicos que no suelen discutirse usualmente en la agenda pública de Corea del Sur. En el centro del relato están los hermanos Moon Kang Tae (Kim Soo Hyun, protagonista de Mi amor de las estrellas) y Moon Kang Tae (Oh Jong Se) que desde la trágica muerte de su madre viven huyendo y arrastrando un trauma. En su camino se cruzará la autora de cuentos infantiles Go Moon Young (Seo Ye Ji). De regreso a su pueblo natal y en la tenebrosa casa de su infancia, todos empezarán a sanar las heridas de un pasado que preferirían olvidar.. DISPONIBLE EN NETFLIX
El poder de las mejores intenciones
D. B.
(ee.uu-reino unido/2020) creadores:
Bill Lawrence, Jason Sudeikis, Joe Kelly y Brendan Hunt. elenco: Jason Sudeikis, Brendan Hunt. disponible en: Apple TV.
Cuando en 2013 la cadena NBC compró los derechos para transmitir la Premier League, creó el personaje de Ted Lasso (un patético entrenador interpretado por Jason Sudeikis) para una serie de publicidades que intentaban acercar el público estadounidense a la liga inglesa de fútbol (o de soccer, como allí denominan al deporte). Con sus múltiples apariciones en comerciales, transmisiones y especiales, Ted Lasso alcanzó una inesperada popularidad y ahora regresa con su propia serie original en la plataforma de streaming Apple TV+.
En el piloto nos informan que Lasso se ha consagrado campeón de una liga menor de fútbol americano con un combinado de Kansas y es contratado para dirigir al AFC Richmond, un equipo (ficticio) de la Premier League. Claro que Ted no solo nunca ha entrenado en el universo del soccer: ni siquiera conoce las reglas básicas. Con la compañía del coach Beard (Brendan Hunt, otro de los personajes surgidos del proyecto original de la NBC y socio de Sudeikis), se instala en Londres, donde conoce a Rebecca (Hannah Waddingham), la flamante dueña del club. No es un spoiler indicar que lo que en verdad quiere tras el divorcio es destruir la institución que ha sido el orgullo de su exmarido, un millonario que la engañado una y otra vez con modelos jóvenes, y llevarla al descenso gracias a los “servicios” de Lasso.
La inexperiencia de Lasso en el fútbol, las contradicciones entre las idiosincracias de los estadounidenses y los ingleses, las más que tensas relaciones con la prensa deportiva y con los hinchas fanáticos, y la interna del vestuario entre una joven estrella (Phil Dunster) y un ya veterano crack que supo tener mejores épocas (Brett Goldstein), conforman el andamiaje cómico de una serie leve, fluida y de enorme simpatía.
Cada uno de los notables personajes secundarios, desde el utilero Nathan (Nick Mohammed), que es víctima del bullying de los jugadores pero se convierte en un visionario de los planteos ofensivos; hasta Higgins (Jeremy Swift), el penoso ladero de la despiadada Rebecca, pasando por Keeley (Juno Temple), una suerte de “botinera” que causa todo tipo de conflictos en la dinámica del grupo, tiene múltiples momentos para su lucimiento individual, aunque –claro– es Sudeikis quien se lleva los mayores elogios con un personaje tan torpe como bienintencionado, tan ridículo en su combinación entre confianza e ignorancia como en el fondo querible. Una serie para amantes del fútbol, sí, pero no solo para ellos. La propuesta trasciende su ámbito deportivo para convertirse, en definitiva, en una comedia destinada a todo tipo de público.
Talento y desparpajo en un musical teen
M. S.
(ee.uu./2020). dirección: Laura Terruso. guion:alison Peck. elenco: Sabrina Carpenter, Liza Koshy, Jordan Fisher. disponible en: Netflix
¿Todavía es posible encontrar atractivo y disfrute en el muy trajinado modelo de películas sobre adolescentes que sueñan con salir de perdedores a través del arte? Work It, al ritmo de los sueños nos dice que sí. Sin vueltas y desde la asumida premisa de que la fórmula no ofrece a esta altura demasiados caminos para la originalidad y la sorpresa, esta película se apoya en un puñado de nobles y honestas herramientas. El resultado es una historia muy entretenida, apoyada en excelentes coreografías y la presencia de muy jóvenes actores que lucen muy convencidos de lo que están haciendo.
Sabrina Carpenter surgió con peso propio del mundo de las comedias juveniles y adolescentes de Disney, como coprotagonista de El mundo de Riley. En Work It: al ritmo de los sueños, Carpenter sigue la línea de su personaje en esta serie: es una chica con un rico mundo interior que empieza a fluir en medio de los típicos problemas de las adolescentes (el miedo al futuro, el descubrimiencreativo to del amor, la rebeldía incipiente, un replanteo en la relación con los padres). Lo más interesante de su personaje es la tensión entre el cumplimiento de los mandatos familiares y la decisión de encarar un camino alternativo porque quiere evitar que la lleven por delante.
Ese cambio la lleva a armar un improbable y heterogéneo equipo para enfrentar a los arrogantes dueños de las competencias de baile de una escuela secundaria. El armado de ese conjunto, a la vez, revela otro rasgo interesante de la trama: el equipo está integrado por adolescentes de múltiples extracciones étnicas y sociales. Pocas películas de este tipo son capaces de mostrar con tanta claridad las mezclas y diversidades del escenario en el que crecen las nuevas generaciones en un ámbito urbano.
La película se aleja convenientemente de las rutinas de la vida escolar y prefiere mostrar, sin perder el tono amable y ligero, que la mirada de estos adolescentes que quieren darse a conocer en el mundo parte de las frustraciones y de algunas tempranas derrotas que dejan huella.
El mensaje de superación nace de la trama en vez de imponerse como idea desde afuera y eso lo hace mucho más creíble. El baile se adueña de los mejores momentos, respaldados por un elenco muy parejo en el que se destacan además de Carpenter el desparpajo de la youtuber Liza Koshy y el aplomo de Jordan Fisher, un joven actor y bailarín de extraordinarias condiciones. También hay una cuidada selección de canciones en la banda sonora, seguramente armada bajo la supervisión de una de las productoras, la cantante Alicia Keys.
Tragedia ambientada en un club nocturno
M. F. M.
(ee.uu, 2020). creadora: Katori Hall. elenco: Brandee Evans, Nicco Annan,
Elarica Johnson, Shannon Thornton. disponible en: Starz Play.
Katori Hall creó una serie sobre que equilibra la dosis de erotismo que promete el tema con el dramatismo del trabajo y la vida personal en un pueblo del Delta del Mississippi, basada en su obra de teatropussy Valley. El título perdió algo de provocación convirtiéndose en P-valley para la TV, pero hasta ahí llega la autocensura. La exposición de cuerpos semidesnudos y las escenas de sexo son bastante explícitas para una serie de TV, pero lo revolucionario no está en la cantidad de piel que se muestra, sino en el tratamiento inteligente y en profundidad de los personajes, su trabajo y las distintas expresiones de deseo e identidades sexuales.
Una joven, rebautizada como Autumn Night (Elarica Johnson), gana el concurso para amateurs del club de strippers The Pynk y es contratada por Uncle Clifford, el jefe no binario del lugar, interpretado con enorme carisma por Nicco Annan. Su incorporación no es bien vista por Mercedes (Brandee Evans), la estrella del club, quien está a punto de renunciar para cumplir su sueño de abrir un gimnasio en el pueblo. Pero el motor de la historia no es esta rivalidad, sino el misterio sobre el pasado de Autumn, la fragilidad del futuro que Mercedes intenta construir para sí misma y la inminente posibilidad de cambio para el pueblo, encarnada en un proyecto de apertura de un casino.
Como sucede en las series de David Simon (The Wire, The Deuce), P-valley se construye en distintas capas que se mezclan entre sí: lo personal, lo social y lo político. Las consecuencias del capitalismo, el machismo y el racismo, además de la manipulación religiosa, están representadas en estas historias de un grupo de personajes delineados de forma muy específica, que intentan sobrevivir en una de las zonas más empobrecidas de los EE.UU. y, algunos, todavía tienen resto anímico para soñar con un futuro distinto.
La puesta en escena llevada adelante por las directoras elegidas por Hall para esta primera temporada evitan presentar el mundo de las strippers como glamoroso, sin tampoco estigmatizarlo. Hay en los planos una admiración hacia las acrobacias que estas mujeres realizan sobre el escenario y un reconocimiento al trabajo que conlleva, expresado, por ejemplo, en una escena en la que la música se corta para que el espectador escuche el esfuerzo físico que le cuesta a Mercedes llevar a cabo su rutina. Sin embargo, la noción de explotación, tanto de los cuerpos de las mujeres como de toda una población de bajos recursos y pocas esperanzas, es omnipresente e innegable.
N. T.
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