ESTRENO DE CINE

Una precuela de X pensada para el lucimiento de una actriz
Hernán FerreirosMia Goth encarna a la cruel Pearl
(ÍDEM, EEUU /2022). DIRECCIÓN: Ti West. Guion: Ti West Y Mia Goth. Fotografía: Eliot Rockett. Montaje: Ti West. Música: Tyler Bates. Elenco: Mia Goth, David Corenswet, Tandi Wright, Amelia Reid. Distribuidora: Cinépolis.duracion: 103 Minutos. Calificación: Apta Mayores De 16 Años.
El año pasado, el realizador Ti West (The House of the Devil) estrenó X, una película slasher que, además de los artesanales y sangrientos modos de matar característicos del género, presentaba poco comunes apuntes acerca de la depredación de la industria del espectáculo sobre las mujeres o el deseo sexual durante la vejez. La producción de ese film, que acabaría obteniendo las mejores críticas de la carrera del director, debió detenerse debido a la cuarentena. En ese lapso, West y su actriz principal Mia Goth escribieron el guion de una precuela concentrada exclusivamente en el personaje de Goth, precisamente llamado Pearl. En verdad, la anciana Pearl, que alquila su granja a un grupo variopinto que quiere rodar una porno, es solo uno de los dos personajes interpretados por Goth en X; el otro es la joven aspirante a estrella Maxine, a quien estará dedicada una futura tercera parte que cierra una trilogía, cuyos elementos en común son la propia Goth, el ansia de fama, la pornografía y el horror.
X transcurría a mediados de los años 70, cuando el cine pornográfico no era aún una industria sino la aventura de emprendedores, no siempre vinculados a negocios enteramente legales, que operaban un poco como cineastas independientes y a quienes podía aplicarse el célebre aforismo atribuido a Godard acerca de que lo único necesario para hacer un film es una chica y una pistola. El trailer de MaXXXine, la anunciada tercera entrega, indica que sucederá en los 80, con la llegada del video y la industrialización al mundo condicionado. Pearl, por su parte, lleva la historia a 1918, para narrar el “origen” de este personaje y los primeros episodios del derrotero del cine porno. En X, Pearl era una octogenaria asesina que no hubiera desentonado en la mesa familiar de Masacre en Texas; aquí, en cambio, es una joven que sueña con abandonar la granja en la que vive con una madre represora y un padre lisiado y triunfar como bailarina.
Visualmente, ambas películas no podrían ser más distintas. Los tonos ocres y apagados de X, que remiten a una proyección de 16 mm, dejan lugar a los colores saturados del Technicolor: Pearl hace pensar en El Mago de Oz, si Dorothy se dedicara a mutilar a sus compañeros y Oz se pareciera al sótano de Norman Bates en Psicosis. Luego está todo lo que tienen en común: las referencias a ese film de Hitchcock y al citado de Tobe Hooper; la aparición del porno (aquí forzada, cuando un proyeccionista le muestra a Pearl una película “europea”) y el tema de la búsqueda desesperada de abandonar la propia realidad para ingresar al mundo de fantasía del espectáculo. Sin embargo, todo lo que este film dice al respecto ya estaba puesto del mismo modo en la primera parte. Más que una precuela, se siente como un ejercicio actoral: algunos intérpretes necesitan conocer toda la historia de vida de un personaje para poder encarnarlo. Pearl convierte esa práctica en una trama un poco redundante que parece pensada para el lucimiento de su protagonista, quien tiene la difícil tarea de representar a una homicida despiadada. Un largo monólogo registrado como en trance y en un solo plano deja en claro que Goth está a la altura y le saca provecho a la oportunidad. Mayores dosis de gore hacen que esta película sea más amena que su predecesora, también es bastante más convencional.

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