Massa no define si será candidato, pero prepara su tropa para las PASO
Convalida las postulaciones del Frente Renovador en distintos puntos del país; la razón táctica por la que demora su decisión; apoyó a Cristina Kirchner por su situación judicial
Mariano Spezzapria
Si hiciera una cuenta rápida, Sergio Massa encontraría más condiciones objetivas para no postularse a la presidencia este año que elementos que lo alienten a embarcarse en la aventura electoral. La situación económica y su gestión incompleta en el quinto piso del Palacio de Hacienda; la dificultad del Gobierno para encontrarle un reemplazante que acepte sentarse en la “silla eléctrica”, y el rechazo de sus hijos a que ponga a la familia en el centro de la escena son tres argumentos que lo inclinarían por la negativa.
Sin embargo, entre los dirigentes del Frente Renovador –el partido que Massa fundó en 2013– todavía piensan que su jefe político tiene chances de demostrar una mejoría en la lucha contra la inflación. Apuestan a una baja en el índice de precios en abril y mayo que lo vuelva a posicionar en la grilla de los presidenciables. Suman otro razonamiento: “El tipo no afloja y toma decisiones todos los días. La intervención de Edesur y el canje de bonos en dólares son claros ejemplos”, dicen al enumerar medidas resonantes.
Para equilibrar la balanza desfavorable, anotan también dos reacciones políticas que tuvo Massa en los últimos días y que lo llevaron a abandonar el rol específico de ministro de Economía que se autoimpuso para desmarcarse de la presión por las candidaturas: la “parada de carro” que le hizo a la mesa chica del albertismo que lo esquilma desde la Casa Rosada, y el aval subterráneo a los postulantes que presentará el massismo en las PASO del Frente de Todos. “Ya no es posible evitarla”, admite en privado.
La primera en recibir el visto bueno para presentarse como candidata este año fue Malena Galmarini, quien anunció el miércoles pasado su intención de postularse a la intendencia de Tigre, el pago chico de la familia Massa, en un abierto desafío al jefe comunal local, Julio Zamora, quien supo tener un acuerdo con el matrimonio, pero ahora intentará seguir un mandato más en sintonía con el presidente Alberto Fernández y el embajador en Brasil, Daniel Scioli, a la sazón un viejo archirrival de Massa en la interna peronista.
Pero según pudo saber la nacion, Galmarini es solo la punta del iceberg en la lista de candidatos propios que presentará el Frente Renovador a las PASO de la coalición gubernamental en distintos puntos del país. Por caso, jugará la carta del gobernador de Chubut y aliado de Massa, Mariano Arcioni, como postulante a diputado nacional por la provincia patagónica. También anotará al director de la Aduana, Guillermo Michel, en la misma categoría, pero en representación de Entre Ríos.
Acuerdos
Mientras lidia con la inflación y los dólares financieros, Massa también se hizo tiempo para cerrar con el senador rionegrino Alberto Weretilneck, jefe de la coalición oficialista en la provincia y candidato con muchas chances de volver a la gobernación este año, la postulación del intendente de Viedma, Pedro Pesatti, para completar la fórmula que disputará los votos con Juntos por el Cambio.
Por otro lado, el massismo llevará al intendente de La Banda, Pablo Mirolo, como candidato a diputado nacional por Santiago del Estero.
En Tierra del Fuego, en tanto, Massa tiene un acuerdo con Damián Loffler, del Movimiento Popular Fueguino, para sumarse a la alianza que encabeza el gobernador Gustavo Melella en su intento por conseguir la reelección. Mientras que en el conurbano, además de Galmarini en Tigre, el ministro de Economía promueve la continuidad de los intendentes renovadores Juan Andreotti (San Fernando) y Blanca Cantero (Presidente Perón), la esposa de su principal aliado en la CGT, Carlos Acuña.
En esa región clave de la provincia de Buenos Aires, por su incidencia en el tablero electoral nacional, Massa también promoverá candidatos propios para competir en las PASO de Moreno, Morón, Tres de Febrero y Lanús, según indicaron las fuentes consultadas
El Frente Renovador massista cuenta con una mesa nacional constituida a la que se sientan, por mitades, dirigentes bonaerenses y del resto del país, pero aún no se reunió este año, por lo que las decisiones partidarias se centralizan directamente en Sergio Massa.
El jefe del Frente Renovador alista las candidaturas de su partido con el objetivo de que “pueda competir en las PASO” del Frente de Todos, en aquellos lugares “donde corresponda”, según definió el propio Massa ante un grupo de dirigentes allegados.
Sergio Massa Ministro de economía “Hay un fallo judicial que busca dejar a Cristina fuera de la cancha”
“¿Para qué me suben a un ring (la candidatura presidencial) al que yo no me subo?”
“Es incompatible lo que hago con cualquier candidatura. Tenemos la responsabilidad de gobernar, de generar ingresos”
“Como ministro tengo el apoyo de absolutamente todo el Frente de Todos. Eso lo tengo que agradecer”
“La bomba de la economía fue la decisión de Macri de salir corriendo al Fondo, porque nos quitó acceso al crédito y al mercado de capitales, y reperfilaron la deuda en pesos”
También les advirtió que “ya no considera posible” evitar las primarias para dirimir las diferencias internas, pese a que su preferencia es que el peronismo lleve un “candidato acordado” en la boleta presidencial. La resistencia pasiva de Alberto Fernández aleja esa posibilidad.
Así como el Presidente mantiene la indefinición, algo que exaspera al kirchnerismo, Massa hace lo mismo con su propia candidatura.
“¿Para qué me suben a un ring al que yo no me subo?”, suele preguntar a sus interlocutores cuando lo “apuran” sobre una definición. Pero lo cierto es que su figura sigue instalada en la carrera presidencial, a tal punto que todas las encuestas lo incluyen entre los posibles candidatos.
De acuerdo con las fuentes consultadas, la lógica política que guía a Massa para no definir ahora su postulación es que tampoco lo hará Juntos por el Cambio hasta último momento.
La fecha tope será el 24 de junio, cuando vencerá el plazo que puso la Justicia Electoral para inscribir las candidaturas nacionales. En la faz táctica, en el Frente Renovador consideran que el ministro de Economía tendría más chances de ganar unas elecciones presidenciales contra Bullrich o Mauricio Macri que contra Horacio Rodríguez Larreta, quien le disputaría el centro del arco político.
Con el agua hasta el cuello
Pese a que Massa está con el agua hasta el cuello en su intento de “estabilización”, el Ministerio de Economía está embarcado en una campaña de tono político para ponderar la gestión del tigrense, tal vez para contrarrestar la lluvia de cuestionamientos de la oposición. “La verdadera bomba fue la decisión de Macri de salir corriendo al Fondo”, contraataca Massa.
En medio de las tensiones financieras, que lo encuentran resistiendo una devaluación, Massa también emite opiniones alineadas con la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien se convirtió en su principal sostén en el Frente de Todos.
“Hay un fallo judicial que busca dejarla fuera de la cancha”, dijo, sin medias tintas, en una entrevista con Radio Mitre, avalando el precario argumento de la “proscripción” que utiliza el kirchnerismo. Lo que no define el tigrense es su propia candidatura, pero ya mueve las fichas para que el massismo compita en las PASO.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Si hiciera una cuenta rápida, Sergio Massa encontraría más condiciones objetivas para no postularse a la presidencia este año que elementos que lo alienten a embarcarse en la aventura electoral. La situación económica y su gestión incompleta en el quinto piso del Palacio de Hacienda; la dificultad del Gobierno para encontrarle un reemplazante que acepte sentarse en la “silla eléctrica”, y el rechazo de sus hijos a que ponga a la familia en el centro de la escena son tres argumentos que lo inclinarían por la negativa.
Sin embargo, entre los dirigentes del Frente Renovador –el partido que Massa fundó en 2013– todavía piensan que su jefe político tiene chances de demostrar una mejoría en la lucha contra la inflación. Apuestan a una baja en el índice de precios en abril y mayo que lo vuelva a posicionar en la grilla de los presidenciables. Suman otro razonamiento: “El tipo no afloja y toma decisiones todos los días. La intervención de Edesur y el canje de bonos en dólares son claros ejemplos”, dicen al enumerar medidas resonantes.
Para equilibrar la balanza desfavorable, anotan también dos reacciones políticas que tuvo Massa en los últimos días y que lo llevaron a abandonar el rol específico de ministro de Economía que se autoimpuso para desmarcarse de la presión por las candidaturas: la “parada de carro” que le hizo a la mesa chica del albertismo que lo esquilma desde la Casa Rosada, y el aval subterráneo a los postulantes que presentará el massismo en las PASO del Frente de Todos. “Ya no es posible evitarla”, admite en privado.
La primera en recibir el visto bueno para presentarse como candidata este año fue Malena Galmarini, quien anunció el miércoles pasado su intención de postularse a la intendencia de Tigre, el pago chico de la familia Massa, en un abierto desafío al jefe comunal local, Julio Zamora, quien supo tener un acuerdo con el matrimonio, pero ahora intentará seguir un mandato más en sintonía con el presidente Alberto Fernández y el embajador en Brasil, Daniel Scioli, a la sazón un viejo archirrival de Massa en la interna peronista.
Pero según pudo saber la nacion, Galmarini es solo la punta del iceberg en la lista de candidatos propios que presentará el Frente Renovador a las PASO de la coalición gubernamental en distintos puntos del país. Por caso, jugará la carta del gobernador de Chubut y aliado de Massa, Mariano Arcioni, como postulante a diputado nacional por la provincia patagónica. También anotará al director de la Aduana, Guillermo Michel, en la misma categoría, pero en representación de Entre Ríos.
Acuerdos
Mientras lidia con la inflación y los dólares financieros, Massa también se hizo tiempo para cerrar con el senador rionegrino Alberto Weretilneck, jefe de la coalición oficialista en la provincia y candidato con muchas chances de volver a la gobernación este año, la postulación del intendente de Viedma, Pedro Pesatti, para completar la fórmula que disputará los votos con Juntos por el Cambio.
Por otro lado, el massismo llevará al intendente de La Banda, Pablo Mirolo, como candidato a diputado nacional por Santiago del Estero.
En Tierra del Fuego, en tanto, Massa tiene un acuerdo con Damián Loffler, del Movimiento Popular Fueguino, para sumarse a la alianza que encabeza el gobernador Gustavo Melella en su intento por conseguir la reelección. Mientras que en el conurbano, además de Galmarini en Tigre, el ministro de Economía promueve la continuidad de los intendentes renovadores Juan Andreotti (San Fernando) y Blanca Cantero (Presidente Perón), la esposa de su principal aliado en la CGT, Carlos Acuña.
En esa región clave de la provincia de Buenos Aires, por su incidencia en el tablero electoral nacional, Massa también promoverá candidatos propios para competir en las PASO de Moreno, Morón, Tres de Febrero y Lanús, según indicaron las fuentes consultadas
El Frente Renovador massista cuenta con una mesa nacional constituida a la que se sientan, por mitades, dirigentes bonaerenses y del resto del país, pero aún no se reunió este año, por lo que las decisiones partidarias se centralizan directamente en Sergio Massa.
El jefe del Frente Renovador alista las candidaturas de su partido con el objetivo de que “pueda competir en las PASO” del Frente de Todos, en aquellos lugares “donde corresponda”, según definió el propio Massa ante un grupo de dirigentes allegados.
Sergio Massa Ministro de economía “Hay un fallo judicial que busca dejar a Cristina fuera de la cancha”
“¿Para qué me suben a un ring (la candidatura presidencial) al que yo no me subo?”
“Es incompatible lo que hago con cualquier candidatura. Tenemos la responsabilidad de gobernar, de generar ingresos”
“Como ministro tengo el apoyo de absolutamente todo el Frente de Todos. Eso lo tengo que agradecer”
“La bomba de la economía fue la decisión de Macri de salir corriendo al Fondo, porque nos quitó acceso al crédito y al mercado de capitales, y reperfilaron la deuda en pesos”
También les advirtió que “ya no considera posible” evitar las primarias para dirimir las diferencias internas, pese a que su preferencia es que el peronismo lleve un “candidato acordado” en la boleta presidencial. La resistencia pasiva de Alberto Fernández aleja esa posibilidad.
Así como el Presidente mantiene la indefinición, algo que exaspera al kirchnerismo, Massa hace lo mismo con su propia candidatura.
“¿Para qué me suben a un ring al que yo no me subo?”, suele preguntar a sus interlocutores cuando lo “apuran” sobre una definición. Pero lo cierto es que su figura sigue instalada en la carrera presidencial, a tal punto que todas las encuestas lo incluyen entre los posibles candidatos.
De acuerdo con las fuentes consultadas, la lógica política que guía a Massa para no definir ahora su postulación es que tampoco lo hará Juntos por el Cambio hasta último momento.
La fecha tope será el 24 de junio, cuando vencerá el plazo que puso la Justicia Electoral para inscribir las candidaturas nacionales. En la faz táctica, en el Frente Renovador consideran que el ministro de Economía tendría más chances de ganar unas elecciones presidenciales contra Bullrich o Mauricio Macri que contra Horacio Rodríguez Larreta, quien le disputaría el centro del arco político.
Con el agua hasta el cuello
Pese a que Massa está con el agua hasta el cuello en su intento de “estabilización”, el Ministerio de Economía está embarcado en una campaña de tono político para ponderar la gestión del tigrense, tal vez para contrarrestar la lluvia de cuestionamientos de la oposición. “La verdadera bomba fue la decisión de Macri de salir corriendo al Fondo”, contraataca Massa.
En medio de las tensiones financieras, que lo encuentran resistiendo una devaluación, Massa también emite opiniones alineadas con la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien se convirtió en su principal sostén en el Frente de Todos.
“Hay un fallo judicial que busca dejarla fuera de la cancha”, dijo, sin medias tintas, en una entrevista con Radio Mitre, avalando el precario argumento de la “proscripción” que utiliza el kirchnerismo. Lo que no define el tigrense es su propia candidatura, pero ya mueve las fichas para que el massismo compita en las PASO.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
La Casación descarta fallar este año sobre la condena contra Cristina Kirchner
Nada le impediría ser candidata, pese al discurso de la “proscripción”
Hernán Cappiello
Cristina Kirchner
La condena por corrupción contra Cristina Kirchner no quedará firme este año y ningún obstáculo legal le impedirá a la vicepresidenta ser candidata en las próximas elecciones, pese al discurso oficialista sobre una supuesta “proscripción”. La Cámara Federal de Casación Penal prevé definir recién en 2024 la revisión de la sentencia de primera instancia (seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos).
Fuentes judiciales confirmaron a la nacion que esa es la lógica de los jueces del tribunal, que contemplan los plazos procesales y también la “prudencia política” de un caso tan sensible. Incluso si la Casación confirmara la condena, aún faltaría que se pronunciara la Corte Suprema, que no tiene plazos establecidos. Mientras tanto, la condena de prisión e inhabilitación seguirá sin ejecutarse.
Los tiempos procesales y la prudencia política hacen que la Cámara de Casación Penal contemple resolver en 2024 si confirma o no la condena a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua a ejercer cargos públicos contra Cristina Kirchner por corrupción en la obra pública, dijeron a la nacion fuentes judiciales.
De esa manera, se cae el argumento del kirchnerismo de que Cristina Kirchner está “injustamente proscripta” y no se le permite ser candidata en las elecciones de este año. No hay manera de que la sentencia del caso Vialidad, que incluye la inhabilitación de por vida, quede firme antes de los comicios del 22 de octubre, ya que después de la Casación faltaría incluso la intervención de la Corte Suprema de Justicia.
El fallo se ejecuta –es decir, se cumple con la prisión y la inhabilitación– cuando la última instancia, que es la Corte Suprema, rechaza el último recurso de los condenados.
La causa en la que Cristina Kirchner fue condenada en diciembre pasado está en el Tribunal Oral Federal N° 2, integrado por los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburi y Andrés Basso. Los magistrados dieron un plazo de 30 días hábiles al fiscal Diego Luciani y a los abogados de los condenados para que puedan apelar. Es un plazo excepcional, dada la extensión de la sentencia y la complejidad del caso.
Ese tiempo, que se computa desde el 9 de marzo, cuando se conocieron las 1616 páginas de los fundamentos de la sentencia, abre un cronograma que está taxativamente fijado en el Código Procesal Penal y que lleva la resolución del caso en la Cámara de Casación a 2024. Después, vendría la Corte, a la que nadie le pone un plazo.
El almanaque que puntearon en los tribunales los jueces y secretarios judiciales –sin calcular otras posibles dilaciones– señala que el plazo para apelar vence el próximo 27 de abril. En ese momento los jueces del Tribunal Oral Federal N° 2 deben decidir si conceden o no las apelaciones.
En caso de que lo hagan –que es lo usual–, el expediente llegará a la Cámara de Casación una semana más tarde, a lo sumo, el 2 de mayo. La Sala IV, presidida por el juez Gustavo Hornos e integrada por sus colegas Mariano Borinsky y Javier Carbajo, será la que debe decidir si confirma o no la condena.
El fiscal ante la Cámara de Casación en este caso es Mario Villar, el mismo que pugna por reabrir el caso Hotesur-los Sauces. Villar será el que sostenga en Casación el recurso de Luciani. Es profesor titular de Derecho Penal en la UBA y en la Universidad Austral y dirige el Departamento de Derecho Penal de la UBA, una referencia académica.
Una vez que el caso llegue a la Sala IV, se dará la radicación del expediente. Los jueces deben notificar a las partes cómo está integrada la sala para que –en caso de que lo deseen– planteen recusaciones, es decir, pidan apartar a los jueces. Las defensas de Cristina Kirchner y del empresario Lázaro Báez, entre otros, ya adelantaron su disconformidad con los jueces Hornos y Borinsky.
Les cuestionan que hubieran visitado a Mauricio Macri en la Casa Rosada cuando era presidente, en un caso, y en la quinta de Olivos, en otro, por lo que denuncian que no es imparcial. En el pasado, en otras causas, fueron ensayadas estas recusaciones y no prosperaron. Una respuesta a los planteos de las partes podría conocerse no antes del 23 de mayo, calculan en los tribunales.
Desde el momento en que el tribunal queda confirmado en su integración, comienza el plazo que se denomina “término de oficina”. Son 30 días hábiles (en este caso complejo, de lo contrario serían solo 10) para que los abogados de las partes accedan al expediente y preparen los recursos que deberán exponer ante los jueces de la Cámara.
En ese término los abogados elaboran sus argumentos para sostener la necesidad de revocar las condenas y la fiscalía buscará que se confirmen. Los plazos dan para que el término de oficina venza el 10 de julio, días más o días menos. Muy cerca del final de la actividad judicial por la feria judicial de invierno.
Por eso, en el mes de agosto cuando se retome la actividad en los tribunales, los jueces estarían en condiciones de fijar fecha para una audiencia oral y pública en la que convocarán al fiscal Villar y a los abogados para que expongan sus posiciones. Esta audiencia puede ser reemplazada por la presentación de un escrito.
Pero, en otras ocasiones, Cristina Kirchner utilizó esta instancia para exponer oralmente ella misma sus argumentos y denostar a la Justicia.
Por prudencia y timing político, señalan fuentes de los tribunales, es muy improbable que los jueces fijen audiencia en agosto y en los meses subsiguientes, ya que las PASO son el 13 de agosto y las elecciones generales el 22 de octubre.
Así las cosas, las audiencias podrían posponerse para finales de 2023 o febrero de 2024 con lo que la resolución del caso irá necesariamente al año próximo. Tras la realización de esa audiencia los jueces tienen 20 días hábiles para tomar una decisión, si confirman o revocan aunque sea parcialmente la sentencia.
“Romper la proscripción”
Tras la intervención de la Casación, la fiscalía y los abogados defensores pueden recurrir a la Corte Suprema de Justicia, que no tiene plazos para resolver. Es un pronunciamiento de la Corte el que confirma la condena y si es así entonces empieza a correr el cumplimiento de la pena de prisión e inhabilitación.
Como Cristina Kirchner tiene más de 70 años, en caso de que se confirmara la sentencia, puede pedir cumplirla en arresto domiciliario.
El kirchnerismo se declara en campaña para “romper la proscripción” al señalar que la condena le impide a Cristina Kirchner ser candidata. Al no estar firme el fallo ella puede ser candidata este año. En el entorno de la vicepresidenta sostienen que eso puede cambiar de un momento para otro si la Casación y la Corte decidieran acelerar los tiempos. Algo que la propia dinámica del caso empieza a desmentir.
La apelación de la fiscalía a la Casación contra la condena de Cristina Kirchner debe salvar un obstáculo procesal. El fiscal Diego Luciani pidió en el juicio oral y público que la vicepresidenta fuera condenada a 12 años de prisión, pero los jueces le impusieron una condena de seis años de cárcel.
El Código Procesal Penal establece en su artículo 458 que el fiscal puede recurrir la sentencia condenatoria “cuando se haya impuesto una pena privativa de libertad inferior a la mitad de la requerida”. En este caso es justo la mitad, no es inferior.
Si nos atenemos a la letra del Código Procesal, el recurso de Luciani deberá sortear este problema, pero este artículo fue objeto de interpretaciones y se impuso la de la amplitud de revisión de las sentencias. Cuanto más amplia sea la revisión mejor, porque además no solo se apela el monto de la pena, sino la calificación.
En numerosos precedentes, se entendió que esa norma limita la actuación del Ministerio Público Fiscal, dijeron jueces y fiscales Además, lo que se apela no es solo la escala penal, sino en este caso que el fiscal pidió una condena por el delito de asociación ilícita y fraude, y el tribunal condenó solo por fraude.
Asimismo, la fiscalía puede argumentar que hubo una situación de arbitrariedad por la cual fue rechazado su pedido de condena, por lo que al estar en juego las garantías los tribunales son amplios, ya que prefieren que su decisión sea objeto de la mayor revisión posible por parte de los tribunales superiores.
“Va derecho a la Casación”, se jugó un experimentado magistrado acostumbrado a tener que resolver la admisibilidad de este tipo de recursos.
Las defensas tienen una limitación similar para apelar, si la condena es inferior a los 3 años de cárcel, pero este artículo del Código Procesal ya fue declarado inconstitucional pues limita el derecho de defensa.
De este modo, los jueces de la Casación podrían tener el caso en sus manos para empezar a trabajar a mediados de año y no tendrán una decisión hasta el primer semestre de 2024, lo que abre el camino para ir a la Corte.
Después de la Casación, el caso debe ir a la Corte, que no tiene plazos
La condena por corrupción contra Cristina Kirchner no quedará firme este año y ningún obstáculo legal le impedirá a la vicepresidenta ser candidata en las próximas elecciones, pese al discurso oficialista sobre una supuesta “proscripción”. La Cámara Federal de Casación Penal prevé definir recién en 2024 la revisión de la sentencia de primera instancia (seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos).
Fuentes judiciales confirmaron a la nacion que esa es la lógica de los jueces del tribunal, que contemplan los plazos procesales y también la “prudencia política” de un caso tan sensible. Incluso si la Casación confirmara la condena, aún faltaría que se pronunciara la Corte Suprema, que no tiene plazos establecidos. Mientras tanto, la condena de prisión e inhabilitación seguirá sin ejecutarse.
Los tiempos procesales y la prudencia política hacen que la Cámara de Casación Penal contemple resolver en 2024 si confirma o no la condena a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua a ejercer cargos públicos contra Cristina Kirchner por corrupción en la obra pública, dijeron a la nacion fuentes judiciales.
De esa manera, se cae el argumento del kirchnerismo de que Cristina Kirchner está “injustamente proscripta” y no se le permite ser candidata en las elecciones de este año. No hay manera de que la sentencia del caso Vialidad, que incluye la inhabilitación de por vida, quede firme antes de los comicios del 22 de octubre, ya que después de la Casación faltaría incluso la intervención de la Corte Suprema de Justicia.
El fallo se ejecuta –es decir, se cumple con la prisión y la inhabilitación– cuando la última instancia, que es la Corte Suprema, rechaza el último recurso de los condenados.
La causa en la que Cristina Kirchner fue condenada en diciembre pasado está en el Tribunal Oral Federal N° 2, integrado por los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburi y Andrés Basso. Los magistrados dieron un plazo de 30 días hábiles al fiscal Diego Luciani y a los abogados de los condenados para que puedan apelar. Es un plazo excepcional, dada la extensión de la sentencia y la complejidad del caso.
Ese tiempo, que se computa desde el 9 de marzo, cuando se conocieron las 1616 páginas de los fundamentos de la sentencia, abre un cronograma que está taxativamente fijado en el Código Procesal Penal y que lleva la resolución del caso en la Cámara de Casación a 2024. Después, vendría la Corte, a la que nadie le pone un plazo.
El almanaque que puntearon en los tribunales los jueces y secretarios judiciales –sin calcular otras posibles dilaciones– señala que el plazo para apelar vence el próximo 27 de abril. En ese momento los jueces del Tribunal Oral Federal N° 2 deben decidir si conceden o no las apelaciones.
En caso de que lo hagan –que es lo usual–, el expediente llegará a la Cámara de Casación una semana más tarde, a lo sumo, el 2 de mayo. La Sala IV, presidida por el juez Gustavo Hornos e integrada por sus colegas Mariano Borinsky y Javier Carbajo, será la que debe decidir si confirma o no la condena.
El fiscal ante la Cámara de Casación en este caso es Mario Villar, el mismo que pugna por reabrir el caso Hotesur-los Sauces. Villar será el que sostenga en Casación el recurso de Luciani. Es profesor titular de Derecho Penal en la UBA y en la Universidad Austral y dirige el Departamento de Derecho Penal de la UBA, una referencia académica.
Una vez que el caso llegue a la Sala IV, se dará la radicación del expediente. Los jueces deben notificar a las partes cómo está integrada la sala para que –en caso de que lo deseen– planteen recusaciones, es decir, pidan apartar a los jueces. Las defensas de Cristina Kirchner y del empresario Lázaro Báez, entre otros, ya adelantaron su disconformidad con los jueces Hornos y Borinsky.
Les cuestionan que hubieran visitado a Mauricio Macri en la Casa Rosada cuando era presidente, en un caso, y en la quinta de Olivos, en otro, por lo que denuncian que no es imparcial. En el pasado, en otras causas, fueron ensayadas estas recusaciones y no prosperaron. Una respuesta a los planteos de las partes podría conocerse no antes del 23 de mayo, calculan en los tribunales.
Desde el momento en que el tribunal queda confirmado en su integración, comienza el plazo que se denomina “término de oficina”. Son 30 días hábiles (en este caso complejo, de lo contrario serían solo 10) para que los abogados de las partes accedan al expediente y preparen los recursos que deberán exponer ante los jueces de la Cámara.
En ese término los abogados elaboran sus argumentos para sostener la necesidad de revocar las condenas y la fiscalía buscará que se confirmen. Los plazos dan para que el término de oficina venza el 10 de julio, días más o días menos. Muy cerca del final de la actividad judicial por la feria judicial de invierno.
Por eso, en el mes de agosto cuando se retome la actividad en los tribunales, los jueces estarían en condiciones de fijar fecha para una audiencia oral y pública en la que convocarán al fiscal Villar y a los abogados para que expongan sus posiciones. Esta audiencia puede ser reemplazada por la presentación de un escrito.
Pero, en otras ocasiones, Cristina Kirchner utilizó esta instancia para exponer oralmente ella misma sus argumentos y denostar a la Justicia.
Por prudencia y timing político, señalan fuentes de los tribunales, es muy improbable que los jueces fijen audiencia en agosto y en los meses subsiguientes, ya que las PASO son el 13 de agosto y las elecciones generales el 22 de octubre.
Así las cosas, las audiencias podrían posponerse para finales de 2023 o febrero de 2024 con lo que la resolución del caso irá necesariamente al año próximo. Tras la realización de esa audiencia los jueces tienen 20 días hábiles para tomar una decisión, si confirman o revocan aunque sea parcialmente la sentencia.
“Romper la proscripción”
Tras la intervención de la Casación, la fiscalía y los abogados defensores pueden recurrir a la Corte Suprema de Justicia, que no tiene plazos para resolver. Es un pronunciamiento de la Corte el que confirma la condena y si es así entonces empieza a correr el cumplimiento de la pena de prisión e inhabilitación.
Como Cristina Kirchner tiene más de 70 años, en caso de que se confirmara la sentencia, puede pedir cumplirla en arresto domiciliario.
El kirchnerismo se declara en campaña para “romper la proscripción” al señalar que la condena le impide a Cristina Kirchner ser candidata. Al no estar firme el fallo ella puede ser candidata este año. En el entorno de la vicepresidenta sostienen que eso puede cambiar de un momento para otro si la Casación y la Corte decidieran acelerar los tiempos. Algo que la propia dinámica del caso empieza a desmentir.
La apelación de la fiscalía a la Casación contra la condena de Cristina Kirchner debe salvar un obstáculo procesal. El fiscal Diego Luciani pidió en el juicio oral y público que la vicepresidenta fuera condenada a 12 años de prisión, pero los jueces le impusieron una condena de seis años de cárcel.
El Código Procesal Penal establece en su artículo 458 que el fiscal puede recurrir la sentencia condenatoria “cuando se haya impuesto una pena privativa de libertad inferior a la mitad de la requerida”. En este caso es justo la mitad, no es inferior.
Si nos atenemos a la letra del Código Procesal, el recurso de Luciani deberá sortear este problema, pero este artículo fue objeto de interpretaciones y se impuso la de la amplitud de revisión de las sentencias. Cuanto más amplia sea la revisión mejor, porque además no solo se apela el monto de la pena, sino la calificación.
En numerosos precedentes, se entendió que esa norma limita la actuación del Ministerio Público Fiscal, dijeron jueces y fiscales Además, lo que se apela no es solo la escala penal, sino en este caso que el fiscal pidió una condena por el delito de asociación ilícita y fraude, y el tribunal condenó solo por fraude.
Asimismo, la fiscalía puede argumentar que hubo una situación de arbitrariedad por la cual fue rechazado su pedido de condena, por lo que al estar en juego las garantías los tribunales son amplios, ya que prefieren que su decisión sea objeto de la mayor revisión posible por parte de los tribunales superiores.
“Va derecho a la Casación”, se jugó un experimentado magistrado acostumbrado a tener que resolver la admisibilidad de este tipo de recursos.
Las defensas tienen una limitación similar para apelar, si la condena es inferior a los 3 años de cárcel, pero este artículo del Código Procesal ya fue declarado inconstitucional pues limita el derecho de defensa.
De este modo, los jueces de la Casación podrían tener el caso en sus manos para empezar a trabajar a mediados de año y no tendrán una decisión hasta el primer semestre de 2024, lo que abre el camino para ir a la Corte.
Después de la Casación, el caso debe ir a la Corte, que no tiene plazos
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.