lunes, 27 de marzo de 2023

TENSIÓN ECONÓMICA Y DÓLAR A 450 $


El Gobierno cerró filas detrás de Massa por miedo a la crisis
Tras los chispazos, desde la Casa Rosada hasta La Cámpora avalaron el canje de bonos en dólares; semana de fuerte alarma en el oficialismo; dudas sobre el apoyo electoral al ministro
Maia JastreblanskyAlberto Fernández y Sergio Massa, durante la semana, en Mendoza
“Hay que ver si lo convencemos de hablar”, comentaba un colaborador de La Cámpora en Libertador y La Pampa, bajo el sol del mediodía del viernes, cuando marchaba con la organización hacia la Plaza de Mayo. Se refería a Máximo Kirchner. El diputado suele ser selectivo a la hora de abrirse frente al micrófono, pero la semana venía con una sensibilidad extra: todo el Gobierno, desde su propia organización hasta la Casa Rosada, estaba haciendo un ejercicio evidente por cerrar filas detrás de Sergio Massa y el anuncio de canje forzoso de bonos en dólares de la Anses. Finalmente el líder camporista habló.
“Nosotros estamos más interesados en rescatar a la gente que a los bancos”, soltó Kirchner, mientras criticaba al FMI. Pareció también un mensaje de coyuntura, con la oposición tildando la medida de Massa de “estafa” a los jubilados y de “negocio” para el sector financiero. El diputado, sin embargo, no cruzó al ministro de Economía ni fustigó la medida. Todo el resto de los actores del oficialismo se ocuparon de defender la gestión de Massa.
Desde la Anses, la parte más involucrada, dijeron: “Estamos acompañando la operatoria, que entendemos beneficiosa para el Fondo de Garantía de Sustentabilidad”. Desde esas dependencias, que conduce la camporista Fernanda Raverta, también dejaron trascender un punteo de presuntos beneficios que aparejaría la compra de un bono dual por parte del organismo, en un libreto totalmente sintonizado con el Palacio de Hacienda.
La actitud que tomó la alta dirigencia kirchnerista se explica porque el ministro de Economía conversó previamente sobre la medida con Cristina Kirchner, que le prestó conformidad. “Sí, ella estaba al tanto”, aseguró un funcionario de la Casa Rosada. Mientras que un hombre cercano a Massa en la diaria aportó: “Cristina quizás podrá criticar más adelante la medida, lo que no podrá decir es que no sabía”.
“Sería catastrófico”
Durante la movilización por el Día de la Memoria, las principales figuras del kirchnerismo se ocuparon de sostener a Massa. “Es una medida hija de las circunstancias, parte de la presión del FMI y de la amenaza devaluatoria, que sería catastrófica”, dijo, llano, Andrés “Cuervo” Larroque.
El ministro camporista, que tiene línea directa con la vice, exhibió el nivel de alarma que hubo esta semana en todas las terminales del oficialismo. Por primera vez quedó en claro que el blindaje sobre Massa respondía más a una preocupación profunda por sostener el Gobierno que por una especulación electoral o para tener al ministro vigente como candidato presidencial.
“¿Cómo no vamos a bancar al tipo que está levantando el muerto de (Martín) Guzmán, Alberto y el FMI? Si nosotros no lo bancamos, ¿qué pasa al día siguiente? Se va a la mierda el Gobierno”, dijo a la nacion una importante referente kirchnerista de buena llegada a Máximo Kirchner. “¿Massa candidato?, no creo”, opinó.
En el campamento massista también reconocen que la situación es crítica. “A la crisis por la definición electoral se le adelantó una emergencia económica y cambiaron las prioridades”, describió un funcionario de mucha cercanía a Massa. Y aseguró: “Sergio está preocupado porque entiende que sin estabilización económica no solo no hay oferta electoral del peronismo: no hay país”.
Días de vértigo y enojos
El ministro zurció la medida con sus socios políticos y esta semana aceleró los movimientos. Antes del anuncio, una noche se reunió con su equipo en el quincho de su casa en Tigre y otra estuvo pegado al teléfono hasta entrada la madrugada.
“Las medidas Massa las venía trabajando con su equipo hace tiempo, y las había conversado con Alberto y Cristina. Estaba enojado porque había rumores de que lo que se venía era un desdoblamiento cambiario y estaba trabajando en esto otro”, detalló un funcionario al tanto de las conversaciones de la cúpula.
Massa no quiere ni una mínima fisura en el blindaje de su gestión. Reacciona rápidamente apenas aparecen voces que cuestionan su manejo de la botonera. El ministro reporta sus movimientos únicamente al Presidente y a la vice.
Eso explica, en parte, la escena que le hizo a Fernández el domingo pasado, cuando volvió anticipadamente de su viaje a Panamá. El líder del Frente Renovador le cuestionó al Presidente por presuntos dichos en off de funcionarios “albertistas” que lo erosionaban, alertaban sobre el estancamiento de la economía y ponían en duda su potencia electoral. “Hay mucha gente imprudente que dice pavadas. Sergio le dijo a Alberto que tiene que conducirlos”, reveló un funcionario al tanto del entredicho.
El efecto fue claro: toda la línea de la Casa Rosada se cuidó en los últimos días de respaldar la medida del canje forzoso de bonos en las empresas públicas. “Está claro que Massa está en control de la botonera de la economía. Más allá de los indicadores, se muestra en control. No podemos tener alternativa electoral si no estabilizamos”, dijo el jueves a la nacion un alto funcionario de la Casa Rosada.
El Gobierno buscó cerrar el episodio con la foto que Massa y Fernández tuvieron juntos en Mendoza, en el acto por el regreso del tren a Palmira. En rigor, el ministro tenía en agenda ese evento desde hacía mucho tiempo: los funcionarios involucrados, el ministro de Transporte, Diego Giuliano, y el titular de Trenes Argentinos, Martín Marinucci, responden al Frente Renovador.
El próximo miércoles, Massa se sumaría a las reuniones del Presidente en la Casa Blanca. Cerca de él querían que se subiera al viaje. Aunque insiste en decir que su función es “incompatible” con una candidatura, el tigrense todavía abraza el sueño presidencial y su tropa se prepara para disputar las PASO del oficialismo (ver aparte).
Al ministro de Economía, además, lo irrita que el Presidente deje caminar a Daniel Scioli –su archirrival en la política– como candidato. “Tiene que estar trabajando en la embajada de Brasil en esta crisis, no haciendo campaña”, soltaron cerca del tigrense.
Nadie sabe si la “estabilización de la economía”, nueva promesa de Massa, le alcanzará para que Cristina Kirchner lo habilite como candidato. Ella es la única que puede inclinar la balanza. Un importante ministro reconoció: “Si en diciembre Sergio era el candidato cantado en todas las conversaciones, hoy ya no se escucha tanto”.

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Las empresas ya validan un dólar de $450 para los productos importados
Gran parte de los precios se fijan estimando el valor de reposición; las licencias para comprar en el exterior se entregan a 270 días
Diego CabotLas góndolas con los Precios Justos que el ministro Massa no quiere ver vacías
No hay empresario ni ejecutivo de primera línea, de esos que se sientan en contadas sillas, que no tenga diálogo constante y frecuente con Sergio Massa. Escuchan de primera mano las intenciones y los pedidos del ministro de Economía. Claro que esas intenciones suelen no ser más que eso cuando de la teoría pasan al terreno de la praxis.
Pero hay algunas que sí son operativas y que dependen de su decisión o de la de los que trabajan directamente con ellos. Una de ellas es simple: las góndolas no pueden estar vacías hasta fin de año. “No quiero ver las chapas”, le escuchó decir a Massa un interlocutor.
Se refería, metafóricamente, a los estantes donde se colocan los productos para la venta. Ese pedido simple para un país que circule por el andarivel de la normalidad esconde, para la Argentina, toda una definición.
Sucede que, para seguir con la ilustración del ministro, las góndolas llenas implican un alto costo, ya que importar productos o insumos implica un desembolso que se mide en dólares, pero se recauda en pesos.
“El precio no importa, no pueden faltar productos”, cerró la charla el funcionario, según testigos.
Por estos días, con los precios de los alimentos desatados, la gran mayoría de los actores del sector ubican esa explicación en dos razones. La primera, el rotundo fracaso de Precios Justos; la segunda, las expectativas de un dólar mucho más alto.
Esto genera una consecuencia letal para la inflación: gran parte de los productos que hoy se venden tiene un componente de precio que valida un dólar de alrededor de 450 pesos.
De aquella definición se salta a la microeconomía, una de las áreas que menos miran los funcionarios y los líderes de la oposición. Aquellos interlocutores se dieron vuelta para poder operar esa directiva.
Los actores del consumo tienen un problema nada menor: recaudan en pesos y pagan en dólares. Está bien que lo hacen a dólar oficial. Ahora bien, ¿a qué valor de dólar oficial? Y ahí está el punto central del asunto, ya que las licencias para importar se aprueban a 270 días, aproximadamente. Esto significa que alguien que está autorizado a comprar productos en el exterior tendrá que desembolsar los dólares entre diciembre de este año y enero de 2024.
Y entonces, la pregunta: ¿a qué precio? Liberados en esto de tener que llenar góndolas a cualquier precio, la cobertura se hace en mercados de futuros.
Dicho esto, por ejemplo, quien tenga pesos en su cartera y una licencia para importar para diciembre y recurra al Rofex, el principal mercado de futuros de la Argentina, validará un precio para el último día del año, cuando se ejecuta el contrato de cambio, de 415 pesos. El que deba hacer su pago en enero próximo deberá pensar en una divisa de 445 pesos, y los desafortunados de febrero podrán fijar precios con una moneda estadounidense que el mercado cree que estará en 475 pesos.
De vuelta a las góndolas, a los precios y a la inflación, pues lo que sucede en la microeconomía es que ese dólar de más de 400 pesos que esperan los que compran y los que venden ya se traslada al precio de hoy de un producto por una simple razón: el precio de reposición que se calcula está relacionado con aquella importación con la que logrará reponer el stock.
La secuencia de semejante descalabro, sofisticado y financiero, finalmente llega a los consumidores: los precios de miles de productos. De hecho, no es ninguna casualidad que los índices de inflación de los alimentos hayan mostrado sus niveles más altos fuera de la ciudad de Buenos Aires. Si bien el índice nacional mostró un aumento de 9,8%, en el noroeste y en el nordeste fue de 10,6%, y en el Gran Buenos Aires, de 10,2%. La explicación está en estas conductas de miles de empresarios, medianos, pymes y grandes, que descuentan el valor de reposición de sus ventas de hoy mediante un precio más alto.
En la Argentina hay alrededor de 280.000 bocas de expendio de alimentos, bebidas y productos de limpieza. De ese número, los grandes supermercados suman 70.000. El resto, 210.000, se reparten entre negocios medianos y pequeños comercios. Nadie controla los precios ahí. De hecho, ya son muchos los empresarios pymes de la alimentación que prefieren no vender a los supermercados. Es decir, pasar por góndolas más resistentes a los inconducentes acuerdos de precios del secretario de Comercio, Matías Tombolini. De hecho, la gran mayoría de los que tienen a estos funcionarios como interlocutores refieren que ponen mucha más atención a las licencias de importación que a los precios en las góndolas. Dicen que les es más redituable en términos políticos y económicos. Nadie sabe si esa aseveración se refiere a la macroeconomía o a la microeconomía propia.
Mientras tanto, la Argentina está a 250 días de un cambio de gobierno. Poco se habla, o nada, mejor dicho, pero el 11 de diciembre, cuando un nuevo presidente pise Balcarce 50, lo esperará una enorme deuda invisible. Se trata de la deuda comercial de importaciones que se autorizaron en la gestión actual y que se deberán pagar entonces.
Nadie se atreve a decir cuánto será ese número, pero los que lo miran con atención reconocen que hoy ya suma 11.000 millones de dólares. Se habla de que quedará entre alrededor de 22.000 y 24.000 millones de dólares. Es una anécdota el número final. Pero será una deuda que la Argentina tiene con los proveedores privados de todo el globo. Y eso no se puede defaultear.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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