Deuda provincial: buscan que usen dólares propios
El BCRA trabaja en una norma que limitará su acceso al mercado oficial al 40% del total por cancelarse, como ya rige desde hace dos años para los bonos emitidos por empresas
Javier BlancoMiguel Pesce, anteayer, en una reunión con Dilma Rousseff en China
El Banco Central (BCRA) trabaja en una nueva norma (que aprobaría hoy el directorio) por la que ampliará a las deudas que provincias y municipios hayan tomado en dólares –y enfrenten próximos pagos– los criterios restrictivos de pago que ya rigen para la cancelación de las emitidas vía obligaciones negociables (ON) por parte de las empresas.
Básicamente, les comunicará a esas administraciones que tendrán acceso al mercado cambiario oficial para comprar con pesos hasta el 40% de los dólares que necesiten para hacer frente a esas obligaciones.
Así, en los hechos, deberán cancelar el 60% restante al menos en lo que resta del presente año con tenencias propias, financiamiento al que accedan o renegociando plazos con sus acreedores, si no quieren incurrir en algún tipo de incumplimiento. La medida, según pudo confirmar de fuentes oficiales, llega cuando la entidad a cargo de Miguel Pesce se apresta a atravesar un nuevo desierto cambiario, el que amenaza volverse más árido a medida que se acerquen las elecciones.
Esto es teniendo en cuenta el final del dólar soja III que, aunque le permitió recomprar unos US$1400 millones para su muy exigua tenencia, no logró rescatarla del rojo, en términos netos, en el que se encuentra desde hace más de dos meses.
Las cifras oficiales muestran que en el primer trimestre del año, las empresas públicas (básicamente Aysa e YPF) y las provincias (Buenos Aires, Santa Fe y Mendoza, básicamente) le demandaron al BCRA US$1120 millones para pagar deudas, cifra equivalente al 37% de las ventas netas de dólares que realizó la autoridad monetaria en ese período.
El objetivo del BCRA ahora es reducir ese drenaje aplicándoles a las provincias la misma normativa que, desde hace casi dos años, obliga al sector privado a refinanciar el 60% de sus compromisos en moneda dura, lo que disparó múltiples reestructuraciones de esos pasivos –ampliando en al menos dos años los plazos de pago– desde finales de 2020 y hasta hace algunos meses.
Según estimaciones de mercado hay comprometidos en la segunda parte del año pagos por unos US$1400 millones relacionados con vencimientos de capital e intereses de deuda tomada en moneda extranjera mediante bonos emitidos por Chaco, Tierra del Fuego, Chubut, Córdoba y Neuquén.
De ser correcta esa cifra, la nueva norma dejaría habilitado el acceso al mercado por unos US$560 millones en lo que resta del año, y obligaría a los subsoberanos (provincias) afectados a poner de sus propios bolsillos –o refinanciar– los US$940 millones restantes.
Un dato que demuestra la situación actual de las reservas es que las obligaciones totales que las provincias tenían comprometidas este año son 22% inferiores al calendario de vencimientos por US$2100 millones que enfrentan el año siguiente.
Y mucho menores de los US$2650 millones que tienen comprometidos en pagos por año en promedio para el bienio 2025/26. Eso deja a la vista la dimensión que tomó la falta de reservas.
Según cifras oficiales, hay depósitos por US$2500 millones en poder de distintos organismos, empresas públicas o estados subsoberanos. La mitad de ellos corresponderían precisamente a provincias. La intención del BCRA es que recurran a parte de esos recursos en medio de esta emergencia.
La decisión del ente monetario tomó por sorpresa a las distintas administraciones provinciales afectadas. contactó a responsables la nacion del área de Economía de cuatro de ellas que, off the record, admitieron no haber sido consultados al respecto .
Aun así admitieron que la medida “no los sorprende” porque está en línea con un ajuste de los cepos que viene realizando el Gobierno ante la pérdida de reservas.
“¿Las provincias que no tienen dólares vuelven a ‘reperfilar’?”, se preguntó uno de los funcionarios de un distrito opositor. Un colega de otra jurisdicción grande gobernada por el peronismo, si se pasara de “instar” a “obligar” a las provincias se podría generar un “problema mayor” con los gobernadores.
Esta posibilidad ya había circulado como rumor hace un mes, pero ni los ministros ni los bancos oficiales provinciales lograron confirmarlo. “Los dólares ya están en el Central, son parte de las reservas brutas”, señaló entonces el encargado de Finanzas de una provincia de la región centro.
“No tiene justificación; no aparecen megavencimientos que lleven a tomar una decisión así”, comentó un jefe de Gabinete del norte.
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El blue cayó, pero terminó mayo con un alza de $18
La mayoría de los tipos de cambio registraron una suba acumulada por debajo de la inflación proyectada
El Banco Central (BCRA) trabaja en una nueva norma (que aprobaría hoy el directorio) por la que ampliará a las deudas que provincias y municipios hayan tomado en dólares –y enfrenten próximos pagos– los criterios restrictivos de pago que ya rigen para la cancelación de las emitidas vía obligaciones negociables (ON) por parte de las empresas.
Básicamente, les comunicará a esas administraciones que tendrán acceso al mercado cambiario oficial para comprar con pesos hasta el 40% de los dólares que necesiten para hacer frente a esas obligaciones.
Así, en los hechos, deberán cancelar el 60% restante al menos en lo que resta del presente año con tenencias propias, financiamiento al que accedan o renegociando plazos con sus acreedores, si no quieren incurrir en algún tipo de incumplimiento. La medida, según pudo confirmar de fuentes oficiales, llega cuando la entidad a cargo de Miguel Pesce se apresta a atravesar un nuevo desierto cambiario, el que amenaza volverse más árido a medida que se acerquen las elecciones.
Esto es teniendo en cuenta el final del dólar soja III que, aunque le permitió recomprar unos US$1400 millones para su muy exigua tenencia, no logró rescatarla del rojo, en términos netos, en el que se encuentra desde hace más de dos meses.
Las cifras oficiales muestran que en el primer trimestre del año, las empresas públicas (básicamente Aysa e YPF) y las provincias (Buenos Aires, Santa Fe y Mendoza, básicamente) le demandaron al BCRA US$1120 millones para pagar deudas, cifra equivalente al 37% de las ventas netas de dólares que realizó la autoridad monetaria en ese período.
El objetivo del BCRA ahora es reducir ese drenaje aplicándoles a las provincias la misma normativa que, desde hace casi dos años, obliga al sector privado a refinanciar el 60% de sus compromisos en moneda dura, lo que disparó múltiples reestructuraciones de esos pasivos –ampliando en al menos dos años los plazos de pago– desde finales de 2020 y hasta hace algunos meses.
Según estimaciones de mercado hay comprometidos en la segunda parte del año pagos por unos US$1400 millones relacionados con vencimientos de capital e intereses de deuda tomada en moneda extranjera mediante bonos emitidos por Chaco, Tierra del Fuego, Chubut, Córdoba y Neuquén.
De ser correcta esa cifra, la nueva norma dejaría habilitado el acceso al mercado por unos US$560 millones en lo que resta del año, y obligaría a los subsoberanos (provincias) afectados a poner de sus propios bolsillos –o refinanciar– los US$940 millones restantes.
Un dato que demuestra la situación actual de las reservas es que las obligaciones totales que las provincias tenían comprometidas este año son 22% inferiores al calendario de vencimientos por US$2100 millones que enfrentan el año siguiente.
Y mucho menores de los US$2650 millones que tienen comprometidos en pagos por año en promedio para el bienio 2025/26. Eso deja a la vista la dimensión que tomó la falta de reservas.
Según cifras oficiales, hay depósitos por US$2500 millones en poder de distintos organismos, empresas públicas o estados subsoberanos. La mitad de ellos corresponderían precisamente a provincias. La intención del BCRA es que recurran a parte de esos recursos en medio de esta emergencia.
La decisión del ente monetario tomó por sorpresa a las distintas administraciones provinciales afectadas. contactó a responsables la nacion del área de Economía de cuatro de ellas que, off the record, admitieron no haber sido consultados al respecto .
Aun así admitieron que la medida “no los sorprende” porque está en línea con un ajuste de los cepos que viene realizando el Gobierno ante la pérdida de reservas.
“¿Las provincias que no tienen dólares vuelven a ‘reperfilar’?”, se preguntó uno de los funcionarios de un distrito opositor. Un colega de otra jurisdicción grande gobernada por el peronismo, si se pasara de “instar” a “obligar” a las provincias se podría generar un “problema mayor” con los gobernadores.
Esta posibilidad ya había circulado como rumor hace un mes, pero ni los ministros ni los bancos oficiales provinciales lograron confirmarlo. “Los dólares ya están en el Central, son parte de las reservas brutas”, señaló entonces el encargado de Finanzas de una provincia de la región centro.
“No tiene justificación; no aparecen megavencimientos que lleven a tomar una decisión así”, comentó un jefe de Gabinete del norte.
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El blue cayó, pero terminó mayo con un alza de $18
La mayoría de los tipos de cambio registraron una suba acumulada por debajo de la inflación proyectada
Melisa Reinhold
En mayo, los dólares libres avanzaron por debajo de las estimaciones de inflación. A costa de las pocas divisas que tiene el Banco Central (BCRA) en sus arcas y con nuevas restricciones para operar en el mercado de capitales, el Gobierno logró que las cotizaciones no superen la barrera de los $500. Incluso a pesar de que el índice de precios al consumidor de abril arrojó un número peor al esperado (8,4%) y que la tercera edición del dólar soja – cerró ayer pero habrá ingresos remanentes hasta mañana– provocó mayor emisión monetaria. Así, en los últimos 31 días el blue avanzó $18, mientras que los tipos de cambio financieros treparon más de $30.
En la informalidad de las cuevas porteñas, el dólar blue se vendió ayer a $490. Se trató de una caída de $3 frente al cierre anterior (-0,6%), aunque al observar el recorrido que realizó en mayo registró una suba total de $18 (+3,8%). Este aumento sería menor a la inflación de mayo que, de acuerdo con las proyecciones de los economistas, se encontraría por arriba del 8,5%.
Es más, todavía se encuentra a $5 de distancia de los $495 que marcó el pasado 25 de abril, cuando se había desatado una corrida cambiaria tras conocerse el mal dato de inflación de marzo. “El dólar de equilibrio se ubica entre $590 y $600, según se mida por los números parciales que brinda el Banco Central, o por los balances que va publicando”, señaló el analista financiero Salvador Di Stefano.
Con los tipos de cambio financieros, la dinámica fue diferente. El Banco Central empleó alrededor de US$700 millones para intervenir en estas cotizaciones durante mayo, que se sumarían a otros US$115 millones que destinó en abril, según cálculos de Delphos Investment con base en el Balance Cambiario de la entidad monetaria. En el único momento del mes en el que las cotizaciones financieras saltaron –hasta $30– fue el día en que el Gobierno decidió no intervenir en el mercado de bonos para cortar con “ciertas maniobras especulativas” que había sobre las brechas.
Ayer, el dólar MEP mediante la compraventa de títulos GD30 apareció en las pantallas del mercado de capitales a $466,98, un avance diario de $4,5 (+1%). En el mes, acumuló una escalada de $30 (+7,1%). Si se opera con Ledes, donde el Poder Ejecutivo no interviene y puede servir como valor de referencia, ayer cotizó a $471,36.
El dólar contado con liquidación (CCL), que se caracteriza por utilizarse para girar las divisas a una cuenta bancaria fuera de la Argentina, se negoció con GD30 a $475. Pegó un salto de $12 frente al cierre anterior (+2,4%), recuperando parte de la caída que mostró en la rueda previa. Con Cedears, donde no impactan directamente los dólares que el BCRA vuelca en el mercado de bonos, subió $5 y se vendió a $491,76. Durante mayo avanzaron $40,7 (+9,3%) y $38,6 (+8,5%), respectivamente.
El dólar oficial mayorista se negoció ayer a $239,5 (+0,3%). A pesar de que Economía anunció dos semanas atrás que “administraría” el crawling peg (devaluaciones diarias) esta cotización se siguió moviendo por debajo de la suba de precios y acumuló un alza de $16,92 a lo largo del mes (+7,6%).
“El ritmo de devaluación del tipo de cambio se mantiene estable en los últimos días en torno a 7,2% mensualizado. Aunque se mantiene todavía por debajo de la inflación estimada para mayo (entre 8,5% y 9,2%), se encuentra un escalón por encima de mediados de mes (6%). Si la inflación de mayo finalmente se ubica en torno al 9% mensual, es muy probable que el Banco Central deba acelerar aún más el ritmo devaluatorio durante junio para cumplir con las exigencias del Fondo Monetario Internacional”, agregaron en Delphos Investment.
En mayo, los dólares libres avanzaron por debajo de las estimaciones de inflación. A costa de las pocas divisas que tiene el Banco Central (BCRA) en sus arcas y con nuevas restricciones para operar en el mercado de capitales, el Gobierno logró que las cotizaciones no superen la barrera de los $500. Incluso a pesar de que el índice de precios al consumidor de abril arrojó un número peor al esperado (8,4%) y que la tercera edición del dólar soja – cerró ayer pero habrá ingresos remanentes hasta mañana– provocó mayor emisión monetaria. Así, en los últimos 31 días el blue avanzó $18, mientras que los tipos de cambio financieros treparon más de $30.
En la informalidad de las cuevas porteñas, el dólar blue se vendió ayer a $490. Se trató de una caída de $3 frente al cierre anterior (-0,6%), aunque al observar el recorrido que realizó en mayo registró una suba total de $18 (+3,8%). Este aumento sería menor a la inflación de mayo que, de acuerdo con las proyecciones de los economistas, se encontraría por arriba del 8,5%.
Es más, todavía se encuentra a $5 de distancia de los $495 que marcó el pasado 25 de abril, cuando se había desatado una corrida cambiaria tras conocerse el mal dato de inflación de marzo. “El dólar de equilibrio se ubica entre $590 y $600, según se mida por los números parciales que brinda el Banco Central, o por los balances que va publicando”, señaló el analista financiero Salvador Di Stefano.
Con los tipos de cambio financieros, la dinámica fue diferente. El Banco Central empleó alrededor de US$700 millones para intervenir en estas cotizaciones durante mayo, que se sumarían a otros US$115 millones que destinó en abril, según cálculos de Delphos Investment con base en el Balance Cambiario de la entidad monetaria. En el único momento del mes en el que las cotizaciones financieras saltaron –hasta $30– fue el día en que el Gobierno decidió no intervenir en el mercado de bonos para cortar con “ciertas maniobras especulativas” que había sobre las brechas.
Ayer, el dólar MEP mediante la compraventa de títulos GD30 apareció en las pantallas del mercado de capitales a $466,98, un avance diario de $4,5 (+1%). En el mes, acumuló una escalada de $30 (+7,1%). Si se opera con Ledes, donde el Poder Ejecutivo no interviene y puede servir como valor de referencia, ayer cotizó a $471,36.
El dólar contado con liquidación (CCL), que se caracteriza por utilizarse para girar las divisas a una cuenta bancaria fuera de la Argentina, se negoció con GD30 a $475. Pegó un salto de $12 frente al cierre anterior (+2,4%), recuperando parte de la caída que mostró en la rueda previa. Con Cedears, donde no impactan directamente los dólares que el BCRA vuelca en el mercado de bonos, subió $5 y se vendió a $491,76. Durante mayo avanzaron $40,7 (+9,3%) y $38,6 (+8,5%), respectivamente.
El dólar oficial mayorista se negoció ayer a $239,5 (+0,3%). A pesar de que Economía anunció dos semanas atrás que “administraría” el crawling peg (devaluaciones diarias) esta cotización se siguió moviendo por debajo de la suba de precios y acumuló un alza de $16,92 a lo largo del mes (+7,6%).
“El ritmo de devaluación del tipo de cambio se mantiene estable en los últimos días en torno a 7,2% mensualizado. Aunque se mantiene todavía por debajo de la inflación estimada para mayo (entre 8,5% y 9,2%), se encuentra un escalón por encima de mediados de mes (6%). Si la inflación de mayo finalmente se ubica en torno al 9% mensual, es muy probable que el Banco Central deba acelerar aún más el ritmo devaluatorio durante junio para cumplir con las exigencias del Fondo Monetario Internacional”, agregaron en Delphos Investment.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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