VIOLENCIA POLÍTICA Y MORALES ACUSA

No cede la tensión en la provincia y se suman demandas a las protestas
Una marcha con antorchas se registró en las inmediaciones de la Casa de Gobierno; la policía local limitó su despliegue
María NöllmanLos manifestantes marcharon ayer en San Salvador de Jujuy
SAN SALVADOR DE JUJUY.– Cientos de manifestantes se congregaron ayer en las inmediaciones de la Casa de Gobierno de Jujuy, en la Plaza Belgrano, portando antorchas en un nuevo capítulo de la protesta contra la reforma de la Constitución local. A diferencia del martes pasado, cuando uniformados y manifestantes se enfrentaron cuerpo a cuerpo, con piedras y balas de goma, anoche el clima reinante era otro, aunque la tensión parece estar lejos de ceder en la provincia.
Los reclamos de las agrupaciones reunidas en la plaza fueron tan abundantes como disímiles. De paro desde hace 17 días, los gremios docentes de la provincia exigieron, entre otras condiciones para volver a las aulas, la reapertura de las paritarias. Los mineros de AOMA, que se acercaron desde Mina Aguilar y marcharon con sus sobretodos naranjas y sus cascos amarillos, pidieron un aumento de salarios y mejores condiciones laborales. Los movimientos sociales de izquierda sumaron el reclamo por la libertad de los detenidos durante los disturbios.
Pero pese a las diferencias, y al hecho de que cada grupo parecía estar en su propia burbuja, protestando por separado –incluso en diferentes puntos de la plaza–, la mayoría de las agrupaciones presentes se mantenían unidas por un mismo lineamiento: el repudio de la reforma parcial de la carta magna de Jujuy, impulsada por el gobernador Gerardo Morales y sancionada por la Legislatura. Hay un artículo en especial que los inquieta: el que establece la “prohibición de cortes de calles y cortes de rutas, así como toda otra perturbación al derecho a la libre circulación de las personas y la ocupación indebida de edificios públicos en la provincia”.
Con una pancarta entre manos, Romina López, secretaria de la CTA, explicó: “Decimos ‘no a la reforma y sí al aumento de los salarios’. Además de que no se nos descuente el salario por presentismo, porque, si no, no nos podemos movilizar para exigir nuestros derechos”. Por la calle, mientras caminaba hacia la plaza, la acompañaban cientos de docentes del nivel primario y secundario, al ritmo de “Morales gato, grita todo el pueblo”. Iban acompañados por quenas, zampoñas y maracas.
La mayoría de los gremios exigen, principalmente, un salario docente mínimo de $200.000. la nacion consultó al gobierno provincial sobre su postura frente al conflicto docente irresuelto, pero ayer no obtuvo ninguna respuesta.
En una esquina, antes de llegar a destino, los docentes se unieron a las protestas de los mineros de Mina Aguilar, que también quisieron sumarse al reclamo salarial. “Los docentes no son los únicos que necesitan un aumento”, explicó uno de ellos, que prefirió no revelar su identidad, mientras mascaba coca, al igual que la mayoría de sus compañeros.
En la plaza, los docentes y mineros se mezclaban con militantes del Polo Obrero, MTR Cuba, el PTP y el Partido Revolucionario Marxista Leninista (PRML). Y otros grupos tan disímiles como los Trabajadores Científicos Autoconvocados. “Nuestro reclamo es igual que el de todo el pueblo jujeño”, aseguró María Zaburlin, de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. Su principal disconformidad respecto de la reforma de la Constitución está relacionada con los derechos de los pueblos originarios y la explotación del litio. “Hay muchas comunidades que ya están viviendo el daño en el agua por la extracción minera”, aseguró.
En medio de las antorchas y las velas que los manifestantes prendían a medida que anochecía, el reclamo por la reforma constitucional se mantenía como una constante. Sin embargo, según pudo relevar la nacion, también se hicieron presentes en la plaza nuevos grupos que aprovecharon el clima general de protesta para poner sobre la mesa sus reclamos económicos. Era el caso de los trabajadores de la salud de diferentes hospitales de la capital jujeña. “De la reforma, la verdad, no sé. Pero necesitamos un aumento”, explicaba una empleada del Hospital Pablo Soria.
En este hospital siguen internados actualmente cuatro de los 32 heridos que ingresaron por urgencias durante los enfrentamientos del martes entre manifestantes y policías. Dos de ellos, en terapia intensiva. “Uno fue diagnosticado con un traumatismo de cráneo con fractura que fue intervenido quirúrgicamente. Tiene una buena evolución y se encuentra sin respirador, por lo que tiene un estricto control por el tipo de herida que presentó”, explicó Carlos Santos, director del centro médico.
Mientras esto sucedía en San Salvador, las protestas también continuaban sobre las rutas, donde los manifestantes, sin embargo, flexibilizaron los cortes.

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Morales acusó al Gobierno de ordenar a la Gendarmería que no actúe
Debieron levantar toneladas de piedras tiradas en el lugar
El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, acusó ayer a la Casa Rosada de ordenar “a la Gendarmería que no intervenga” frente a los destrozos de la Legislatura provincial. “Hemos probado que ha habido órdenes del Ministerio del Interior y de Seguridad nacional a la Gendarmería de que no intervenga”, aseveró ayer el gobernador.
Morales lamentó que se busque “desacreditar el accionar de la policía cuando están intentando quemar la Legislatura”. Y denunció que “el gobierno nacional está agitando” los incidentes. “Los responsabilizo a Alberto Fernández y a Cristina Fernández; les reparten plata”, insistió.
La gobernación se dedicó ayer a juntar los miles de piedras arrojadas por los manifestantes. “Ayer arrancaron pedazos de asfalto de las calles para tirar cascotes. Encontramos tiradas las cadenas de motos que se usaron para romper autos. También saquearon negocios. El nivel de violencia fue terrible”, cuenta Ezequiel Torres, barrendero, mientras junta con su escoba piedras, latas, cáscaras de mandarinas y vidrios rotos. Ayer, las calles de Jujuy todavía estaban repletas de piedras después del enfrentamiento en los alrededores de la Legislatura.