El blue subió $200 en un mes y se disparan los dólares financieros
La cotización paralela subió $12 y cerró a $750; más presión sobre los financieros por la devaluación, la inflación y tras los anuncios; el Banco Central compró US$135 millones
Melisa ReinholdLos economistas creen que los dólares financieros ya entraron en “niveles de crisis”
Los dólares libres volvieron a recalentarse y una cotización clave atravesó ayer por primera vez la barrera de los $800. Luego de que el Gobierno anunció una serie de medidas para intentar recomponer los bolsillos de la población de cara a las elecciones de octubre, que implicarán un costo fiscal del 0,5% del PBI (unos $730.000 millones) y complican las metas acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), tanto el blue como los financieros respondieron al alza.
Ayer, el dólar blue se vendió a $750 en la City porteña, una suba de $12 frente al cierre previo (+1,6%). Así, en los primeros dos días de la semana acumula un avance de $20 (+2,7%), mientras que en agosto la disparada es de $200 (+36,3%).
“Hace más de un mes que el dólar transita una corrida cambiaria que no se detiene. No solo sube el blue, que es conocido por ser un mercado chico y poco transparente, sino que lo preocupante es que también se refleja en el dólar contado con liqui, que es todo lo contrario. Esta corrida se agravó aún más con la devaluación, que estuvo mal hecha, porque se hizo desde la debilidad política de haber perdido una elección, sin un programa económico que contenga sus efectos, sin dólares en el Banco Central [BCRA] y a cuatro meses de terminar el gobierno. Hoy nos encontramos con que la brecha es mayor que antes”, sentenció el analista financiero Christian Buteler.
La tendencia se replicó entre los tipos de cambio financieros. El dólar MEP se negoció a $671,02, un avance diario de $3 (+0,5%), aunque durante las primeras negociaciones del día llegó a marcar un pico de $690. La tendencia se revirtió debido a las intervenciones que ejecutó el BCRA sobre el mercado de bonos, para intentar contener los fuertes y tempranos incrementos. Una estrategia que fue aprobada por el FMI, aunque con la sugerencia de que fuera “muy limitada”, ya que implica una pérdida diaria de reservas.
El dólar contado con liquidación (CCL) “libre” (Cedear) subió $15 y alcanzó por primera vez los $802,35 (+1,9%). Para Fernando Marull, economista de FMyA, estos son “niveles de crisis”. A modo de comparación, al ajustar por inflación los $338 que marcó el dólar en julio del año pasado, cuando Martín Guzmán renunció al Ministerio de Economía, serían unos $800 de hoy.
“Los anuncios del Gobierno siguen empujando al mercado en su búsqueda de cobertura. El CCL puede tener todavía cierto recorrido al alza por la incertidumbre electoral y por la percepción de que la estabilidad nominal del tipo de cambio oficial, tarde o temprano, terminará dando paso a una nueva aceleración inflacionaria. La falta de moderación fiscal aumentará los desequilibrios que heredaría el nuevo gobierno en este escenario ya complejo antes de las PASO”, dijeron desde Delphos Investment.
Mientras tanto, el tipo de cambio mayorista continúa congelado en torno a los $350, luego de que el Gobierno convalidara un salto del 22% el lunes post-PASO. Según informaron entonces desde el Ministerio de Economía, esta cotización se mantendrá estática hasta el 15 de noviembre. Luego, retomaría el crawling peg (microdevaluaciones diarias) al ritmo de la inflación. De esta manera, buscan evitar que haya un traslado a precios en los meses donde el IPC del Indec registraría un pico (agosto y septiembre).
Compra de reservas
En ese escenario, el BCRA continúa con la racha positiva y ayer recompró US$135 millones para seguir consolidando las reservas, pese a que al observar el neto continúan en terreno negativo. En agosto, logró hacerse un acumulado de unos US$1200 millones.
Por otro lado, ayer la Bolsa porteña avanzó un 2,7% y se posicionó en las 683.587 unidades. En el panel principal, el Banco Macro lideró la rueda con un alza del 6,8%, seguida por BBVA (+6,7%) y Mirgor (+5,3%).“Paradójicamente, mientras sube el dólar libre, también suben los bonos y acciones en dólares libres. Con una buena jornada a nivel global, los bonos en dólares (GD30) superaron los US$40, por primera vez en dos años. El Gobierno paga los bonos más altos localmente que en el exterior. El Merval llegó hasta los US$851, alcanzando su nivel más alto en lo que va de agosto. La suba de los activos argentinos (en dólares) llama la atención cuando la única noticia positiva de los últimos días fue el desembolso del FMI”, agregó Marull.
Con relación a los bonos del último canje de deuda soberano, los títulos Bonares operaron ayer con alzas del 1,67% en el exterior (AL30D), mientras que los Globales subieron un 3,35% (GD46D). El riesgo país se mantuvo relativamente estable en los 2052 puntos básicos.
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Por el fuerte aumento del precio de la carne, se frena el consumo
El mercado no convalidó el incremento de hasta 40% y muchos consumidores se volcaron a cortes más económicos; ante esta situación, los comercios empezaron a desinflar los valores
Los dólares libres volvieron a recalentarse y una cotización clave atravesó ayer por primera vez la barrera de los $800. Luego de que el Gobierno anunció una serie de medidas para intentar recomponer los bolsillos de la población de cara a las elecciones de octubre, que implicarán un costo fiscal del 0,5% del PBI (unos $730.000 millones) y complican las metas acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), tanto el blue como los financieros respondieron al alza.
Ayer, el dólar blue se vendió a $750 en la City porteña, una suba de $12 frente al cierre previo (+1,6%). Así, en los primeros dos días de la semana acumula un avance de $20 (+2,7%), mientras que en agosto la disparada es de $200 (+36,3%).
“Hace más de un mes que el dólar transita una corrida cambiaria que no se detiene. No solo sube el blue, que es conocido por ser un mercado chico y poco transparente, sino que lo preocupante es que también se refleja en el dólar contado con liqui, que es todo lo contrario. Esta corrida se agravó aún más con la devaluación, que estuvo mal hecha, porque se hizo desde la debilidad política de haber perdido una elección, sin un programa económico que contenga sus efectos, sin dólares en el Banco Central [BCRA] y a cuatro meses de terminar el gobierno. Hoy nos encontramos con que la brecha es mayor que antes”, sentenció el analista financiero Christian Buteler.
La tendencia se replicó entre los tipos de cambio financieros. El dólar MEP se negoció a $671,02, un avance diario de $3 (+0,5%), aunque durante las primeras negociaciones del día llegó a marcar un pico de $690. La tendencia se revirtió debido a las intervenciones que ejecutó el BCRA sobre el mercado de bonos, para intentar contener los fuertes y tempranos incrementos. Una estrategia que fue aprobada por el FMI, aunque con la sugerencia de que fuera “muy limitada”, ya que implica una pérdida diaria de reservas.
El dólar contado con liquidación (CCL) “libre” (Cedear) subió $15 y alcanzó por primera vez los $802,35 (+1,9%). Para Fernando Marull, economista de FMyA, estos son “niveles de crisis”. A modo de comparación, al ajustar por inflación los $338 que marcó el dólar en julio del año pasado, cuando Martín Guzmán renunció al Ministerio de Economía, serían unos $800 de hoy.
“Los anuncios del Gobierno siguen empujando al mercado en su búsqueda de cobertura. El CCL puede tener todavía cierto recorrido al alza por la incertidumbre electoral y por la percepción de que la estabilidad nominal del tipo de cambio oficial, tarde o temprano, terminará dando paso a una nueva aceleración inflacionaria. La falta de moderación fiscal aumentará los desequilibrios que heredaría el nuevo gobierno en este escenario ya complejo antes de las PASO”, dijeron desde Delphos Investment.
Mientras tanto, el tipo de cambio mayorista continúa congelado en torno a los $350, luego de que el Gobierno convalidara un salto del 22% el lunes post-PASO. Según informaron entonces desde el Ministerio de Economía, esta cotización se mantendrá estática hasta el 15 de noviembre. Luego, retomaría el crawling peg (microdevaluaciones diarias) al ritmo de la inflación. De esta manera, buscan evitar que haya un traslado a precios en los meses donde el IPC del Indec registraría un pico (agosto y septiembre).
Compra de reservas
En ese escenario, el BCRA continúa con la racha positiva y ayer recompró US$135 millones para seguir consolidando las reservas, pese a que al observar el neto continúan en terreno negativo. En agosto, logró hacerse un acumulado de unos US$1200 millones.
Por otro lado, ayer la Bolsa porteña avanzó un 2,7% y se posicionó en las 683.587 unidades. En el panel principal, el Banco Macro lideró la rueda con un alza del 6,8%, seguida por BBVA (+6,7%) y Mirgor (+5,3%).“Paradójicamente, mientras sube el dólar libre, también suben los bonos y acciones en dólares libres. Con una buena jornada a nivel global, los bonos en dólares (GD30) superaron los US$40, por primera vez en dos años. El Gobierno paga los bonos más altos localmente que en el exterior. El Merval llegó hasta los US$851, alcanzando su nivel más alto en lo que va de agosto. La suba de los activos argentinos (en dólares) llama la atención cuando la única noticia positiva de los últimos días fue el desembolso del FMI”, agregó Marull.
Con relación a los bonos del último canje de deuda soberano, los títulos Bonares operaron ayer con alzas del 1,67% en el exterior (AL30D), mientras que los Globales subieron un 3,35% (GD46D). El riesgo país se mantuvo relativamente estable en los 2052 puntos básicos.
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Por el fuerte aumento del precio de la carne, se frena el consumo
El mercado no convalidó el incremento de hasta 40% y muchos consumidores se volcaron a cortes más económicos; ante esta situación, los comercios empezaron a desinflar los valores
Mariana ReinkeLas subas de los valores de la carne comenzaron a impactar en el consumo
Los incrementos de precios en los alimentos, tras la devaluación de más del 20% que implementó el Gobierno luego de las PASO, provocó una vez más que la gente vuelva a ajustar sus gastos. Si bien algunos productos son más emblemáticos en la mesa de los argentinos como el pan, la leche y la carne vacuna, todos sufrieron un alza que afectó aún más su economía diaria.
En este contexto, los consumidores parecen no haber convalidado, entre otros, el reacomodamiento de los precios de la carne vacuna, según pudo reconstruir la nacion de diversas fuentes consultadas, y se produjeron retrocesos en torno del 10% en los cortes luego de que se registraran alzas superiores al 40%. “Se sumaron varios factores: la suba de la carne vacuna, del pollo y el cerdo. Fue todo junto y pegó de lleno en el bolsillo de la gente”, explicaron los comerciantes.
En rigor, el consultor porcino Juan Uccelli analizó en un informe los últimos incrementos de las diferentes carnes. “El precio promedio de un kilo de carne vacuna (valor equivalente res) se posicionó en $1820 (100% de aumento); el de cerdo en $843,57 (45,6% de aumento) y el pollo en $769,25 (41,6% de aumento). La media res vacuna se frenó y hay mucho miedo por la situación de esta semana. El pollo eviscerado subió bastante y la media res porcina se acomodó un poco más. La incertidumbre y el miedo son los peores enemigos del consumo de las carnes”, explicó el especialista.
En primera persona describió lo ocurrido Gonzalo Moreira, que tiene una carnicería minorista en el barrio porteño de Caballito y otra mayorista en Mataderos. Dijo que el bolsillo del argentino no estaba preparado para convalidar esos valores de la mercadería y dejó de comprar. Así de simple.
“Acá estamos, peleándola como siempre, en el frente de batalla. Los consumidores no convalidaron tamaña suba de precios. Era imposible hacerlo, lo entiendo. En un principio siguió comprando, pero cuando se le agotó el bolsillo de la mensualidad más rápido, dejó de comprar o suplantó con cortes más baratos los que habitualmente compraba”, contó.
Según detalló Moreira, antes el fin de mes de los trabajadores se daba entre el 20 y 25 de cada período, pero ahora se adelantó y se pasó al día 15: “Es cada vez más dura la realidad de la gente”.
Esto provocó de manera casi automática que la mercadería ofrecida no se comercializara y muchos cortes caros, como el lomo o la colita de cuadril, quedaran en las heladeras de los comercios. En los últimos días también hubo un retroceso de valores de la hacienda en pie en el Mercado Agroganadero (MAG) de Cañuelas. “Cayeron las ventas, pero lo más representativo de la situación es que nos empezaron a sobrar los cortes más caros. Lo que nunca nos pasaba es que este fin de semana nos quedó asado sin vender en la carnicería”, describió Moreira.
En el inicio de la semana, las carnicerías, “por más que se había comprado más caro”, bajaron los precios al público en hasta un 10%. En su momento, tras la suba fenomenal, dijo el comerciante, no pudieron subir lo que correspondía para poder mantener el flujo de ventas y activa la estructura de su pyme. “Todo sube, pero no se puede trasladar ese aumento a los clientes porque somos los que le damos la comida”, indicó.
Sergio Pedace, vicepresidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA), coincidió en que el consumo de carne bajó y que la gente está deprimida porque todos los alimentos de la canasta básica han aumentado de una manera importante. “El plan platita no soluciona nada, solo tiene un fin electoralycomplicaatodos.Haypococonsumo”, dijo. Y advirtió que para fin de septiembre puede volver a faltar hacienda y eso podría provocar que los precios den otro salto.
Para Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), la comercialización está muy dura. “Se vendepoco,sefrenaronlasventasen las carnicerías y los precios siguen cayendo en el mercado de hacienda: lo que se pagó $950 [en el mercado el kilo vivo] hoy está $100 abajo. Pero si el Gobierno lanza mucha plata al mercado, el precio se va a recuperar”, afirmó. Y recordó que “aún persiste el problema de la sequía en los campos y los productores continúan complicados en alimentar su hacienda por falta de pasto”.
Un tema no menor que preocupa mucho a Moreira es la medida impuesta por el Gobierno del bono de $60.000 para cada trabajador. “Tengo 30 empleados y con una medida desmedida del Gobierno, que me la impuso sin tenerlo previsto, tengo que pagar de una $1,8 millones, que no puedo trasladarlo al producto final porque si no con esto seguimos generando inflación. Sentí que de golpe me entraron a robar y me llevaron esa cantidad de plata. Me siento robado. Estábamos en alerta para que no nos saqueen la mercadería y ahora esto. Es todo muy difícil: damos trabajo y nadie nos cuida”, cerró.
En ese sentido, Pedace señaló que la situación de que el Estado les diga a los privados que tienen que pagar un bono, “estando los sindicatos y las paritarias para resolverlo, es una locura”. Y agregó: “Todo es para la campaña política del ministro de Economía y candidato a presidente por el oficialismo, Sergio Massa. No hay vuelta de hoja, no se soluciona nada, sino que se empeora. Es una ensalada rusa”.
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Se podrá pagar con tarjeta de crédito con un código QR
Esta opción estará habilitada a partir del viernes próximo
Los incrementos de precios en los alimentos, tras la devaluación de más del 20% que implementó el Gobierno luego de las PASO, provocó una vez más que la gente vuelva a ajustar sus gastos. Si bien algunos productos son más emblemáticos en la mesa de los argentinos como el pan, la leche y la carne vacuna, todos sufrieron un alza que afectó aún más su economía diaria.
En este contexto, los consumidores parecen no haber convalidado, entre otros, el reacomodamiento de los precios de la carne vacuna, según pudo reconstruir la nacion de diversas fuentes consultadas, y se produjeron retrocesos en torno del 10% en los cortes luego de que se registraran alzas superiores al 40%. “Se sumaron varios factores: la suba de la carne vacuna, del pollo y el cerdo. Fue todo junto y pegó de lleno en el bolsillo de la gente”, explicaron los comerciantes.
En rigor, el consultor porcino Juan Uccelli analizó en un informe los últimos incrementos de las diferentes carnes. “El precio promedio de un kilo de carne vacuna (valor equivalente res) se posicionó en $1820 (100% de aumento); el de cerdo en $843,57 (45,6% de aumento) y el pollo en $769,25 (41,6% de aumento). La media res vacuna se frenó y hay mucho miedo por la situación de esta semana. El pollo eviscerado subió bastante y la media res porcina se acomodó un poco más. La incertidumbre y el miedo son los peores enemigos del consumo de las carnes”, explicó el especialista.
En primera persona describió lo ocurrido Gonzalo Moreira, que tiene una carnicería minorista en el barrio porteño de Caballito y otra mayorista en Mataderos. Dijo que el bolsillo del argentino no estaba preparado para convalidar esos valores de la mercadería y dejó de comprar. Así de simple.
“Acá estamos, peleándola como siempre, en el frente de batalla. Los consumidores no convalidaron tamaña suba de precios. Era imposible hacerlo, lo entiendo. En un principio siguió comprando, pero cuando se le agotó el bolsillo de la mensualidad más rápido, dejó de comprar o suplantó con cortes más baratos los que habitualmente compraba”, contó.
Según detalló Moreira, antes el fin de mes de los trabajadores se daba entre el 20 y 25 de cada período, pero ahora se adelantó y se pasó al día 15: “Es cada vez más dura la realidad de la gente”.
Esto provocó de manera casi automática que la mercadería ofrecida no se comercializara y muchos cortes caros, como el lomo o la colita de cuadril, quedaran en las heladeras de los comercios. En los últimos días también hubo un retroceso de valores de la hacienda en pie en el Mercado Agroganadero (MAG) de Cañuelas. “Cayeron las ventas, pero lo más representativo de la situación es que nos empezaron a sobrar los cortes más caros. Lo que nunca nos pasaba es que este fin de semana nos quedó asado sin vender en la carnicería”, describió Moreira.
En el inicio de la semana, las carnicerías, “por más que se había comprado más caro”, bajaron los precios al público en hasta un 10%. En su momento, tras la suba fenomenal, dijo el comerciante, no pudieron subir lo que correspondía para poder mantener el flujo de ventas y activa la estructura de su pyme. “Todo sube, pero no se puede trasladar ese aumento a los clientes porque somos los que le damos la comida”, indicó.
Sergio Pedace, vicepresidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA), coincidió en que el consumo de carne bajó y que la gente está deprimida porque todos los alimentos de la canasta básica han aumentado de una manera importante. “El plan platita no soluciona nada, solo tiene un fin electoralycomplicaatodos.Haypococonsumo”, dijo. Y advirtió que para fin de septiembre puede volver a faltar hacienda y eso podría provocar que los precios den otro salto.
Para Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), la comercialización está muy dura. “Se vendepoco,sefrenaronlasventasen las carnicerías y los precios siguen cayendo en el mercado de hacienda: lo que se pagó $950 [en el mercado el kilo vivo] hoy está $100 abajo. Pero si el Gobierno lanza mucha plata al mercado, el precio se va a recuperar”, afirmó. Y recordó que “aún persiste el problema de la sequía en los campos y los productores continúan complicados en alimentar su hacienda por falta de pasto”.
Un tema no menor que preocupa mucho a Moreira es la medida impuesta por el Gobierno del bono de $60.000 para cada trabajador. “Tengo 30 empleados y con una medida desmedida del Gobierno, que me la impuso sin tenerlo previsto, tengo que pagar de una $1,8 millones, que no puedo trasladarlo al producto final porque si no con esto seguimos generando inflación. Sentí que de golpe me entraron a robar y me llevaron esa cantidad de plata. Me siento robado. Estábamos en alerta para que no nos saqueen la mercadería y ahora esto. Es todo muy difícil: damos trabajo y nadie nos cuida”, cerró.
En ese sentido, Pedace señaló que la situación de que el Estado les diga a los privados que tienen que pagar un bono, “estando los sindicatos y las paritarias para resolverlo, es una locura”. Y agregó: “Todo es para la campaña política del ministro de Economía y candidato a presidente por el oficialismo, Sergio Massa. No hay vuelta de hoja, no se soluciona nada, sino que se empeora. Es una ensalada rusa”.
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Se podrá pagar con tarjeta de crédito con un código QR
Esta opción estará habilitada a partir del viernes próximo
Melisa Reinhold
“El próximo 1° de septiembre no será un viernes más para el sistema de medios de pago argentino”, celebraron en el sector bancario. Desde finales de esta semana, los usuarios podrán pagar con su tarjeta de crédito a través de un código QR, independientemente de quién sea el proveedor del código. Se trata de un reclamo que las asociaciones bancarias llevaban adelante hacía tiempo, ya que apuntaban contra la posición que tiene Mercado Pago en la mayoría de los comercios del país.
En los próximos días, los consumidores tendrán la opción de elegir cómo abonar una compra, ya sea mediante dinero en cuenta, tarjeta de débito o crédito, independientemente de la empresa a la que pertenezca el código QR. Hasta el momento, únicamente los pagos con transferencias son interoperables a través del escaneo del código.
“De esta manera, la experiencia de pago será más amigable para las personas. A partir de la implementación de la nueva medida, luego de leer un código QR el usuario podrá elegir si para abonar usará pago con transferencia o tarjeta de crédito, sin necesidad de cambiar de billetera digital para hacer el pago”, explicó el Banco Central (BCRA) a mediados de mayo, cuando dio a conocer la noticia y puso como fecha de vigencia este 1° de septiembre.
Fue un punto a favor para el sector bancario, que hacía meses reclamaba para que se instrumentara este cambio en el sistema de pagos argentino. Luego de la pandemia, las billeteras virtuales ganaron terreno y solo en junio hubo 10,7 millones de operaciones que fueron iniciadas con QR interoperables, según datos oficiales del BCRA. Esto representa el 34% de las operaciones de pago con transferencia, con un crecimiento del 212% interanual.
“Estas medidas para ampliar la interoperabilidad a las tarjetas de crédito fueron tomadas en mayo pasado con el objetivo de que las personas tengan experiencias más amigables y que la operatoria sea más transparente. Desde entonces, las entidades financieras y demás miembros del ecosistema de pagos han trabajado intensamente puertas adentro para alcanzar esta meta”, apuntó un comunicado que lanzaron en conjunto las cuatro asociaciones bancarias del país (ABA, Abappre, ABE y Adeba).
En la misma resolución, el Banco Central estableció que los adquirientes y agregadores que ofrecen el servicio de código QR no podrán discriminar en las comisiones y plazos de acreditación de los fondos al comercio, según la billetera que ordenó el pago.
Este punto fue un revés para Mercado Pago, que desde el sector financiero estiman que concentra el 70% de los códigos QR que existen en el país. Para los bancos, la fintech que creó Marcos Galperin tiene un “poder de mercado” que le permitía “imponer las condiciones” sobre consumidores y comercios.
“Queda demostrado el creciente uso de esta herramienta entre cuentas CBU (cuentas bancarias) y CVU (cuentas virtuales de las billeteras), y es por eso que, a partir de septiembre, esperamos que se registre un aumento en el número de operaciones y volumen de dinero. La interoperabilidad full de los QR interoperables es un avance hacia la competencia y democratización de los medios de pagos en la Argentina”, cerró el comunicado bancario
“El próximo 1° de septiembre no será un viernes más para el sistema de medios de pago argentino”, celebraron en el sector bancario. Desde finales de esta semana, los usuarios podrán pagar con su tarjeta de crédito a través de un código QR, independientemente de quién sea el proveedor del código. Se trata de un reclamo que las asociaciones bancarias llevaban adelante hacía tiempo, ya que apuntaban contra la posición que tiene Mercado Pago en la mayoría de los comercios del país.
En los próximos días, los consumidores tendrán la opción de elegir cómo abonar una compra, ya sea mediante dinero en cuenta, tarjeta de débito o crédito, independientemente de la empresa a la que pertenezca el código QR. Hasta el momento, únicamente los pagos con transferencias son interoperables a través del escaneo del código.
“De esta manera, la experiencia de pago será más amigable para las personas. A partir de la implementación de la nueva medida, luego de leer un código QR el usuario podrá elegir si para abonar usará pago con transferencia o tarjeta de crédito, sin necesidad de cambiar de billetera digital para hacer el pago”, explicó el Banco Central (BCRA) a mediados de mayo, cuando dio a conocer la noticia y puso como fecha de vigencia este 1° de septiembre.
Fue un punto a favor para el sector bancario, que hacía meses reclamaba para que se instrumentara este cambio en el sistema de pagos argentino. Luego de la pandemia, las billeteras virtuales ganaron terreno y solo en junio hubo 10,7 millones de operaciones que fueron iniciadas con QR interoperables, según datos oficiales del BCRA. Esto representa el 34% de las operaciones de pago con transferencia, con un crecimiento del 212% interanual.
“Estas medidas para ampliar la interoperabilidad a las tarjetas de crédito fueron tomadas en mayo pasado con el objetivo de que las personas tengan experiencias más amigables y que la operatoria sea más transparente. Desde entonces, las entidades financieras y demás miembros del ecosistema de pagos han trabajado intensamente puertas adentro para alcanzar esta meta”, apuntó un comunicado que lanzaron en conjunto las cuatro asociaciones bancarias del país (ABA, Abappre, ABE y Adeba).
En la misma resolución, el Banco Central estableció que los adquirientes y agregadores que ofrecen el servicio de código QR no podrán discriminar en las comisiones y plazos de acreditación de los fondos al comercio, según la billetera que ordenó el pago.
Este punto fue un revés para Mercado Pago, que desde el sector financiero estiman que concentra el 70% de los códigos QR que existen en el país. Para los bancos, la fintech que creó Marcos Galperin tiene un “poder de mercado” que le permitía “imponer las condiciones” sobre consumidores y comercios.
“Queda demostrado el creciente uso de esta herramienta entre cuentas CBU (cuentas bancarias) y CVU (cuentas virtuales de las billeteras), y es por eso que, a partir de septiembre, esperamos que se registre un aumento en el número de operaciones y volumen de dinero. La interoperabilidad full de los QR interoperables es un avance hacia la competencia y democratización de los medios de pagos en la Argentina”, cerró el comunicado bancario
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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