Violación grupal en Palermo: empieza el juicio, a puerta cerrada
Los seis imputados llegan con prisión preventiva, acusados de abuso sexual agravado y por las lesiones contra un panadero que rescató a la víctima; podrían ser condenados a 20 años
Una condena de hasta 20 años de prisión. Esa es la condena que podrían recibir los seis jóvenes acusados de haber abusado sexualmente de una chica de 21 años dentro de un auto estacionado en el corazón de Palermo Soho. Su suerte comenzará a decidirse hoy, en un juicio que se realizará a puertas cerradas, por las características del hecho y para preservar la intimidad de la víctima.
El debate quedará abierto a las 9.30 y será llevado adelante por el Tribunal Oral en lo Criminal N° 14, integrado por los jueces Gabriel Vega, Gustavo Valle y Domingo Altieri. La acusación estará en manos del fiscal general Fernando Klappenbach. Serán ocho audiencias y hay 30 testigos citados para declarar.
En el banquillo estarán Ángel Pascual Ramos, de 24 años; Lautaro Dante Ciongo Pasotti, de 25; Thomas Fabián Domínguez, de 22; Franco Jesús Lykan, de 24; Alexis Steven Cuzzoni, de 21, e Ignacio Retondo, de 24. Llegan al juicio con prisión preventiva, bajo el cargo de “abuso sexual agravado” por el hecho ocurrido el 28 de febrero de 2022 en Serrano al 1300. También deben responder por las “lesiones leves” contra un panadero que intentó rescatar a la joven de dentro del auto en el que era sometida.
La víctima podrá declarar, aunque aún no hay una fecha prevista. Fuentes judiciales dijeron que lo hará “cuando esté en condiciones”, sin la presencia de los acusados; podrá hacerlo, incluso, de forma virtual.
La discusión circulará en torno a tres tópicos. Uno de ellos, el que quiere instalar la defensa: que si hubo actividad sexual, fue consentida por la joven. La fiscalía y la querella –ejercida por los abogados Hugo Figueroa y Osvaldo Cantoro– intentarán sostener la acusación de la “coautoría funcional” de los seis imputados. En esta hipótesis, aunque no todos mantuvieron relaciones sexuales con la chica, sí tuvieron algún rol que hizo posible que el hecho se consumara. Esto podría redundar, eventualmente, en la atribución de penas diferenciadas, en caso de un veredicto condenatorio.
“Nosotros esperamos que los seis terminen con condenas de prisión efectiva, pero sostenemos que algunos fueron coautores y otros, partícipes necesarios”, dijo a Télam Figueroa, uno de los querellantes.
Según el requerimiento de elevación a juicio presentado en 2022 por el fiscal Eduardo Rosende, hubo “un plan previo, con acuerdo de voluntades y roles”, y los seis actuaron en grupo “en aras de satisfacer sus deseos libidinosos” con una víctima que no estaba en condiciones de dar ningún consentimiento, ya que tenía alcohol, marihuana y anfetaminas en su organismo.
“Ese era el plan común, mantener relaciones sexuales con ella todos al mismo tiempo, en la medida de lo posible, para cuyo fin debían turnarse para hacerlo algunos primero y el resto después, pero siempre varios al mismo tiempo, aprovechándose de la vulnerabilidad de la víctima a nivel volitivo”, escribió Rosende.
El fiscal destacó la declaración de la joven, al afirmar que “el relato de la víctima, sin cortapisas, zanja la cuestión sobre la clara inexistencia de un consentimiento”.
Detalló que la chica fue captada por algunos de los imputados el 28 de febrero de 2022 a las seis de la mañana en el boliche Espacio Ro Techno Bar, situado en Thames 1625. Distintas cámaras de videovigilancia permitieron reconstruir algunos de los recorridos que hizo desde allí hasta que, nueve horas después, fue rescatada por comerciantes y vecinos cuando era abusada dentro de un auto estacionado frente a una panadería de Serrano al 1300.
Destacando el “evidente estado de intoxicación” que tenía la víctima, el fiscal sostuvo que, entre las 13 y las 14.20, la víctima fue “manoseada” por Cuzzoni, Domínguez y Ramos, en el kiosco Curiosity, de Serrano 1514. Y que a partir de las 14.45 “todos los imputados se dirigieron junto a la víctima hacia el Volkswagen Gol” de Ciongo Pasotti, que estaba estacionado frente a la panadería La Familia, de Serrano 1397, donde, según describe, “se produjeron y definieron las agresiones sexuales más graves contra la damnificada”.
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El hombre que mató a su novia y la quemó, otra vez en el banquillo
Pablo Cuchán está detenido desde abril, denunciado por lesiones y amenazas
Pablo Víctor Cuchán asesinó, descuartizó y quemó en una parrilla a su novia adolescente, en octubre de 2004 en Ingeniero White. En 2007 lo condenaron, en 2016 salió en libertad condicional y perdió el beneficio en 2019 por no cumplir las reglas de conducta que le habían impuesto. Su caso indignó a la opinión pública cuando se supo que se había abierto un perfil en Tinder para conocer mujeres. En 2021 terminó de cumplir esa sentencia, pero un año y medio después volvió a quedar detenido, acusado de agredir a su nueva pareja. Ahora, un fiscal pidió que enfrente los cargos en un juicio.
El requerimiento fue presentado por el fiscal de Delitos Sexuales bahiense, Marcelo Romero Jardín, quien le imputó a Cuchán, de 45 años, los delitos de “lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género (dos hechos) en concurso real con amenazas” en perjuicio de una mujer con quien mantenía una relación desde hacía ocho meses.
Según fuentes judiciales, el primer hecho ocurrió a principios de abril de este año, en una vivienda del barrio Universitario, de Bahía Blanca, donde Cuchán forcejeó con su pareja. El 21 de ese mes, el acusado volvió a ese domicilio y con ambas manos sujetó del cuello de la mujer, a la que le tapó la boca para impedir sus gritos, provocándole, así, lesiones de carácter leve. En ese mismo contexto, según la fiscalía, amenazó de muerte a la víctima.
En el expediente fueron incorporados la denuncia de la mujer, certificados de lesiones constatadas por médicos forenses y de la Policía Científica, fotos y declaraciones de un vecino.
Cuchán fue detenido el 24 de abril en la localidad balnearia de Monte Hermoso, adonde se había radicado tras salir de prisión, luego de purgar condena por el homicidio de Luciana Moretti, la adolescente de 15 años asesinada, descuartizada y quemada en la parrilla de la casa de la familia del acusado, en Ingeniero White, en octubre de 2004.
En ocasión de su nuevo arresto, Cuchán afirmó ante la fiscal Marina Lara que él que no había cometido ninguno de los delitos que la denunciante le atribuyó.
Mientras el Juzgado Correccional Nº 1 de Bahía Blanca resuelve la fecha probable de realización del debate, Cuchán seguirá detenido con prisión preventiva en una unidad del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
La fiscal Lara pidió que continúe preso porque, en libertad, podía “llegar a influenciar en el testimonio de la presunta víctima, por esta relación de cercanía, por la vulnerabilidad de esta mujer y por testigos que no quieren declarar por temor”.
La fiscal recordó que la denunciante contó que, al comienzo de la relación, Cuchán “se mostraba afectuoso y respetuoso”, pero que con el correr de la relación “empezaron malos tratos, amenazas y zamarreos”.
Luego de la primera denuncia de la víctima, a principios de abril, un Juzgado de Familia bahiense le había impuesto a Cuchán una restricción de acercamiento a la mujer, a la que se le suministró un botón antipánico.
La hora del horror
El 16 de julio de 2007, Cuchán fue condenado a 18 años de prisión por el crimen de Moretti, aunque en la apelación se le redujo la pena a 17 años.
En el juicio, declaró que la chica había muerto por una sobredosis de cocaína y que como él estaba muy drogado no supo qué hacer con el cuerpo, por lo que lo colocó en la parrilla del quincho. “Agarré 20 litros de solvente y 10 bolsas de leña, prendí fuego sobre ella, cerré las puertas y me fui. Alrededor de las 18.30 enfrié todo con agua y después lo metí en cuatro bolsas, limpié y me fui a tirar lo que había quedado”, dijo.
Si bien no admitió haber descuartizado a la chica, dijo que en el momento en que decidió prender el fuego “Luciana ya no era Luciana” y que el “cuerpo estaba sumamente pesado”. Eso ocurrió, según reconstruyó la Justicia, el 16 de octubre de 2004.
Nueve años después de la sentencia, en 2016, Cuchán fue beneficiado con la libertad condicional. Pero en 2019 volvió a ser detenido por no respetar las reglas de conducta que le habían fijado. Salió en 2021. “Hoy el camino llegó a su fin, el asesino de Luciana cumplió su condena y obtuvo su libertad. Tengo la conciencia en paz, que todo lo que podíamos hacer para que cumpliera la condena, lo hicimos”, sostuvo Antonella, la hermana de la adolescente asesinada, cuando el homicida salió de la cárcel definitivamente.
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Asesinan a dos jóvenes en una presunta disputa por drogas
Los cuerpos fueron descubiertos dentro de un galpón; por el doble crimen fueron detenidos un hombre y una mujer
Darío Palavecino
El galpón donde se descubrió el doble crimen
MAR DEL PLATA.– La Justicia investiga si una pelea vinculada a la venta de drogas fue el detonante del doble crimen descubierto ayer a la mañana. Los cadáveres de dos jóvenes estaban dentro de un galpón de la zona sur de la ciudad, cubiertos por una lona. Uno de ellos tenía un tiro en el pecho y un corte en la espalda; el otro, un puntazo cerca de la clavícula.
La fiscal Andrea Gómez, a cargo de la investigación, recibió ayer a la tarde el informe con el resultado de las autopsias de Franco David Rodríguez, de 20 años y con antecedentes penales, y Carlos Luca Leones, de 21.
Por el crimen fueron detenidos un hombre y una mujer. Él fue identificado como Eric Lazarte, de 27 años; residía en la parte delantera de la propiedad y cuando fue arrestado tenía manchas de sangre en la ropa. Había estado preso hasta 2021, por un homicidio cometido cuando era menor de edad, y además cuenta con antecedentes además por robo, lesiones y privación ilegal de la libertad.
En tanto, la detenida fue identificada como Yanina Brain, de 33 años. Según informaron fuentes de la investigación, intentó alejarse del lugar con una mochila que contenía 170.000 pesos.
Los detectives intentan determinar si ambos tenían alguna vinculación con operaciones de comercialización de estupefacientes desde esa zona. Fuentes del caso indicaron que el predio donde ocurrió el doble crimen, precisamente, había sido investigado como presunto punto de venta de drogas.
El galpón está situado en la intersección de Mario Bravo y Andrés Mac Gaul, en el barrio Parque Hermoso, una zona suburbana, en la periferia sur de la ciudad. Fueron vecinos de la zona los que, según revelan los investigadores, advirtieron
sobre algunos gritos, discusiones y disparos, lo que los llevó a llamar al 911. Un testigo, incluso, dijo que había visto llegar a dos personas jóvenes en un taxi.
La primera patrulla de la comisaría 16ª de General Pueyrredón, que llegó al lugar, pasadas las 7.30, encontró los cuerpos en el piso y tapados con una bolsa de tipo arpillera, de las que se utilizan para cargar arena. También hallaron vainas servidas, botellas de vino, rastros de sangre, “signos de arrastre” y de sangre en el piso, una carabina, dos envoltorios con cocaína y un teléfono celular.
También advirtieron que una mujer –propietaria del lugar– se alejaba del galpón. Siguiendo esa sangre es que hicieron foco en una vivienda cercana donde viven los propietarios del galpón donde estaban los cadáveres. A pedido de la fiscal se concretaron las detenciones, además del secuestro de prendas de vestir que podrían ser determinantes como prueba en caso de que, como trascendió, tuvieran alguna mancha de sangre que coincida con la de las víctimas.
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En un presunto brote psicótico, un joven de 20 años mató a cuchilladas a su hermana de 14
La víctima y el victimario estaban solos en su casa; él le avisó lo que había pasado a su padre, con un llamado telefónico
“¡Papá! ¡Vení que Jazmín tiene sangre en el cuello!”. El llamado de Kevin Herrera heló la sangre de su padre, que en cuanto escuchó eso, volvió tan rápido como pudo a su casa, en San Fernando. El joven, de 20 años, tenía problemas psiquiátricos desde el año pasado. Se peleaba con todos en su familia. Aquel aviso no podía significar nada bueno.
Efectivamente: en la casa, situada en Necochea al 2200, Morena Jazmín Herrera yacía muerta, bañada en sangre. Todo indica que Kevin, por motivos insondables, pero presumiblemente en un brote psicótico, la atacó con un cuchillo. La chica se defendió como pudo, según demuestran las lesiones que tenía en los brazos. Pero no pudo contra los violentos embates que recibió en todo el cuerpo. Uno de los cortes, en el cuello, le provocó una hemorragia masiva y letal.
Los resultados preliminares de la autopsia señalaron que Jazmín sufrió “una muerte violenta que le produjo un corte en la zona derecha del cuello, además presentó lesiones en rostro y miembros superiores con señales de haber intentado defenderse”.
La lesión vascular que sufrió la adolescente en el cuello le provocó “un shock hipovolémico agudo” que derivó en su muerte.
Los forenses detallaron que la víctima recibió una puñalada “en la región del epigastrio, que le causó graves repercusiones en su lóbulo izquierdo hepático, en el páncreas y el mesenterio intestinal”.
Jazmín también presentaba lesiones en sus brazos, en la región lumbar y en el rostro; según los peritos, fueron producto de los esfuerzos del atacante para vencer la voluntad de la victima.
Kevin Herrera será indagado en las próximas horas por el fiscal Jorge Nocetti, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Especializada en Violencia de Género de San Fernando, acusado del delito de “homicidio agravado por el vínculo”.
El ataque mortal se produjo el sábado al mediodía dentro de la vivienda, cuando Kevin y Jazmín estaban solos, ya que sus padres trabajaban. En ese contexto, y por motivos que aún no fueron establecidos, el joven asesinó de varias puñaladas a su hermana y le avisó a su padre con un llamado telefónico.
“¡Papá!, ¡Vení que Jazmín tiene sangre en el cuello!”, le dijo el joven a su padre, según confió a la agencia Télam un investigador. El hombre rápidamente regresó a su vivienda con su pareja y hallaron a la adolescente asesinada en el interior de una de las habitaciones.
A primera vista se advertían el profundo corte en el cuello de la menor, además de cortes en la espalda y los pechos, y signos de golpes en varias partes del cuerpo.
El acusado fue arrestado a las pocas cuadras de su casa, cuando recorría el barrio.
Los padres del joven dijeron que desde el año pasado presentaba problemas psiquiátricos, por lo que la principal hipótesis de los investigadores es que el ataque se produjo en medio de un presunto brote psicótico. “No estaba medicado, trataba mal a toda la familia, era muy agresivo en el último tiempo”, sostuvo una calificada fuente del caso.
Por otra parte, se secuestró una cuchilla con manchas hemáticas que se presume que fue la que el joven utilizó para apuñalar a su hermana; además, según explicaron fuentes de la investigación, el acusado presentaba rastros de sangre en sus ropas.
También se incautaron los teléfonos celulares de ambos hermanos para ser analizados, indicaron las fuentes. El fiscal Nocetti indagará a Herrera por un delito que tiene una pena máxima de reclusión perpetua. Pero primero se deberá determinar si el joven comprendió la criminalidad de su acto.
MAR DEL PLATA.– La Justicia investiga si una pelea vinculada a la venta de drogas fue el detonante del doble crimen descubierto ayer a la mañana. Los cadáveres de dos jóvenes estaban dentro de un galpón de la zona sur de la ciudad, cubiertos por una lona. Uno de ellos tenía un tiro en el pecho y un corte en la espalda; el otro, un puntazo cerca de la clavícula.
La fiscal Andrea Gómez, a cargo de la investigación, recibió ayer a la tarde el informe con el resultado de las autopsias de Franco David Rodríguez, de 20 años y con antecedentes penales, y Carlos Luca Leones, de 21.
Por el crimen fueron detenidos un hombre y una mujer. Él fue identificado como Eric Lazarte, de 27 años; residía en la parte delantera de la propiedad y cuando fue arrestado tenía manchas de sangre en la ropa. Había estado preso hasta 2021, por un homicidio cometido cuando era menor de edad, y además cuenta con antecedentes además por robo, lesiones y privación ilegal de la libertad.
En tanto, la detenida fue identificada como Yanina Brain, de 33 años. Según informaron fuentes de la investigación, intentó alejarse del lugar con una mochila que contenía 170.000 pesos.
Los detectives intentan determinar si ambos tenían alguna vinculación con operaciones de comercialización de estupefacientes desde esa zona. Fuentes del caso indicaron que el predio donde ocurrió el doble crimen, precisamente, había sido investigado como presunto punto de venta de drogas.
El galpón está situado en la intersección de Mario Bravo y Andrés Mac Gaul, en el barrio Parque Hermoso, una zona suburbana, en la periferia sur de la ciudad. Fueron vecinos de la zona los que, según revelan los investigadores, advirtieron
sobre algunos gritos, discusiones y disparos, lo que los llevó a llamar al 911. Un testigo, incluso, dijo que había visto llegar a dos personas jóvenes en un taxi.
La primera patrulla de la comisaría 16ª de General Pueyrredón, que llegó al lugar, pasadas las 7.30, encontró los cuerpos en el piso y tapados con una bolsa de tipo arpillera, de las que se utilizan para cargar arena. También hallaron vainas servidas, botellas de vino, rastros de sangre, “signos de arrastre” y de sangre en el piso, una carabina, dos envoltorios con cocaína y un teléfono celular.
También advirtieron que una mujer –propietaria del lugar– se alejaba del galpón. Siguiendo esa sangre es que hicieron foco en una vivienda cercana donde viven los propietarios del galpón donde estaban los cadáveres. A pedido de la fiscal se concretaron las detenciones, además del secuestro de prendas de vestir que podrían ser determinantes como prueba en caso de que, como trascendió, tuvieran alguna mancha de sangre que coincida con la de las víctimas.
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En un presunto brote psicótico, un joven de 20 años mató a cuchilladas a su hermana de 14
La víctima y el victimario estaban solos en su casa; él le avisó lo que había pasado a su padre, con un llamado telefónico
“¡Papá! ¡Vení que Jazmín tiene sangre en el cuello!”. El llamado de Kevin Herrera heló la sangre de su padre, que en cuanto escuchó eso, volvió tan rápido como pudo a su casa, en San Fernando. El joven, de 20 años, tenía problemas psiquiátricos desde el año pasado. Se peleaba con todos en su familia. Aquel aviso no podía significar nada bueno.
Efectivamente: en la casa, situada en Necochea al 2200, Morena Jazmín Herrera yacía muerta, bañada en sangre. Todo indica que Kevin, por motivos insondables, pero presumiblemente en un brote psicótico, la atacó con un cuchillo. La chica se defendió como pudo, según demuestran las lesiones que tenía en los brazos. Pero no pudo contra los violentos embates que recibió en todo el cuerpo. Uno de los cortes, en el cuello, le provocó una hemorragia masiva y letal.
Los resultados preliminares de la autopsia señalaron que Jazmín sufrió “una muerte violenta que le produjo un corte en la zona derecha del cuello, además presentó lesiones en rostro y miembros superiores con señales de haber intentado defenderse”.
La lesión vascular que sufrió la adolescente en el cuello le provocó “un shock hipovolémico agudo” que derivó en su muerte.
Los forenses detallaron que la víctima recibió una puñalada “en la región del epigastrio, que le causó graves repercusiones en su lóbulo izquierdo hepático, en el páncreas y el mesenterio intestinal”.
Jazmín también presentaba lesiones en sus brazos, en la región lumbar y en el rostro; según los peritos, fueron producto de los esfuerzos del atacante para vencer la voluntad de la victima.
Kevin Herrera será indagado en las próximas horas por el fiscal Jorge Nocetti, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Especializada en Violencia de Género de San Fernando, acusado del delito de “homicidio agravado por el vínculo”.
El ataque mortal se produjo el sábado al mediodía dentro de la vivienda, cuando Kevin y Jazmín estaban solos, ya que sus padres trabajaban. En ese contexto, y por motivos que aún no fueron establecidos, el joven asesinó de varias puñaladas a su hermana y le avisó a su padre con un llamado telefónico.
“¡Papá!, ¡Vení que Jazmín tiene sangre en el cuello!”, le dijo el joven a su padre, según confió a la agencia Télam un investigador. El hombre rápidamente regresó a su vivienda con su pareja y hallaron a la adolescente asesinada en el interior de una de las habitaciones.
A primera vista se advertían el profundo corte en el cuello de la menor, además de cortes en la espalda y los pechos, y signos de golpes en varias partes del cuerpo.
El acusado fue arrestado a las pocas cuadras de su casa, cuando recorría el barrio.
Los padres del joven dijeron que desde el año pasado presentaba problemas psiquiátricos, por lo que la principal hipótesis de los investigadores es que el ataque se produjo en medio de un presunto brote psicótico. “No estaba medicado, trataba mal a toda la familia, era muy agresivo en el último tiempo”, sostuvo una calificada fuente del caso.
Por otra parte, se secuestró una cuchilla con manchas hemáticas que se presume que fue la que el joven utilizó para apuñalar a su hermana; además, según explicaron fuentes de la investigación, el acusado presentaba rastros de sangre en sus ropas.
También se incautaron los teléfonos celulares de ambos hermanos para ser analizados, indicaron las fuentes. El fiscal Nocetti indagará a Herrera por un delito que tiene una pena máxima de reclusión perpetua. Pero primero se deberá determinar si el joven comprendió la criminalidad de su acto.
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