Los Brics: una opción inconveniente e inoportuna
Ningún argentino de bien puede sentirse identificado con el afán belicista y las violaciones de los derechos humanos que imperan en ciertos países del grupo
Sorpresivamente, el presidente Alberto Fernández anunció una semana atrás el ingreso de la Argentina al bloque de los Brics a partir de 2024. Este grupo, conformado por Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica, decidió incorporar no solo a nuestro país, sino también a Egipto, Etiopía, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos e Irán.
Los cuestionamientos desde distintos sectores de la oposición política y de la sociedad a esa decisión se hallan plenamente justificados.
En primer lugar, porque una determinación de tamaña importancia, que hace a la identidad de nuestra nación, no debería ser adoptada de manera unilateral por un gobierno con prescindencia de los necesarios consensos con las principales fuerzas políticas representadas en el Congreso. Mucho menos si quien toma esa decisión es un presidente al que restan poco más de tres meses de mandato legal y cuya coalición política acaba de sufrir un importante traspié en las elecciones primarias, con un rechazo superior al 70% del electorado.
Teniendo en cuenta que los dos principales candidatos presidenciales que competirán con el oficialismo, Javier Milei y Patricia Bullrich, han manifestado su oposición a la incorporación de la Argentina a los Brics, lo menos que debió hacer el actual primer mandatario era consultarlos.
Una segunda razón para rechazar esta decisión deriva de las circunstancias internacionales en que se produce, signadas por la invasión del territorio de Ucrania por la Federación Rusa, dispuesta en febrero del año pasado, en abierta violación del orden internacional regido por el sistema de las Naciones Unidas.
Por último, resulta impropio que la Argentina participe de un grupo de países a los que ha sido especialmente invitada la República Islámica de Irán, cuyo régimen promueve la destrucción del Estado de Israel y el uso del terrorismo, del que los argentinos hemos sido víctimas, sin haber podido hasta el momento lograr que se juzgue a funcionarios iraníes a los que se ha acusado de ser responsables del atentado contra la AMIA, ocurrido en 1994.
Puede concluirse así que la incorporación de la Argentina a los Brics no solo es inconveniente desde muchos puntos de vista, sino también inoportuna, tanto por la repudiable escalada bélica de las fuerzas rusas sobre Ucrania como también por la posición ofensiva que viene exhibiendo el régimen de la República Popular China sobre Taiwán.
Nada de esto impide que la Argentina procure mantener relaciones comerciales con todos los países, por cuanto las naciones no tienen amigos ni enemigos permanentes, sino intereses permanentes. Pero cierto es que, lamentablemente, durante las gestiones presidenciales kirchneristas y, en particular, a lo largo del gobierno de Alberto Fernández, nuestro país ha carecido de una política exterior coherente al servicio de los intereses nacionales y respetuosa de los valores que nos transmitieron los padres fundadores de la patria.
Se ha señalado que el bloque de los Brics representa actualmente el 25% del PBI mundial, aunque solo China concentra alrededor del 18%. No debería, por eso, dejarse de lado que el G-7 y la Unión Europea suman alrededor del 51% del PBI global. Sería interesante reconsiderar las supuestas ventajas de integrarnos a aquel grupo de países, sobre todo en momentos en que la economía rusa está prácticamente aislada del mundo y que China está ofreciendo algunas señales de interrupción de su espectacular crecimiento económico.
Más allá de esas consideraciones, los argentinos deberíamos debatir si, como ha afirmado el presidente Fernández, el ingreso a los Brics ayudará a “formar el mundo que siempre soñamos”. ¿O acaso los argentinos podemos sentirnos identificados con el afán belicista o con las violaciones de los derechos humanos que imperan en algunos de los países que conforman ese grupo?
Debería quedarnos claro que nuestro lugar está en el mundo occidental y democrático, y que las legítimas ansias de protagonismo económico ninguna relación tienen con la errática política exterior que, en los últimos años, ha apañado a regímenes autoritarios, como los de Venezuela, Nicaragua y Cuba, y ha desalentado la llegada de inversiones.
Nuestro país ha carecido de una política exterior coherente al servicio de los intereses nacionales y respetuosa de los valores que nos transmitieron los padres fundadores de la patria
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Compromiso Rosario
El 10 de septiembre próximo, la provincia de Santa Fe elegirá gobernador y jefes comunales. El crimen, la violencia y la sangre que corren a diario por las calles de esta provincia, y de Rosario y sus alrededores en particular, confirman que no se puede consensuar con el narcotráfico ni acordar con las mafias, y que cualquier solución demanda un nivel de compromiso que excede a los candidatos e involucra a toda la sociedad. Solo así se podrá desarmar, juzgar, encarcelar y desactivar a las bandas que mueven un negocio tantas veces construido o continuado de la mano de jefes que operan incluso desde las cárceles.
Próximos a contabilizar 200 asesinatos en lo que va del año, los atentados y las ejecuciones a sangre fría tiñen de sangre a Rosario, una mancha narco que ya ha mostrado también cuán gravemente extendida está en el país y, en particular, en distintos puntos del conurbano bonaerense. La red de corrupción política y policial ampara a un negocio motorizado por complicidades que parecen no encontrar límite.
En este contexto, cabe destacar una iniciativa como Compromiso Rosario. Con el impulso del Foro de Adicciones de esa ciudad santafesina, el Arzobispado local, la Pastoral de Adicciones en la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina y el Consejo de Pastores de Rosario expusieron sobre el impacto de las adicciones con el fin de proponer políticas públicas tendientes a reducir el consumo, una forma concreta de desfinanciar y combatir el narcotráfico.
El 7 de agosto pasado, en la sede rosarina de la Universidad Católica Argentina, varios postulantes a cargos electivos en los próximos comicios se sumaron a la firma de un documento en el marco de la valo liosa iniciativa. Fueron de la partida los candidatos rivales a intendente Pablo Javkin y Juan Monteverde; el candidato a gobernador Marcelo Lewandowsky y la candidata a vicegobernadora Gisella Scaglia. También la ministra de Salud, Sonia Martorano; los diputados Amalia Granata, Juan Cruz Cándido y Walter Ghione; el secretario de Salud municipal, Leonardo Caruana; la presidenta del Concejo Deliberante local, María Eugenia Schmuck, y la concejala Caren Tepp rubricaron la propuesta.
Celebramos que estas iniciativas prosperen y promuevan el compromiso activo de los distintos actores sociales. La lucha contra el crimen organizado que se cobra las vidas no solo de los adictos, sino también de quienes operan activamente o han quedado atrapados en redes de distribución solo tendrá éxito si cuenta con firmes y sostenidos apoyos colectivos.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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